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¿Por qué las mujeres ganan menos que los hombres?

Fucsia.co, 11/3/2014

Las colombianas ganan, en promedio, un 20,2% menos que sus compañeros varones por desempeñar el mismo cargo. Las estadísticas apuntan a que la brecha salarial no es una cuestión aislada: ellas padecen esta discriminación laboral alrededor del planeta.

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Las estadísticas a nivel mundial alertan que la paridad salarial entre hombres y mujeres está muy lejos de convertirse en realidad. A pesar que la situación ha mejorado desde que comenzara el nuevo siglo y en comparación con años atrás, en la mayoría de estados del planeta, ellas perciben entre un 70 y 90% menos de salario en relación con sus compañeros masculinos por desempeñar la misma labor, según datos de 2013 recabados por ONU Mujeres.

La incorporación tardía de la mujer al mercado laboral es uno de los idearios que trata de justificar a nivel teórico por qué sigue vigente esta brecha salarial. Sin embargo, entre 1980 y 2008, la organización de Naciones Unidas mencionada, dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las féminas, contabilizó en 552 millones las mujeres que pasaron a formar parte de la fuerza laboral en sus respetivos países. De esta forma, se multiplicó la presencia de estas en el panorama profesional, tanto a nivel privado como a nivel público. Aún así, seis de cada diez trabajadores a nivel mundial seguían siendo hombres en el momento de la publicación del estudio. Asimismo, y en 2011, el 50,5% de las trabajadoras estaban en situación de empleo vulnerable (que también implica salario precario),  frente al 48,2 % de hombres en la misma circunstancia.

Se supone que quien establece las condiciones de trabajo en el ámbito laboral suelen ser los hombres, y, por lo tanto ,siguen considerando a la mujer como una inversión estacional y no duradera. Entre promocionar a un varón y a una mujer que no se quedara embarazado y a una mujer que durante muchos años tiene vida fértil, optan por el hombre, al que siguen considerando cabeza de familia cuando cada vez se dan otro tipo de unidades familiares, sobre todo monoparentales, o donde la mujer es el verdadero sustento de la casa al ser su trayectoria profesional y educación superior a la del marido”, opina Paloma Barrientos, directora del periódico digital español Vanitatis.

Las colombianas ganan menos dinero que sus compañeros hombres por el mismo cargo

Colombia es uno de los países latinoamericanos que más crece a nivel económico en la región; solo en 2013, su Producto Interior Bruto (PIB) incrementó en un 4,5%. Sin embargo, el desarrollo de la república parece no repercutir en las condiciones salariales y laborales de sus mujeres. Según datos del DANE, en 2012 la tasa de desempleadas se cifraba en el 47%, mientras que la remuneración que ganaban las que si trabajaban era, en promedio, de un 20,2% menos que los hombres con mismo cargo.

“La participación de las mujeres en el mundo del trabajo ha avanzado en las últimas décadas, pero [en América latina] la brecha salarial entre géneros continúa. Los estereotipos y las percepciones erradas de los roles de hombres y mujeres han distorsionado las interacciones” aseguró Hugo Ñopo, autor del estudio Nuevo Siglo, Viejas Disparidades 2012 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En este, se recoge que, a pesar de que las mujeres en Latinoamérica están más educadas, en conjunto ganan un 10% menos que los hombres.

La frialdad de los números estadísticos recogidos es una muestra de que se existe una masculinización del trabajo, debido al impacto que la vida familiar sigue ocasionando en la jornada laboral de la mujer y no al revés. De hecho, según la investigación del BID, las féminas son más tendientes a aceptar trabajos vulnerables, a tiempo parcial o de autoempleo  para atender sus labores en el hogar. Esto, por supuesto, se refleja en que perciben menos remuneración debido a las condiciones precarias del cargo. 

La precariedad salarial y la discriminación a este respecto por cuestiones de género se dilata si además de mujer, esta es madre. Según datos manejados por Ximena Peña, profesora asistente de la Universidad de los Andes, las progenitoras reciben un 9.4% menos salario que sus homólogos sin hijos. Esta cifra llega al 17.4% menos cuando estas tienen dos o más hijos.

Para Barrientos, “en el caso de tener el mismo trabajo, a la mujer se la rebaja a una categoría inferior para justificar una remuneración diferente. Bajo unos parámetros de igualdad subjetiva, analizan que la mujer pedirá más permisos por cuestiones relacionadas con la maternidad o por imprevistos de los hijos. Es curiosa esta manera de pensar que considera que la descendencia se ha creado en un laboratorio donde los padres no existen y, por lo tanto, nunca faltaran al trabajo porque las incidencias infantiles no van con ellos. Menos mal cada vez más hombres piden baja maternal u horario flexible para estar en casa cuando lleguen los hijos”