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El deseo de tener un bebé

, 13/4/2010

Los embarazos sicológicos son trastornos originados por el desmedido anhelo de ser madres. Conoce las causas y cómo deben ser manejados.

Qué son los embarazos psicológicos y cómo tratarlos. - Foto:

Por diversos motivos que van desde factores hereditarios hasta problemas médicos o emocionales, muchas mujeres no pueden concebir un hijo. Esa imposibilidad genera ansiedad, depresión, preocupación, irritabilidad y en algunos casos -aunque poco frecuentes- embarazos sicológicos o imaginarios.

Lo que ocurre a continuación es que la mujer logra experimentar la mayoría de los síntomas que provoca un embarazo con feto. En consecuencia, los mareos, las náuseas, la amenorrea (ausencia de la menstruación por un periodo mayor a 90 días), la ganancia de peso, la transformación de los senos, el aumento del tamaño del abdomen y hasta la percepción de movimiento en el vientre, se hacen evidentes consiguiendo que la mujer sienta y asuma que está esperando un bebé.

Aunque aún no se ha determinado con exactitud por qué un embarazo sicológico presenta las mismas reacciones en el cuerpo que la gestación natural, los sicólogos explican que se debe a que la mente logra imponerse a las funciones hormonales haciendo que éstas se alteren. Es así como la mujer puede sentir los malestares propios del embarazo y por su enorme deseo de ser madre se convence de que está en cinta.

Las causas principales
El anhelo incontrolable de tener un hijo y no poder concebirlo o llevar el embarazo a feliz término.
La necesidad de fortalecer la relación de pareja. Generalmente los problemas en el matrimonio generan un alto grado de tensión en la mujer que se manifiesta en su deseo de llamar la atención. Esta es la razón por la que ella ve en el embarazo una posibilidad latente de atraer el afecto de su pareja y así reforzar los lazos que los unen.
El empeño por sentirse productiva y joven.

¿Cómo detectar un embarazo psicológico?
Si bien un embarazo imaginario puedes ser fácil de detectar una vez se consulta al médico, no es sencillo que la mujer lo acepte argumentando que el especialista está equivocado o desconoce sus antecedentes clínicos.

No obstante, algunas particularidades pueden ayudar a determinar que lo que la mujer está experimentado obedece única y exclusivamente a una gestación utópica. Entre esos signos se destacan:

El aumento del tamaño del abdomen pero sin que el ombligo desaparezca dado que sólo cuando éste se encuentra invertido se asume como una señal real de embarazo. El crecimiento del vientre se explica por la posición que la mujer adopta y por la distensión de los músculos de esa zona.
La ganancia de peso mayor a la que presenta una mujer en estado de gestación.
La negativa de la mujer a aceptar el diagnóstico del médico y el periplo que emprende para buscar un especialista que certifique su estado.

¿Cómo tratar este trastorno?
En primera instancia la recomendación de los especialistas es detectar el embarazo lo antes posible pidiéndole a la mujer que se practique una ecografía y un análisis de sangre. Esto para convencerla con pruebas de que no está embarazada.

Por otro lado, es indispensable que se trate el trastorno desde los sicológico y terapéutico para que la mujer entienda y trabaje sobre las causas que la llevaron a imaginar el embarazo. Una vez este proceso se dé, los síntomas físicos desaparecerán paulatinamente.