La nueva generación de Lesbian Chic

Fucsia.co, 7/4/2014

Katy Perry, Rihanna, Miranda Kerr y un largo etcétera de famosas se apuntan a la moda del Lesbian Chic basada en declarar una latente curiosidad por explorar en su homosexualidad o insinuar que se es lesbiana, aún cuando, a la gran mayoría, solo se les conocen parejas hombres.

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“Aprecio tanto a los hombres como a las mujeres. Me encanta el cuerpo femenino y realmente valoro sus formas. Aunque, definitivamente necesito a un hombre en el cuarto; un pecho bonito y fuerte sobre el que recostarme. Sin embargo, quiero explorar. Nunca digas nunca”, Con esta declaración de intenciones, recogida en la edición británica de la revista GQ junto a unas provocativas instantáneas realizadas por Mario Testino, Miranda Kerr hacía pública su curiosidad por el mundo lésbico.

La modelo es la última en unirse al elenco de famosas que hacen comentarios en los que, de forma ambigua y poco firme, dan a entender que, o bien han tenido sus escarceos amorosos con personas de su mismo sexo o, bien, tienen la disposición en algún momento de su vida de indagar en su sexualidad a través de relaciones homosexuales. Son la nueva generación de Lesbian Chic, celebrities que hacen del lesbianismo una cuestión de glamour.

Antes que ella, otros personajes del mundo del espectáculo se prestaron a este juego, por supuesto de forma eventual y siempre bajo un halo de misticismo e imprecisión. Madonna fue una de las pioneras, haciendo de su falso lesbianismo la herramienta de marketing perfecta para impulsar su carrera musical. Entre sus “momentos lésbicos” más simbólicos, su beso-trío con Britney Spears y Christina Aguilera durante la gala de los VMA’s en 2003. Sin embargo, si nos remitimos a su vida personal, solo se la conocen parejas hombres.

Cantantes como Miley Cyrus o Katy Perry también se han dedicado a pregonar su presunta atracción por las mujeres. De hecho, la segunda saltó a la fama con la canción I kissed a girl en el que admitía que “he besado a una chica y me ha gustado”. Lo de la primera, en cambio, fue más una cuestión de rebeldía que otra cosa: su dudoso lesbianismo forma parte de una estrategia bien estudiada –donde también se incluye el twerking como movimiento estrella de su repertorio de provocaciones- para desligarse de su antigua faceta de niña Disney e impulsar su carrera musical convertida en adulta. Cabe mencionar que a ninguna de las dos se la conoce relación alguna con una mujer. En cuanto a escarceos con féminas, solo el que se prodigaron la una a la otra en forma de beso en un concierto de la gira Bangerz de Cyrus en Los Ángeles.


Foto: Pinterest. El beso de Miley Cyrus y Katy Perry durante la gira de la primera.

Así pues, cabe preguntarse hasta qué punto la ex mujer de Orlando Bloom, al igual que sus sucedáneas, está realmente interesada en explotar su lado homosexual -ahora que vuelve a engrosar las filas de la soltería-, o sólo en hacer campaña y promocionar su carrera a través del morbo que este tipo de declaraciones –y actos- genera a nivel público y a raíz del tratamiento sensacionalista que hacen de este tipo de informaciones los medios de comunicación.

El videoclip de Shakira y Rihanna, por ejemplo, en el que ambas cantantes comparten cama y estéticas caricias ataviadas ambas únicamente con lencería superó los 50 millones de visionados en Youtube 70 horas desde su lanzamiento. Claro ejemplo de que el morbo pseudolesbiano gusta y vende.  De hecho, la cantante de Barbados es una de las máximas exponentes del Lesbian Chic en su versión más manipuladora y comercial. Entre los múltiples ejemplos de su desacertada tendencia a hacer del tema lésbico un reclamo puramente publicitario, la sesión de fotografías para la revista V Magazine en la que posa con Kate Moss, ambas en actitud muy cariñosa y sugerente.


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Las ridículas escenas de mujeres jugando a ser gay no tiene ninguna coherencia con la realidad. No solo es un riesgo por el efecto que provoca en las niñas jóvenes que están descubriendo su sexualidad, si no que daña la imagen de las lesbianas ordinarias que solo quieren liderar una vida normal sin ser asociadas a esa celebrities que son utilizadas como mercancía para resultar atractivas ante la fantasía masculina”, escribía la feminista británica, y lesbiana reconocida, Julie Bindel en un artículo para el periódico Daily Mail.

Como ella, son muchas las mujeres del colectivo homosexual que consideran que este tipo de promoción que se hace del lesbianismo desde las instancias del Lesbian Chic, producto, por otro lado del consumismo y el marketing más irracional, producen un efecto negativo en la concepción de la propia homosexualidad: lo relegan a una cuestión puramente estética y banal, olvidando que todavía en diferentes partes del mundo se sigue matando y arrestando a personas por su orientación homosexual.

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