Etiquetas nutricionales ¿Por qué es tan importante aprender a leerlas?

En el mundo cada vez hay más personas que se interesan en leer los datos nutricionales, pero solo muy pocos saben la manera correcta de hacerlo. Lamentablemente las reglas de etiquetado en muchos países no son tan estrictas y existen marcas que pueden aprovechar ese desconocimiento para vender productos disfrazados de saludables pero que en realidad no lo son.

Es por eso que hoy queremos dejarte los principales aspectos que consideramos deben tenerse en cuenta a la hora de comprar un alimento procesado.

No debes guiarte solo por lo que dice el empaque en su parte frontal, su publicidad, su decoración, sus sellos. La recomendación es que vayas a la parte de atrás del producto y leas la tabla nutricional y las letras pequeñas donde están los ingredientes; ahí es que encontrarás el valor nutricional real del producto.

Debes tener en cuenta que muchas veces lo que está anunciado en la parte frontal del empaque, cuando lo comparas con lo que dice en la parte trasera en las etiquetas nutricionales, no es tan cierto que se trate de un alimento saludable.

Los ingredientes van dispuestos en el empaque de tal manera que el que mencionan primero es posiblemente el principal ingrediente que tiene el producto, y así, sucesivamente, irán de mayor a menor según su cantidad proporcional en la preparación. Por lo que, si compras, por ejemplo, una mantequilla de almendra, lo principal que debe estar evidenciado en la tabla de ingredientes será almendras y no azúcar.

Fíjate además en la cantidad de ingredientes que tiene un producto y has la prueba de los 5 dedos de tu mano; es decir, un buen alimento no debería tener una lista larga de componentes y los primeros 5 determinarán si definitivamente es un buen alimento.

Observa si los ingredientes que están en la lista son difíciles de pronunciar. Si no los entiendes cuando los lees, es mejor que lo dejes a un lado. Nombres como Acesufalmo-K, entre otros, pueden ser uno de los ejemplos.

Asegúrate que el alimento no tenga endulzantes artificiales como la sucralosa, la sacarina y el aspartame. Tampoco colorantes artificiales como el amarillo anaranjado S, amarillo de quinoleína, tartrazina, azul patente V, tartrazina etc. Debes igualmente tener cuidado con los saborizantes artificiales y con los conservantes no naturales.

Mira los porcentajes de los endulzantes naturales en las tablas nutricionales, un alimento puede estar endulzado naturalmente, pero debes fijarte muy bien la cantidad que tiene por cada porción dentro del empaque. El azúcar, la panela, la miel son naturales, pero en exceso pueden ser perjudiciales para tu sistema metabólico.

Evita al máximo alimentos que en su listado tengan ingredientes como grasas trans, grasas hidrogenadas, jarabe de maíz, glutamato monosódico, dióxido de titanio, propilparabeno, bromato potásico, aceite vegetal bromado, carragenina, etc. Éstos pueden ser muy inflamatorios para tu organismo y si los consumes con frecuencia te pueden traer problemas de salud.

Debes poner atención a las porciones que normalmente tiene un paquete o un envase de un producto, por que normalmente viene más de una porción en el empaque, pero la tabla nutricional calcula los valores sobre una sola porción y no la del total que contiene el alimento. Así que, toda la información y números que salgan en la etiqueta nutricional la tendrás que multiplicar por la cantidad total de porciones que tiene. Por ejemplo, si la etiqueta dice que una caja de bebida de almendras tiene 5gr de azúcar por cada 100 ml y la caja tiene 400 ml de líquido, deberás multiplicar los 5gr de azúcar por 4, -valor que equivale a los 400ml-, de esta manera el resultado será el valor del gramaje de azúcar que tiene en total el producto.

Siempre analiza en los datos nutricionales el valor que contiene de fibra, debido a que es muy benéfica para la salud intestinal y el mantenimiento de la microflora. Es muy importante que la fibra que tiene el alimento que vas a comprar contenga fibra natural y no fibra añadida, debido a que la primera tendrá mucho más valor nutricional.

Rompe el mito de pensar que leer etiqueta es complejo, ten la seguridad que si te aprendes estos puntos que te mencionamos anteriormente y lees un poco más a fondo sobre el tema, verás que se convertirá en una acción sencilla y rápida de hacer. Recuerda que unos minutos que te tomes para leer una etiqueta nutricional, te asegurarán años de salud y bienestar.

Sobre Mishmashladies

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