Los 40 son los nuevos 20 para la maternidad

Ya sabemos que la incursión en la vida laboral ha retrasado la edad en la que las mujeres han decidido ser madres. Sin embargo, alrededor de ello aún hay mitos, miedos y comentarios sociales, que poco a poco empiezan a cambiar.

A ello se refiere la especialista Susan Newman, en una columna para la web especializada Psychology Today, cuando relata que su esposo salió a comprar el periódico con su hijo de 3 años, y en la tienda una mujer le dice al niño: “Qué lindo que salgas a caminar con tu abuelo”. “A mi esposo no le molestó el comentario, porque eso mismo decíamos en casa como chiste familiar”.

La experta hace referencia a cifras que evidencian cómo la mujer ha ido transformando su edad de maternidad a lo largo del tiempo. “A mediados de los años 50, la edad en la que las mujeres tenían en promedio su primer hijo era a los 19. Hoy es a los 25, pero muchas mujeres esperan más tiempo gracias a los avances de la medicina. El Centro Nacional de Estadísticas de Estados Unidos reveló que entre 1980 y 2004, el número de mujeres que dio a luz a sus 30 años se duplicó;  después de los 35 se triplicó y a los 40 se cuadruplicó”.

Elizabeth Gregory director del Programa de Estudios sobre la Mujer de la Universidad de Houston asegura que en esta edad madura las mujeres están más preparadas para la maternidad, pues ya han obtenido muchos de los objetivos profesionales de su vida y quieren dedicar más tiempo a concentrarse en su familia.  Son mujeres más estables económica, profesional y emocionalmente.

Lo cierto también es que las mujeres que son madres por primera vez a edades maduras, se vean probablemente más expuestas a la depresión posparto. No en todos los casos. Esto puede estar derivado de que ya llevan años con una experiencia de vida, que cambia abruptamente cuando se es madre.
También se enfrentan a mayores problemas de infertilidad y a un parto por cesárea.

Pero, los aspectos positivos son mucho más amplios. Un grupo de madres denominado Maternidad más tarde que temprano, ha determinado que, si emplean métodos de fertilización asistida, su gestación y parto es tan sano como uno natural. Además, se les ve emocionalmente más preparadas para enfrentar retos y desafíos de la crianza y el cuidado de los niños.