Home /

Finanzas

/

Artículo

Créditos

Deudas sanas

, 2/10/2011

Cómo endeudarse de manera responsable y aprovechando la extensa gama de créditos que ofrece hoy el sector financiero. Cautela, responsabilidad y puntualidad conforman el coctel perfecto para no caer en la trampa del endeudamiento.

Foto: Thinkstock - Foto:

Endeudada, pero feliz. La frase parece no tener sentido porque a muchas se les volvió un dolor de cabeza manejar el crédito, esa condición sin la cual es imposible tener casa propia, estrenar carro, hacer posgrados, viajar, divertirse, vestir con buen gusto y hasta comprar el mercado. Con sus billeteras de cuero fino atiborradas de dinero plástico, son muchas las que alardean de su buena posición económica, cuando tomar sin criterios adecuados cuanta tarjeta nueva aparece, puede ser el preludio de una interminable crisis financiera, mucho más ahora que el mercado del crédito está en furor. 

Cautela, responsabilidad y puntualidad conforman el coctel perfecto para no caer en la trampa del eterno endeudamiento, esa cadena sinfín que conlleva prestar aquí para pagar allá, a punta de intereses que van minando hasta el más jugoso sueldo y que hacen amarga la vida, porque no hay que olvidar que los problemas de plata terminan convirtiéndose en problemas morales.

Es cierto que las mujeres están dotadas de una gran capacidad para gastar. Sin embargo, también lo es que su sexto sentido las hizo las sabias de la economía doméstica, a la hora del té, la más importante de todas. ¿Por qué no enfilar esas baterías para endeudarse sin morir en el intento? A continuación, una selección de pasos y consejos que te ayudarán a mantener unas finanzas sanas, robustas y sin riesgos.

Sumas y restas. Antes de tomar un nuevo crédito, haz la cuenta de todos tus ingresos y descuéntale, con toda sinceridad, los gastos mensuales, incluidos las deudas ya contraídas. Hoy están disponibles en el mercado formatos que facilitan esta labor. Si lo que te queda supera 40%, buenas noticias, tienes opción de asumir un nuevo compromiso.

Pregunta sin pena. No te decidas por la primera opción de crédito que se te aparezca. Tal como lo haces para comprar un televisor o un computador, visita varios bancos y entidades financieras. Investígualo todo acerca de las tasas de interés más bajas, plazos para pagar, facilidades y comisiones.

Sólo la verdad. A la hora de llenar la solicitud, sé veraz en la información que suministres.

“Interés, cuánto valés”. Ten la precaución de averiguar si la tasa de interés es fija o variable, ya que puede subir en algún momento.

Letra menuda. Lee con detenimiento hasta el último renglón del contrato antes de firmarlo. Evita aquellos en que se penaliza el pago anticipado o el prepago de la deuda.

Cuentas claras. No confies en posibles gastos adicionales, mucho menos si eres empleada. Tampoco permitas que el asesor del banco determine todo acerca de la forma del pago. Evita así el riesgo de perder el control sobre la deuda debido a una posible insolvencia y crecientes recargos por mora.

Garantías legales. Para aprobar tu crédito el banco te pedirá un codeudor solidario y una garantía tangible, como un inmueble, por ejemplo. Pagar puntualmente será la mejor manera de agradecerle a tu fiador y de proteger tus propiedades.

Récord de créditos. Para evaluar tus hábitos de pago, los bancos aceptan una o dos tarjetas de crédito como máximo. Si los balances de estos compromisos superan 33% de tu capacidad de pago con relación a tus ingresos, es mejor ser prudente y no contraer una nueva deuda.

Mucha mesura. Evita hasta lo último caer en sobregiros y realizar avances de dinero con una tarjeta de crédito para pagar otra. Aprende a medirse en tus gastos y siempre atenta a las fechas de pago. Tampoco agotes tus cupos en compras innecesarias.
Con lupa. Revisa tus cuentas con cuidado para asegurarte de que reflejan correctamente los servicios que recibiste. En caso de errores, no tardes en hacer el reclamo al banco.

Habla a tiempo. Cuando presientas el riesgo de caer en mora, lo mejor será hablar de inmediato con el banco para renegociar la deuda, sobre todo, en el caso de las tarjetas de crédito.

Protege tu crédito. Si  incurriste alguna vez en mora, pero te pusiste finalmente a paz y salvo tienes derecho a pedir un nuevo préstamo, si no te encuentras reportado ante centrales de información financiera como Cifín, Datacrédito, Covinoc o Fenalcheque. Recuerda que se han presentado casos de reportes de hasta diez años después de cancelados los compromisos. Cuando tengas dudas, consulta las centrales de información bancaria y procura sanear tu récord de crédito cada año.

Habla con los expertos. Ademas, de formatos que te ayudan a controlar tus gastos, el mercado colombiano ya ofrece firmas asesoras de finanzas personales, cuyos expertos analizan tu situación de principio a fin y te guían por el mejor camino a la hora de contraer compromisos.

En familia. Los bancos no son la única opción para obtener dinero prestado. Si necesitas plata acude a algun familiar con cierta solvencia que te pueda dar plazos más cómodos.

No lo olvides: administrar con cuidado cualquier tipo de crédito te ayudará a construir un buen historial, y a acceder a otras metas como comprar una casa, pagar tus  o de tus hijos, y a controlar de manera sabia tus finanzas.