Si los albañiles fueran caballerosos

Fucsia.co, 24/6/2015

Un grupo de obreros en una construcción puede ser razón suficiente para cambiar de acera. Este video plantea ¿qué pasaría si los albañiles fueran caballerosos? Esto sucedió.

Foto original: Charlie Clyde Ebbets - Foto:

Un grupo de albañiles en una construcción puede ser un escenario poco amigable para las mujeres. A diario vemos o protagonizamos una escalada de "piropos" por parte de estos señores al pasar frente a ellos,  que nos dejan más ganas de cambiar de acera o de responder con algún improperio.

En algunos países el acoso callejero está tipificado como delito y en otros, principalmente de América Latina, se han presentado varios proyectos de ley para que esta acción reciba castigo.

Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud realizada por Profamilia en 2010, una de cada cinco mujeres afirmó que en algún punto de su vida habían experimentado acoso sexual en un lugar público.

Pues bien, un video publicado por Radio Ecuamérica y divulgado por Facebook y varios portales de internet muestra la historia al revés. ¿Qué pasaría si los albañiles fueron caballerosos?

En el video se muestra a un grupo de obreros diciéndole a las mujeres cosas positivas. "Hey, qué tengas un bonito día" o "Ese color te sienta bien, qué tengas un día productivo". Luego los hombres, que no queda claro si son realmente albañiles o actores contratados, les dicen a las mujeres que pasan que "quieren mostrarles el respeto que se merecen".

"Sé que tu aspecto físico es sólo una parte de la persona que eres”, “Una mujer tiene que estar donde ella quiera" "¿Sabes lo que me gustaría ver? Una sociedad sin objetivación de la mujer". Esas son algunas de las frases que este grupo les dicen a viva voz a las mujeres que pasan frente a ellos.

La acción, fuera de lo anecdótico, pone de presente una problemática que la sociedad sigue viendo con indiferencia. El piropo sí puede ser un halago inocente, pero también el marco perfecto para que la ya extendida violencia contra la mujer encuentre un nuevo espacio, que además de anónimo tiene una validación cultural altísima.

Quizás el video logra dar vuelta a la situación, aunque puede ser también criticado por utilizar el mismo modus operandi. ¿Acaso necesitamos que nos griten en la calle piropos o palabras de aliento? El debate se abre.

Una encuesta realizada en 2008 por Stop Street Harassment reveló algunos comportamientos comunes entre las mujeres cuando se enfrentaban, por ejemplo, a un grupo de obreros o de hombres solos en la calle. Más del 50% cambió de acera y un 40% prefirió no salir a la calle sola.


Foto: Ingimage

En Argentina, en mayo pasado se presentaron tres proyectos legislativos contra las palabras o  acciones callejeras de tenor sexual que agredan, humillen u ofendan la dignidad de las mujeres para que sean penalizadas. Una de las iniciativas contemplaba un pago de hasta 780 dólares –poco más de 1.500.000 pesos colombianos- para las personas que cometieran esas acciones.

El Congreso de Perú aprobó una ley que sanciona con hasta 12 años de cárcel el acoso callejero. En Colombia hay varios organizaciones dedicadas a este tipo de acoso.

Una de ellas es Atrévete Bogotá, una iniciativa perteneciente a Hollaback, un movimiento internacional que busca erradicar el acoso callejero hacia mujeres y personas de la comunidad LGBTQIA.