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Cómo hablar de sexo con los hijos

, 14/12/2011

Para muchos padres hablar de sexo con los hijos puede resultar sumamente incómodo, la Sexóloga Clínica Certificada, Alessandra Rampolla, conductora de varios programas de televisión especializados en sexualidad, explica las claves para enfrentar ese tema y superar el tabú que lo rodea.

Foto: Thinkstock - Foto:

La educación sexual de los hijos en casa suele ser un tópico que queda sin abordar, no porque los padres no quieran hacerse cargo de esta importante faceta de la enseñanza, sino porque no saben cómo comunicarse con ellos. El tema de la sexualidad no es fácil de abordar para muchos adultos, esto ocurre cuando lo tratan con otros adultos y particularmente cuando lo empiezan con los hijos.

Las características culturales aún representan grandes  vetos para temas naturales como el sexo, mucho más cuando se trata de la educación.  Muchos padres aún piensan que no está en sus manos la primera palabra explicativa acerca de la sexualidad, porque así incitarían a sus hijos a mantener relaciones sexuales en la pubertad; otros simplemente sienten vergüenza de transmitir información explícita o de contestar las preguntas de sus hijos.

Para evitar momentos embarazosos frente a los interrogantes de los hijos, la sexóloga Alessandra Rampolla sugiere:
    Leer libros y artículos educativos sobre sexualidad, para asegurarse de que la información que van a brindar es adecuada a la edad del niño.
•    Ver videos de educación sexual para encontrar el lenguaje apropiado, luego compartir el material elegido con los hijos y exhortarlos a hacer preguntas.
•    Consultar a un profesional de confianza, sea psicólogo, sexólogo o médico, debe ser una persona que se sienta cómoda con el tema.
•    Organizar los pensamientos e ideas que se quieren transmitir a los niños escribiéndolas en un papel, así se evitarán posibles confusiones y malentendidos.
•    No olvidar que entre más se hable del tema, más normal y menos incómodo se vuelve.

Miedos para superar
Miedo a no saber la respuesta correcta: “no deberían avergonzarse si entienden que no tienen el conocimiento para educar a sus hijos en todos los aspectos sexuales –afirma la experta– La mayoría de adultos no ha recibido una educación formal al respecto. Lo importante es que les dejen saber que siempre pueden contar con ustedes para encontrar respuestas a sus interrogatorios”

Miedo a equivocarse: “nadie tiene que saberlo todo. En caso de una equivocación de primera, siempre recomiendo que se mantenga absoluta honestidad ante el error. Un simple reconocimiento de ello y disculpas sinceras, en caso de que se ameriten, suelen ser suficientes”

Miedo a que al hablar sobre sexo, se otorgue permiso para el sexo: “es erróneo pensar que hablar sobre sexo quiere decir que se exhorta a la actividad sexual a temprana edad –enfatizó Rampolla– se han realizado muchos estudios que demuestran que los niños que reciben información sexual por parte de sus padres suelen retrasar el comienzo en la actividad sexual en comparación con aquellos chicos que nunca recibieron dicha educación. Además son más propensos a utilizar métodos anticonceptivos”

Mitos
Mito 1:
no se debe hablar al niño sobre sexo hasta que pregunte. “Infortunadamente no todos los niños preguntan, esto no quiere decir que no quieran saber. Muchas veces el silencio de los padres es sinónimo de que en casa el sexo es un tema tabú”
Mito 2: solo dile al niño lo que crees que debe saber en ese momento. “los padres siempre subestiman lo que el niño quiere saber. Ellos van a entender lo que están preparados para entender y siempre es  bueno dar respuestas completas –dijo– no es cierto  que porque se habló del tema una vez ya está el problema resuelto, es posible que el niño pregunte varias veces la misma cosa”
Mito 3: el padre debe hablarle de sexo al niño y la madre a la niña. “de ninguna manera. El mejor escenario tiene a ambos padres cómodamente dispuestos a comunicarse con los hijos de ambos géneros”
Mito 4: los niños no deben saber sobre sexo sino permanecer inocentes y disfrutar de su niñez. “los mensajes sexuales que reciben a temprana edad pueden afectar la manera en que un niño se sienta con su cuerpo y su sexualidad en la adultez. Un niño que siente la confianza de hablar sobre sexo con sus padres es mucho más propenso a comunicarse con ellos en caso de que exista algún comportamiento malicioso o abusivo por parte de otro adulto”