Esteban Cortázar, un atardecer en la nieve

Foto: AFP
 
Un atardecer en un bosque después de una nevada se tomó el recinto del Carrousel du Louvre, en París la tarde del miércoles 27 de febrero. Entre las ramas secas comenzaron a salir, pausadamente, lánguidas siluetas envueltas entre shifones, sedas y cachemirs. Así se dió comienzo al debut de Esteban Cortazar en las grandes lides de las pasarelas internacionales. Bajo una discreta colorimetría en donde no podía falta el fucsia (color que caracteriza a la casa Ungaro), el uso de cortes asimétricos y la combinación de texturas Ungaro dejó ver, después de una espera interminable para todos aquellos que querían ver el trabajo de Esteban, su colección ready to wear.

Esteban tuvo tres meses para crear su obra, fue nombrado como el diseñador de las colecciones de mujer el primero de diciembre del año pasado. Trabajo de meses que se vio reflejado en faldas, camisas, pantalones pitillo, grandes sacos y vestidos de noche. Todo con un movimiento permanente, ajustándose incesantemente en el cuerpo de las mujeres del bosque.

Eso hizo Esteban para Ungaron, un mundo donde la suavidad, las texturas y el movimiento son las reglas. Todo esto direccionado hacia la concepción de un universo contemporáneo, un estilo más fresco y cool.