Los pañales

La mitad del tiempo de una nueva madre se va en cambiar pañales. ¿Te parece exagerado? Pues estudios recientes dicen que un bebé promedio usa entre 8 y 12 pañales al día. Esto, obviamente, disminuye con el paso del tiempo, pero es un hecho que por lo menos hasta los dos años después del parto los pañales van a ser grandes protagonistas en la vida de tus hijos.

Unas de las mayores dudas de las madres primerizas es cómo cambiar adecuadamente el pañal de su recién nacido y qué clase de pañales debe elegir.
Comencemos respondiendo la segunda pregunta. La variedad de pañales que se encuentra en el mercado hará este aspecto muy fácil para los nuevos padres, ya que en los empaques están escritos la edad y el tamaño recomendados para los bebés que deben usar el producto.

Antes
Para superar el miedo de cambiar un pañal de forma correcta existen varios pasos que se deben tener en cuenta. El primero, alistar todo antes de comenzar la tarea. Asegúrate de que todo esté a la mano una vez tengas a tu bebé enfrente, acostado, pues la idea es no dejarlo solo. Los esenciales son: una cobija sobre la cual poner al bebé, el pañal, toallitas húmedas o copos de algodón, crema para proteger la colita del bebé y un juguete (si ya está en edad de jugar) para mantenerlo distraído.

La limpieza
Una vez tengas todo listo toma el pañito húmedo o el algodón y limpia al bebé del frente hacia atrás. Para facilitar la labor levanta al niño suavemente por los tobillos. No olvides limpiar los pliegues de las nalguitas y los muslos. Una vez hayas terminado, sécalo con una toalla seca y aplica la crema.

Pon el pañal
Acto seguido, abre el pañal y ponlo debajo del bebé, asegurándose de que el adhesivo quede en la parte de atrás. Junta los dos lados y pégalos con cuidado, para no hacerlo sobre la piel del niño.

Pañales y medio ambiente
El tema ecológico es tan importante, que muchas madres están eligiendo pañales de tela. La forma de ponerlos es: dobla el pedazo de tela en un triángulo. Pon al bebé encima con las dos puntas más largas hacia la parte de atrás. Une las tres puntas y abróchalas con un gancho de nodriza.