¿Somos una sociedad mojigata?
A propósito de la polémica que tuvo como protagonista a Rihanna y unas fotografías de ella sin ropa que, luego fueron censuradas por Instagram, nos preguntamos cuál es el límite entre lo que se puede y se debe difundir.

Llama la atención que una plataforma como Instagram o Twitter, punto de encuentro de millones de seguidores y sus contenidos, en ocasiones de alto tinte sexual, ciertamente subidos de tono o políticamente incorrectos (ingrese el hashtag #sexselfie en Google y entenderá el por qué de esta afirmación), se haya decidió a censurar a Rihanna por un topless artístico. ¿Cuál es el límite de lo que es aceptable compartir en redes sociales del estilo de Instagram, y cuáles sobrepasan las fronteras de lo razonable?
Por otro lado, recientemente la serie de la cadena HBO, Game of Thrones, también fue el centro de la polémica tras estrenar el tercer capítulo de su cuarta temporada. Si bien la serie se caracteriza por su alto contenido sexual, por la continúa recreación de asesinatos y torturas y explícitas escenas incestuosas y de perversiones varias, -entre ellas, violaciones-, los incondicionales de Game of Thrones se escandalizaron con una en concreto, contenida en el citado capítulo. En ella, Jamie Lannister viola a su hermana y amante Cersei delante del cuerpo ya sin vida de Joffrey, hijo y sobrino de ambos. Tal fue el revuelo que el creador de la saga literaria, R. R. Martin, tuvo que salir a la palestra y disculparse por la escena, del mismo modo que el actor que encarna al personaje de Jamie tuvo que reconocer, a modo de justificación, lo complicado que fue para él grabar esa secuencia.

Una de las fotografías de la sesión de Lui que la cantante de Barbados subió a su cuenta de Instagram.
Aquí es cuando uno se hace de nuevo la misma pregunta, ¿por qué tanta mojigatería cuando la sociedad en la que vivimos se recrea constantemente en las imágenes violentamente explícitas que conforman los noticieros y los periódicos, en los desnudos a los que recurre constantemente la industria de la moda y las revistas que le abanderan?
El sociólogo Mario Pineda, licenciado por la Universidad Complutense de Madrid, España, indica que “estamos inmersos en una sociedad mediatizada, en la que el paradigma sobre lo que es políticamente correcto difundir y lo que no, ha quedado ciertamente difuso. Hemos normalizado todo tipo de imágenes y situaciones gracias al influjo de internet y a la capacidad de los medios de comunicación de informar sobre lo que ocurre en el mundo. De vez en cuando, alguien hace gala de cierta ética (entrecomillada) y decide que algo es demasiado morboso, amarillista o erótico como para no quejarse en voz alta de esos contenidos. Pero no, definitivamente la mojigatería no es una cualidad que se le pueda circunscribir al momento en el que vivimos”.

Portada de la revista Lui que Rihanna protagoniza
Resulta pues, ironico, como asegura el experto, como una portada de una revista puede suscitar tanto revuelo, de la misma forma que una escena de una violación genera tanta controversia cuando "los noticieros que consumimos a diario están repletos de noticias sobre atrocidades y crímenes que ya no nos conmueven en absoluto", concluye.