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¿Qué les enseña Justin Bieber a los padres sobre la crianza de sus hijos?

Fucsia.co, 28/7/2014

Sobreproteger a los niños genera emperadores. Niños petulantes que se convierten en adultos desagradables, y este cantante canadiense es el vivo reflejo de esa situación, que se convierte en una buena lección de crianza. Esto es lo que nos dice un sicólogo experto.

Foto: www.jbieber.com - Foto:

El niño talentoso de Ontario. El adolescente caótico adulado por millones en el mundo.

Así es Justin Bieber, el ídolo que ha sido objeto de estudio del doctor en terapia familiar y científico del Resilience Research Centre at Dalhousie University, Michael Ungar, quien ha escrito varias columnas sobre Bieber. Acusado de buscar prostitutas cada vez que va de gira, infringir la ley pintando las calles de las ciudades, manejar borracho o consumir drogas. Un líder adolescente al que millones siguen arriba y abajo del escenario.

“Si la fama y la riqueza hacen la felicidad, Justin Bieber sería quizás la persona más feliz del mundo. Sin embargo, esa felicidad parece un choque de trenes en cámara lenta que cada día tiene un episodio desastroso”, relata el experto en la página especializada Psychology Today.

Según el doctor Ungar, gracias a Bieber, los padres pueden ver en ejemplo, el daño que se les hace a los niños sobreprotegidos:

Todo en la vida tiene un propósito pero parece que el suyo esté perdido. Aunque crea que su único objetivo es divertirse y eso no tenga nada de malo. Pero las demás estrellas que viven de la fama encuentran que, además de su rol profesional, esa atención que reciben les permite contribuir, dedicarse, por ejemplo, a la filantropía. Entonces, ellos no parecen felices, lo son, y la gente no se ríe de ellos. Los celebra.

Cuando los padres quieren complacer a sus hijos en todos sus requerimientos, se corre el riesgo de estar formando pequeños emperadores y narcisistas, cuando lo que realmente debemos hacer es contribuir a un desarrollo psicológico sano.

Las nuevas generaciones parecen vivir demasiado protegidos. A esto se le conoce como ‘La sombrilla de la crianza’ y es la manera en la que los padres cuidan de sus hijos y los cuidan en exceso, al nivel de querer evitar que tomen riesgos y tengan decepciones.  

Como Justin Bieber, quien era un niño canadiense con talento. Ahora, los adolescentes están deslumbrados con él, y siguen un modelo nada ejemplar de desbordamiento sin consciencia de los límites. “Ojalá pudieran apagarse los reflectores y él volviera a ser ese niño que quiere ser amado. Los niños no deben ser constantemente admirados, porque crea personalidades retorcidas como la de Michael Jackson, Britney Spears y tantos otros”, dice Ungar.

Y los niños del común no están exentos de la petulancia.
Aunque es importante reconocer sus talentos, ellos deben saber que todo en el mundo no es sobre ellos, reconocerles amablemente que somos seres imperfectos, no reforzarles una vida que gire en torno a su presencia, para que puedan superar y mirar más allá de los pequeños problemas. La empatía por los otros se aprende en casa y se refuerza en el salón de clases.

¿Cómo hacerlo?
Darles a los niños responsabilidades acorde con su edad y capacidad. Actividades en las que contribuya a otros, en la casa, el colegio o la comunidad, que les dé la consciencia de que son parte de un todo y les dé lecciones de convivencia.

Por ejemplo, cuando Bieber visitó el Museo de Ana Frank en Ámsterdad y dijo: “Ella pudo ser una Belieber (fanática de Bieber)?, “¿Qué le hace pensar que una víctima judía tenía que ver con él? Su narcisismo.

Entonces, ¿qué nos enseña Justin Bieber a los padres? Que un niño sobreprotegido es un adulto desagradable. Una lección de crianza que nos deja el que fuera un pequeño niño de Ontario.