¿Por qué las modas no son eternas?

Fucsia.co, 16/6/2014

Cada vez es más frecuente ver cómo con la misma rapidez que cobra fuerza una tendencia, deja de serlo. Esto es debido a las tres fases que configuran el cliclo de la moda en conjunción con la aparición de Internet. Te contamos en qué consisten.

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Estamos en una época de inmediatez y difusión masiva, debido en gran parte al apogeo de las nuevas tecnologías e Internet. Y es que, uno ya deja de llevar la cuenta de la cantidad de tendencias de moda que se imponen. Aparecieron las camisas dénim, después los estampados de lunares, más adelante la moda hipster y sus cuadros, y un largo etcétera de tendencias a las que resulta imposible seguirles las pista debido a la rapidez con la quesuceden. Pero, ¿qué nos impulsa al resto de mortales a seguir las modas que se imponen cada cierto tiempo y que, no cabe duda, tendrán una vida útil finita?

La Asociación de Marketing Americana ha hecho público un estudio sobre la influencia de Internet en el declive de las modas. De hecho, antes de la aparición de esta plataforma, las tendencias atravesaban las tres fases del ciclo de la moda que, según la investigación, definen la esperanza de vida de estas desde su creación hasta su caducidad. Ahora, lo hacen en cuestión de días o incluso, de horas.

La primera es la etapa definida como diferenciación, cuando las prendas tocan la pasarela, videoclips o alfombras rojas  y el resto de fashionistas y gente de a pie le ponen el ojo encima. Es el momento en el que la tendencia coge fuerza.

Detrás de esta, la fase de emulación, es decir, cuando se empieza a seguir esa tendencia de forma masiva. Las prendas que la secundan se convierten en piezas de deseo y acaparan todas las portadas de las revistas referentes y los clóset de las celebrities.

Finalmente, se sucede la fase de entierro. Esta viene definida por la saturación del mercado en relación con esa prenda o prendas fetiche. La industria las explota y reproduce hasta tal punto que dejan de ser un objeto único y característico.

El estudio asegura, asimismo, que la mayoría de mortales nos volvemos adeptos a las modas en la fase segunda o tercera. Son, por el contrario los famosos, fashionistas o buscadores de tendencias los que las asumen desde su nacimiento o primera etapa.