El día en que conocí a Óscar de la Renta

Por Lila Ochoa, directora revista FUCSIA

Gracias a Alicia Mejía, en ese momento parte del equipo de Inexmoda, Óscar de la Renta vino a Colombia y nos mostró que era la moda de talla mundial.  

El 2000 fue un año muy especial para mí, pues precisamente en ese momento se lanzó la primera Revista FUCSIA y yo me estaba entrenando en ese mundo de las revistas, los periodistas y de la moda. Oscar de la Renta hizo su primer desfile en Colombia, en Julio de ese año, en Medelllín.

Alicia Mejía, directora de mercadeo de Inexmoda, estaba empeñada en traer a un diseñador internacional y logró que Oscar le aceptara presentarse en el desfile inagural de Colombiamoda. Gracias a Óscar, Alicia logró los años siguientes que otros diseñadores de su mismo calibre aceptaran venir a Medellín y los colombianos tuvimos acceso a ver moda de verdad.

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Yo diría que tanto diseñadores como periodistas tuvimos la oportunidad de hacer un curso intensivo de moda, al ver lo que realmente se mostraba en las pasarelas de Nueva York, Paris y Milán. Comprendimos todos el trabajo que teníamos por delante, para que la industria de la moda colombiana pudiera tener estándares internacionales.

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No puedo decir que en es momento haya entablado una amistad con de la Renta, pues a pesar de ser una persona accesible y con alma latina, pasó uno de sus mejores momentos 'rumbeando' en Medellín con todo su equipo. El contacto fue superficial.

Toda la vida admiré su trabajo, pues siendo latino no era una tarea fácil triunfar en Nueva York y, desde el primer momento, mostró su talento. Óscar pertenece a la escuela de diseñadores como Pierre Balmain y Christian Dior, que llegaron a convertirse en íconos de la moda por su creatividad y, en el caso de de la Renta, por el uso del color, cosa que no era usual en ese momento.

Su alma latina se expresaba en combinaciones audaces, estampados muy coloridos y, en general, en el uso de tonos fuertes. Su experiencia en la Alta Costura, fue el diseñador para la casa Balmain que durante varios años, le dio a sus creaciones el perfeccionismo y el gusto por el trabajo manual. Sus prendas se caracterizaron siempre por los acabados, por la belleza de las telas y por esos elementos del arte manual que hacen de cada prenda algo único.

Su segundo viaje a Colombia fue a Medellín y a Bogotá, para presentar su colección de Alta Costura para Balmain. Dos eventos maravillosos que dejaron una huella profunda en los amantes de la moda. Cuando volvió por tercera vez al Cali Exposhow, pude finalmente conocerlo un poco más, gracias a doña Rosita Jaluf de Castro, vida y alma de este evento, quién me sentó en su mesa el día de la comida en honor del diseñador dominicano.

Esa noche, en medio del espectáculo que nos dieron los bailarines de Delirio, conversamos largamente. De moda, de la creatividad de los latinos y de la belleza del Valle del Cauca y desde luego de la calidez y amabilidad de sus anfitriones.

Ese es mi recuerdo, el de un gran hombre por su sencillez y por su maravilloso trabajo como diseñador. Su sonrisa la tengo grabada en mi mente y la huella que dejó en Colombia es imborrable.
Oscar de la Renta junto con Carolina Herrera, son los dos latinos que conquistaron al mundo de la moda y su contribución marcó un momento en la historia.