8 razones por la que 'Game of Thrones' es una serie feminista
La serie, ya en su quinta temporada, cuenta con un elenco de personajes femeninos en los que se condensan estereotipos de mujeres fuertes, inteligentes y luchadoras. Estas son nuestras razones por las que la serie es una exaltación de la mujer.

Ya ha dado el pistoletazo de salida la quinta temporada de una de las series de televisión más aclamadas de todos los tiempos. Hacemos un recorrido por los personajes femeninos que han conformado -y algunos se mantienen- este proyecto televisivo creado por David Benioff y D. B. Weiss, basado en la serie de novelas 'Canción de hielo y fuego', de George R. R. Martin. Mujeres que, por su fortaleza, inteligencia y capacidad de desafiar el sistema patriarcal en el que coexisten, hacen de Game of Thrones una serie que bien podría considerarse como abanderada del empoderamiento femenino.
1. Resalta la imagen de la madre coraje: Catelyn Stark representó en las temporadas pasadas el concepto de madre coraje: mujer reflexiva e inteligente capaz de guiar a su marido e hijo cuando a estos les llega la hora de enfrentarse a decisiones trascendentales. Ella es la cabeza pensante; impone la razón a la impulsividad que demuestran algunos de los personajes masculinos que la rodean y a los que debe aconsejar.
2. La mujer no es moneda de cambio: Arya Stark, la pequeña de la casa de Invernalia es una superviviente; una luchadora nata que no deja que la desesperación por perder a casi toda su familia se adueñe de ella. En vez, opta por desarrollar sus aptitudes para empuñar una espada y buscar venganza. En Arya también se condensan las características de una niña rebelde que se niega a seguir las imposiciones de una sociedad que discrimina a la mujer y que la relega a ser moneda de cambio, especialmente en lo que respecta a los matrimonios concertados.
3. La astucia para triunfar entre hombres: Ollena Redwyne, a primera vista pragmática y estoica en su puesto de viuda y cabeza de la familia Tyrell. Sin embargo, su aspecto frágil y disciplinado no se ajusta a su personalidad astuta y maliciosa. Su sagacidad y su lengua afilada le capacita para desenvolverse a la perfección en un mundo liderado por hombres y y salir airosa de él (incluso victoriosa).
4. No hay roles que las mujeres no puedan hacer: Brienne de Tarth es guerrea, dura y eficaz en su labor de ‘caballera’; deja patente que una mujer puede transgredir los roles de género y desempeñar con eficiencia una labor que la sociedad destina exclusivamente a los hombres.
5. Las imparables ansias de poder: Cersei Lanniester es maquiavélica, astuta e inteligente. Sabe lo que quiere y actúa en consecuencia para alcanzar sus propósitos, sin reparar en nada, ni en nadie; tampoco en ética alguna. Incapaz de contentarse con ostentar un cargo secundario en el funcionamiento interno de Desembarco del Rey (al que queda relegada por su condición de mujer) conspira para materializar sus ansias de poder desde la sombra.
6. Reina la valentía femenina: Daenerys Targaryen ejemplifica el poder femenino en su mayor exponente. En esta mujer convergen poder y valentía. Hecha a sí misma, Khaleesi lleva las riendas de su propio destino sin tener para ello que demostrar cualidades como la sumisión, una característica que se vinculan con demasiada ligereza al género femenino. Es bondadosa, pero no por ello su fortaleza como líder se ve relegada a un segundo puesto.
7. La astucia no entiende de machismo: Margaery Tyrell se vale de su belleza para conseguir lo que quiere, de forma exquisita y elegante. No se mancha las manos, ni se dejó mermar en el pasado por un marido vil, machista y macabro como era Joffrey Lannister. Es ambiciosa en sus acciones y lo suficientemente astuta para llevar a cabo sus propósitos.
8. La capacidad de superación personal: A Sansa Stark la conocimos como una niña dócil y sumisa. Martir incluso. Sin embargo, a medida que el personaje ha ido creciendo en madurez, también lo ha hecho en entereza. Su entendimiento del mundo atroz, injusto y patriarcal en el que se desarrolla su personaje, permite que Sansa vaya adquiriendo una personalidad más firme y fuerte con el fin de ajustarse a la realidad y sobrevivir.