1. Lleva shampoos, acondicionadores especiales para protegerlo de rayos UV o frio extremo, dependiendo de cuál sea tu destino.
2. Viajar siempre trae algo de estrés, sea por el aeropuerto, una conexión perdida o incluso un evento inesperado a mitad de la semana. Esto hace que tu organismo se altere y tu cuero cabelludo suelte más grasa de lo normal, en un destino con clima frío no te laves el pelo todos los días
3. Evita peinar el pelo mojado al máximo, así es más fácil que se rompa y se abran las puntas. Cuando lo hagas, opta por un peine de dientes gruesos.
4. El agua salada del mar, y el cloro de la piscina son los enemigos número 1 de tu fibra capilar. Antes de meterte al mar o a la piscina, mójate el pelo, esto hará que esté saturado de agua dulce y no absorba los elementos dañinos.
5. Los sombreros pueden ser tus mejores amigos, tanto si no tienes tiempo para arreglártelo como lo haces normalmente, como para cuando vas a estar expuesta al sol mucho tiempo.
6. Busca sombreros adecuados a tu destino, no se te ocurra llevar un sombrero de paño a la playa, pero si aprovéchalo en tu metrópolis favorita en época fría. Y para la playa… nada más chic que una pava grande.
7. Para el pelo largo que a veces estorba, no hay que desesperar. Un clásico ‘’chignon’’ o cebollita puede ser la solución a tus problemas. Hazla cuando el pelo esté seco y sea más fácil de peinar.
8. Si tienes pelo de largo medio, déjalo libre después de lavártelo. Usa una crema hidratante que le de forma y sécalo al natural. ¡Recuerda que es tu accesorio más favorecedor!