Sexo
Las Tigresas Blancas, sexo oral en busca de la inmortalidad
Fucsia.co, 29/10/2013
Practicar felaciones es el medio; alcanzar la inmortalidad espiritual es su fin. Esto es lo que se esconde detrás de esta sociedad taoísta, hasta ahora, oculta.

Foto: Ingimage - Foto:
Se trata de las Tigresas Blancas, un colectivo exclusivamente integrado por mujeres quienes creen que la energía más poderosa que tiene el ser humano es la sexual, por lo que ven en las felaciones la vía para ser perfectas espiritualmente y, de paso, el secreto de la eterna juventud.
Su nombre está relacionado con el símbolo del tigre, que en la filosofía taoísta es el símbolo femenino y del yin. “La actividad de estas mujeres se asemeja a la de las tigresas reales que, para poder quedar preñadas, tienen que copular más de cien veces. Es decir, la tigresa necesita una cantidad de esperma muy superior a la del resto de los animales. Por eso es un animal muy seductor: tiene que atraer a muchos machos”, según asegura la sexóloga Paula Sánchez, en su sitio web Tu Sexualidad con Sentido.
Su origen es incierto, pues se cree que la sociedad nació hacia el 2.500 a.C., en China, mas no se sabe si aún existe. Y aunque se han escrito libros y documentos que dan evidencia de las Tigresas Blancas, el más conocido es Enseñanzas sexuales de la tigresa blanca: los secretos de las maestras taoístas (2003), de Hsi Lai. En el texto, el autor saca a la luz los protocolos de las mujeres para introducirse y escalar al interior de la sociedad. Todos estos datos fueron obtenidos, de primera mano, gracias a una conversación que tuvo Hsi Lai con Madame Lin, una de las matriarcas más reconocidas de esta sociedad, para, posteriormente, escribir su obra.
“Las enseñanzas sexuales de la Tigresa Blanca se centran en la mujer, siguiendo las antigüas tradiciones de cortesanas y buscadoras taoístas. Las traducciones de las antiguas enseñanzas, que datan de hace unos tres mil años, contienen explicaciones sobre cómo absorber la energía sexual masculina, intensificar el orgasmo, recuperar la belleza, recobrar la energía sexual de la juventud e infundir vida a los órganos sexuales ", afirma el autor.
Lo que se esconde tras las Tigresas Blancas
Las mujeres que deciden formarse en esta creencia deben hacerlo durante nueve años (en vírgenes tan solo seis), divididos en tres etapas: en la primera, denominada regeneración sexual, las discípulas tienen como labor seducir hombres, mejor llamados los Dragones Verdes. Pero para hacerlo, el hombre debe cumplir con ciertas condiciones, entre las que se encuentran no ser mayor de 65 años; con quien la mujer se sienta bien, pero no hasta el punto de enamorarse de él.
En la práctica del sexo oral solo pueden encontrarse en nueve ocasiones y en cada una la Tigresa debe asegurarse de que su hombre eyacule al menos tres veces. Posterior a esto, el Dragón Verde tomará un descanso de seis semanas para recuperar su energía sexual. En las dos siguientes fases, denominadas conservación y refinamiento, deberán dedicarse a “acumular el chi (energía vital) y a refinar el shen (espíritu y conciencia)”, según una crónica publicada por el diario El País.
En el libro, el autor explica que una mujer puede rejuvenecer de cinco a 10 años, tanto así que es capaz de lograr que se retrase la llegada de la menopausia o, en el mejor de los casos, que nunca llegue.
Por otro lado, y tal como lo justifica la creencia, las tigresas no acuden a métodos estéticos para conservar su belleza ni usan maquillaje, pues aseguran que practicar felaciones las hará lucir siempre jóvenes. Asimismo, se depilan todo el cuerpo (exceptuando la cabeza), en especial el área púbica, para recrear el cuerpo de una niña.
Siguen un régimen alimentario y de actividad física estrictos: restringen el consumo de carne de res, grasas, y lácteos y, con frecuencia, practican kung fu y kigong, afirma Valerié Tasso, autora de El otro lado del sexo.
Pero el mayor truco de belleza que tienen es untar el semen en su cuerpo y rostro, como parte de su rutina de belleza. “Para estas fascinantes mujeres perder semen es perder energía. Por eso lo conservan con gran esmero (ya que para conseguir una gota de semen se necesitan 40 gotas de sangre). Las tigresas aplican el semen en todo su cuerpo en vez de tragarlo como si de una mascarilla se tratase, la cual retiran más tarde con un paño mojado en zumo de pepino”, asegura la sexóloga Paula Sánchez.
La imagen del Dragón Jade
En su proceso, las Tigresas tienen un asesor personalizado, por decirlo así. Se trata del Dragón de Jade, un hombre que las inicia y acompaña durante sus años de formación.
El Dragón Jade podrá supervisar las felaciones de la Tigresa a su Dragón Verde, sin que este se dé cuenta, y deberá instruirla para lograr con éxito su eyaculación. Las practicantes solo se tragan el semen del Dragón Jade, privilegio, según Valerié Tasso, que no tienen otros hombres.
Esta sociedad, hasta ahora secreta, busca que sus creencias no queden en el olvido, como lo confirma la matriarca Madame Lin, con respecto a las Enseñanzas sexuales de la tigresa blanca: los secretos de las maestras taoístas. “Estamos convencidas de que, por fin, con esta maravillosa compilación de las enseñanzas de la Tigresa Blanca realzada por Hsi Lai, nuestra filosofía y conocimientos no caerán en el olvido... dichas enseñanzas disponen ahora de un terreno fértil en el que crecer", asegura.
Su nombre está relacionado con el símbolo del tigre, que en la filosofía taoísta es el símbolo femenino y del yin. “La actividad de estas mujeres se asemeja a la de las tigresas reales que, para poder quedar preñadas, tienen que copular más de cien veces. Es decir, la tigresa necesita una cantidad de esperma muy superior a la del resto de los animales. Por eso es un animal muy seductor: tiene que atraer a muchos machos”, según asegura la sexóloga Paula Sánchez, en su sitio web Tu Sexualidad con Sentido.
Su origen es incierto, pues se cree que la sociedad nació hacia el 2.500 a.C., en China, mas no se sabe si aún existe. Y aunque se han escrito libros y documentos que dan evidencia de las Tigresas Blancas, el más conocido es Enseñanzas sexuales de la tigresa blanca: los secretos de las maestras taoístas (2003), de Hsi Lai. En el texto, el autor saca a la luz los protocolos de las mujeres para introducirse y escalar al interior de la sociedad. Todos estos datos fueron obtenidos, de primera mano, gracias a una conversación que tuvo Hsi Lai con Madame Lin, una de las matriarcas más reconocidas de esta sociedad, para, posteriormente, escribir su obra.
“Las enseñanzas sexuales de la Tigresa Blanca se centran en la mujer, siguiendo las antigüas tradiciones de cortesanas y buscadoras taoístas. Las traducciones de las antiguas enseñanzas, que datan de hace unos tres mil años, contienen explicaciones sobre cómo absorber la energía sexual masculina, intensificar el orgasmo, recuperar la belleza, recobrar la energía sexual de la juventud e infundir vida a los órganos sexuales ", afirma el autor.
Lo que se esconde tras las Tigresas Blancas
Las mujeres que deciden formarse en esta creencia deben hacerlo durante nueve años (en vírgenes tan solo seis), divididos en tres etapas: en la primera, denominada regeneración sexual, las discípulas tienen como labor seducir hombres, mejor llamados los Dragones Verdes. Pero para hacerlo, el hombre debe cumplir con ciertas condiciones, entre las que se encuentran no ser mayor de 65 años; con quien la mujer se sienta bien, pero no hasta el punto de enamorarse de él.
En la práctica del sexo oral solo pueden encontrarse en nueve ocasiones y en cada una la Tigresa debe asegurarse de que su hombre eyacule al menos tres veces. Posterior a esto, el Dragón Verde tomará un descanso de seis semanas para recuperar su energía sexual. En las dos siguientes fases, denominadas conservación y refinamiento, deberán dedicarse a “acumular el chi (energía vital) y a refinar el shen (espíritu y conciencia)”, según una crónica publicada por el diario El País.
En el libro, el autor explica que una mujer puede rejuvenecer de cinco a 10 años, tanto así que es capaz de lograr que se retrase la llegada de la menopausia o, en el mejor de los casos, que nunca llegue.
Por otro lado, y tal como lo justifica la creencia, las tigresas no acuden a métodos estéticos para conservar su belleza ni usan maquillaje, pues aseguran que practicar felaciones las hará lucir siempre jóvenes. Asimismo, se depilan todo el cuerpo (exceptuando la cabeza), en especial el área púbica, para recrear el cuerpo de una niña.
Siguen un régimen alimentario y de actividad física estrictos: restringen el consumo de carne de res, grasas, y lácteos y, con frecuencia, practican kung fu y kigong, afirma Valerié Tasso, autora de El otro lado del sexo.
Pero el mayor truco de belleza que tienen es untar el semen en su cuerpo y rostro, como parte de su rutina de belleza. “Para estas fascinantes mujeres perder semen es perder energía. Por eso lo conservan con gran esmero (ya que para conseguir una gota de semen se necesitan 40 gotas de sangre). Las tigresas aplican el semen en todo su cuerpo en vez de tragarlo como si de una mascarilla se tratase, la cual retiran más tarde con un paño mojado en zumo de pepino”, asegura la sexóloga Paula Sánchez.
La imagen del Dragón Jade
En su proceso, las Tigresas tienen un asesor personalizado, por decirlo así. Se trata del Dragón de Jade, un hombre que las inicia y acompaña durante sus años de formación.
El Dragón Jade podrá supervisar las felaciones de la Tigresa a su Dragón Verde, sin que este se dé cuenta, y deberá instruirla para lograr con éxito su eyaculación. Las practicantes solo se tragan el semen del Dragón Jade, privilegio, según Valerié Tasso, que no tienen otros hombres.
Esta sociedad, hasta ahora secreta, busca que sus creencias no queden en el olvido, como lo confirma la matriarca Madame Lin, con respecto a las Enseñanzas sexuales de la tigresa blanca: los secretos de las maestras taoístas. “Estamos convencidas de que, por fin, con esta maravillosa compilación de las enseñanzas de la Tigresa Blanca realzada por Hsi Lai, nuestra filosofía y conocimientos no caerán en el olvido... dichas enseñanzas disponen ahora de un terreno fértil en el que crecer", asegura.