Home /

Blogs

/

Artículo

¿Cómo perder peso sin perder el tiempo, y sin consecuencias negativas para su salud?

Mauricio Jiménez, 23/5/2012

Sirven las pastillitas de Jorge Hané que salen en televisión?, ¿es mejor utilizar la auriculoterapia?, ¿qué es el té de Jamaica? La fiebre de muchos locos por encontrar alternativas rápidas para bajar de peso se ha convertido en una carrera que solo sirve para desgastar el cuerpo y la salud, saltando de dieta en dieta, de medicina en medicina sin buenos resultados. Por ejemplo: ahora muchos se han dejado tentar por el Chitosan, luego de conocer las aterradoras experiencias de aquellos incautos que probaron la famosa Frutaplanta, para descubrir meses más tarde que se trataba de la peligrosa Sibutramina, ya descontinuada por sus riesgos cardiovasculares.

facebookfu.jpg

 

Pues bien, buscando soluciones para mis pacientes, encontré ciertos datos que les pueden ayudar no solamente a perder peso, sino a no perder el tiempo o mucho peor, poner en riesgo su salud.

 

Nada de lo que vale la pena en la vida es gratis y se logra sin esfuerzo, decía mi padre. En mi consultorio he visto pasar mujeres jóvenes preocupadas por perder unos “kilitos”; hombres mayores angustiados porque sus esposas no se ven tan envejecidas como ellos y fundamentalmente ¡no están gordas!; familias enteras cuya tradición familiar les ha señalado que “ la vida está en la muela”  y por lo tanto quien no come es porque está enfermo o porque le caemos mal, o mucho más sectario… ¡por maleducado! ¿Cuál es el común denominador de todos estos pacientes y sus familiares? ¡No hacen una flexión abdominal ni para reírse!


Estudios recientes en una Universidad de Melbourne en Australia muestran que, según la meta, para perder o conservar su peso actual, el ejercicio físico debe durar no menos de 45 minutos en el primer caso y 30 para el segundo. Cualquiera que sea la actividad física, no se recomienda “sudar la camiseta”, ni ganarle a Usain Bolt. El llamado ejercicio cardiovascular, que tantos lesionados deja en los gimnasios, pero que tantos adeptos atrae, no es lo que los expertos recomiendan.

 

Utilice su cerebro, no para hacerle ejercicio a él, sino para optimizar su ejercicio. Busque una meta clara: perder o mantener; luego de esto mezcle algo de placer, para muchos el gimnasio aburre, ¿qué tal bailar? 30 minutos genial, ¡45 excelente! Ahora repítalo y diviértase dedicadamente 3 veces a la semana. ¿Mucho? Piénselo dos minutos y se dará cuenta que invierte mucho más tiempo en ver el noticiero en la televisión o su programa preferido, con el agravante que, casi  siempre está comiendo mientras lo ve.

 

Revisemos: ¿Cuánto comía usted cuando estaba más joven? Tal vez en el colegio o en la Universidad, comía muchísimo más que ahora, inclusive si tuvo la vena deportiva y logró mantener una disciplina del ejercicio de manera decente en contra de los años y las ocupaciones que la vida traía. Ahora bien, ¿qué pasa con la alimentación en los tiempos actuales? Pues nada, que cada vez comemos menos, “lo siento, la leche me mata”, “uy, pero sin salsa”, “Nooo, yo paso gracias…” Entonces, qué sucede, ¿por qué ahora tantas lectoras y tantos (también los señores se torturan) están pendientes de la cantidad de calorías?, que si tiene  grasas trans, que si es orgánico es mejor, que no tenga colorantes, preservantes, etc.

Comemos muy mal, hoy casi nadie se toma la molestia de sentarse a desayunar, 30 minutos como mínimo, hagámoslo agradable, porque no involucrarnos en el día a día de nuestros familiares, preguntarles por lo que harán durante las próximas horas, contarles qué planes tenemos, y todo mientras ingerimos una buena porción de fruta, ¡deliciosos jugos sin azúcar! o si el dulce nos mata, gracias Dios mío... por la ¡Stevia!, degustemos un buen omelet con jamón, queso y maíz, finalmente acompañemos todo esto con una taza de café, té o chocolate. Suena un desayuno de fin de semana, pero tomando el tiempo para hacerlo, hasta nos sobrará para escuchar las tareas de nuestros hijos en el colegio o inclusive oír las noticias juntos en la mañana, si de estar informado se trata.

 

Recuerden que es la comida la que les dará la energía para todo el día, plena de carbohidratos y proteínas, para asegurar el buen funcionamiento de la máquina, tomémonos el tiempo de desayunar con gusto y con sentido común.

 

 

google+fucsia.jpg

 

Un par de tips extra

Vale la pena recordarles, como lo hago con los pacientes que me consultan por el tema, que buscamos comer bien para no estar a mitad de mañana buscando los alimentos que nos de la energía que nos falta para llegar al almuerzo, o llegar a la oficina a desayunar a las 10am para caer en un profundo letargo, sino sueño hacia las 11 y las 12m. No se atoren con la comida, mastiquen y coman despacio, no requieren “pasantes” para poder deglutir los sólidos. Los que hemos manejado pacientes con sobrepeso y obesidad coincidimos en que líquidos y sólidos no tienen que ir de la mano en la mesa, si me permiten darles otro consejo importante, primero tómense el jugo, luego la fruta y después el chocolate o el café.  Vamos a ver a cuantos les queda espacio para la omelet, siempre prefieran primero los alimentos líquidos y luego los sólidos (este consejo aplica para el almuerzo y la cena).

 

Sean muy cautos más que estrictos con los horarios, el “Brunch” es la mejor manera de generarle a su organismo tantos errores de funcionamiento como pudiera. Repetir, rutinizar, homologar y cumplir sus horarios de comida (o por lo menos tratar de hacerlo) les generaran enormes beneficios gastrointestinales.

 

Consuma líquidos durante el día, ¡ojo con el azúcar! Preferiblemente no jugos de frutas, sino las frutas enteras, solo hasta las 4pm, nunca después. Un racimo de uvas (ni hablar de una mandarina) a las 7pm a manera de cena, es un pecado, mas si usted tiene 15 kilos de exceso y no me hizo caso de salir a tomar clases de baile en la noche. Prefiera una porción pequeña de proteína (jamón o queso) que le genere rápida saciedad y le permita acostarse sin estar tan lleno.

 

¿Quiere de todas maneras ayudarse tomando algo para bajar de peso, después de leer lo que sin mayor pretensión le conté? Bueno existen efectivamente buenos productos, la gran mayoría naturales, unos menos convenientes que otros, como el caso de los suplementos que sugieren como su nombre lo indica, suplir la necesidad de comer un específico nutriente, en realidad sustituir un rico trozo de carne por un batido de vainilla o chocolate, si lo quiere hacer y no se aburre, funciona. El tema es constancia. Medicamentos naturales a base de termogénicos (mal llamados lipoliticos o quemadores de grasa) como la Alcachofa, el Guaraná, el Diente de León, la Garcinia o la Centella Asiática, basan su funcionamiento en destinar exclusivamente la producción energética tomando como combustible únicamente la grasa corporal, la gran mayoría, adicionalmente tienen un factor reductor de apetito, el cual sin duda les ayudará más con el tema de la cantidad de comida servida o porción.

 

Reductores de la absorción intestinal que seriamente pueda recomendar porque funcionan, siempre de origen natural: las semillas de linaza, el anís, el germen de trigo, semillas de alfalfa, fibras como el mucílago, se consiguen preparados y por separado, muchos pueden generar trastornos intestinales como reblandecimiento de las heces, benéfico para aquellas que sufren de estreñimiento, muy frecuentemente asociado con el sobrepeso.

 

No me tome a la ligera, esto que le cuento no es el gran secreto, nunca funcionará por sí solo como una receta de cocina (como en la tele), aunque los pueda conseguir en una farmacia, tienda naturista o almacén por departamentos, nunca se automedique, ¡consulte primero! Siga un plan, con un objetivo claro a la vez, preste atención a sus antecedentes y coménteselos al médico en el momento de transmitirle su inquietud por perder peso, más no perder su tiempo o su salud.