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¿Por qué no puedo adelgazar?

Fucsia.co, 18/2/2014

La tendencia a verse flaco, gracias a los actuales cánones de belleza, ha creado ciertos mitos alrededor de lo fácil que es bajar de peso. Los expertos consultados indican que nada más lejos de la realidad.

Foto: Ingimage - Foto:

La obsesión con el peso, por adelgazar, y por mantenerse dentro de los parámetros de belleza que vende la moda, las revistas y la publicidad en conjunto, provoca que, en la actualidad, muchas mujeres y hombres pongan sus cuerpos, mentes y salud en manos de hábitos alimentarios poco o nada recomendables. El continuo bombardeo de información acerca de las dietas o productos dietéticos milagro, que aseguran una pérdida de peso rápida y efectiva, propagan ciertas creencias descontextualizadas y falsas sobre lo fácil que resulta perder kilos.

Pero la realidad es otra. Adelgazar implica modificar el estilo de vida consolidado durante años, con fuerza de voluntad y constancia. Las personas que no toman conciencia de que perder peso no es una maratón, si no que es un compromiso diario con la toma de decisiones saludables, encontrarán muchos obstáculos  a la hora de adelgazar.  Así lo cree Patricia Barrera, nutricionista de la Asociación Colombiana de Diabetes, “las dietas que se basan en la promesa de adelgazar bastante y de forma rápida tienen un denominador común: el efecto yo-yo. Todas inducen déficits nutricionales severos, pérdida de agua y de masa muscular”.

En el caso de las personas que padecen obesidad, “el tema se complica, porque esta, además de mantenerse por un exceso de ingesta de alimentos y la falta de ejercicio, puede acrecentarse y dilatarse en el tiempo por la ausencia de un diagnóstico adecuado sobre las causas que han motivado ese aumento excesivo de pesos. Estas personas necesitan ser estudiadas individualmente para prescribirlas la dieta que necesitan”, asegura la endocrinóloga Dora Mendoza.

Según la doctora, existe una serie de factores o condicionantes  que provocan que una persona no pueda bajar de peso con tanta facilidad y que tienen más incidencia en aquellas que tienen un problema médico. “Pueden ser, por un lado, metabólicos, es decir, el ritmo al que el cuerpo gasta calorías, así como la tendencia del organismo a almacenar energía; por otro,  físicos, como la edad o el género que influyen significativamente en la pérdida de kilos (a más edad más resistencia, también si se es mujer, por una cuestión hormonal). Finalmente, existen otros agentes, como los trastornos hormonales y metabólicos, dentro de los que se incluye el hipertiroidismo, o las enfermedades endocrinas”, indica.

Si bien es cierto que estos factores ejercen su influencia, Mendoza reconoce que, en la mayoría de los casos, que una persona no pueda adelgazar responde a dos motivos principales: “El primero, que la persona tenga un problema médico, como los anteriormente mencionados, el cual debe diagnosticarse y tratarse con las indicaciones de un experto; el segundo, por un exceso de ingesta de comida o por malos hábitos alimentarios”.

En este caso último caso, resulta prioritario adquirir un estilo de vida saludable, basado en una alimentación equilibrada, completa y variada, que incluya todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Estos buenos hábitos deben acompañarse con actividad física, que debe realizarse con determinada regularidad y frecuencia, ya que, en palabras de la doctora, “produce un aumento de endorfinas que ayuda a la persona a seguir interesada en mantener el nuevo peso que va marcando la báscula”.

Hay recomendaciones nutricionales que pueden aplicarse a la mayoría de la población, pero cada persona requiere de un tratamiento nutricional y un aporte calórico personalizado y adaptado a su ritmo de vida y sus circunstancias. Sin embargo, Dora Mendoza considera que hay determinadas pautas  que actúan en beneficio de un organismo saludable y posibles para cualquier individuo.

“El secreto es no mezclar proteínas, grasas y carbohidratos, consumir únicamente dos de estos nutrientes en cada comida y en cantidades pequeñas. Por ejemplo, si se come carne, pollo o pescado (proteínas), solo consumir uno de ellos, y acompañarlo de una ensalada o un vegetal verde”, concluye.