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Pasos para fomentar el hábito de la lectura en tus hijos

RevistaFucsia.com, 23/10/2011

El conocimiento entra por sus ojos a través de un potencializador cultural que está presente desde que son muy pequeños: la lectura. ¿Cómo lograr que sea un hábito cuando hay tantos factores distractores alrededor de nuestros hijos? Convierte esos agentes en tus aliados y que leer sea un gusto durante toda su vida.

Foto: Thinkstock - Foto:

La Internet, los videojuegos, los juguetes e incluso sus mismos amigos no tienen que ser nuestros “rivales” en la misión  de inculcarles a los hijos amor por la cultura y el conocimiento. Si bien tienen los lugares propicios para hacerlo, como el colegio y la misma casa, es primordial que este camino de sabiduría sea un placer, no un deber. Convertirte en la maestra regañona u obligarlo a leer en algún momento del día, solo hará que le adquiera desagrado y futuro rechazo a las actividades relacionadas con la educación.

Todo momento es ideal para aprender, más aún si es de la mano de un libro. Solo tienes que saber cómo hacerlo. Pautas cruciales:

Primer paso, conoce sus gustos: ¿Qué ve en la televisión? ¿Cuáles son sus juguetes favoritos?¿Qué le gusta hacer en sus ratos libres?¿Cómo son los niños con los que él comparte?¿Qué materias prefiere en el colegio? Esto te dará pista de las cosas que más le gusta hacer, por qué y cuánto tiempo invierte en cada una de ellas. Inmediatamente sabrás lo que ellos realmente disfrutan y tendrás las primeras  claves para comprarle sus textos. Ve a la librería y busca libros relacionados con estos temas, no le impongas lo que crees o te han dicho que los niños deben leer. Cuentos con moralejas, aventuras y acción son los que motivan al pequeño a interactuar con un libro.

Segundo paso, un libro es un juguete:
Regálale un libro a manera de juguete, como un “artefacto” de su colección preferida. Ya conoces sus inclinaciones, así que darás justo en el blanco. No se lo asignes como una labor, deja que el niño lo busque por su cuenta y cuando quiera. También puedes recompensarlo con un libro cuando se porte bien o creas que merezca un premio: sabrá que tiene un valor y significado especial.

Tercer paso, juguetería de lectura: Conforma un espacio de la casa que sea su librería, una librería para niños con todo el equipo completo. No debe ser el mismo sitio donde hace sus tareas o inmediatamente lo relacionará como una obligación. Dispone de un sitio grande, con mucha luz, alejado de los videojuegos pero con juguetes que motiven su exploración y habilidades didácticas. Coloca en su escritorio de lectura todos los implementos lúdicos para que deje volar la imaginación: pinturas, crayolas, lápices de colores, hojas en blanco y un libro diferente cada día. También es una opción dejarle algunos de los libros en su cuarto, junto a sus juguetes y mesita de noche.

Cuarto paso, elige libros de acuerdo a su edad: La bibliotecas y librerías cuentan con especialistas en la materia que te guían sobre los textos aptos para cada etapa del niño. Para los más pequeños, es recomendable libros con poco texto y dibujos para colorear. Esto les enseña que pueden interactuar con dibujos y letras al mismo tiempo. Para los más grandes, textos de párrafos muy cortos y dibujos muy grandes, de pocas hojas: un libro muy extenso no lo incentiva a leer otros libros, ya que los niños se distraen muy fácil y les gusta hacer muchas cosas diferentes durante todo el día, explorar y no quedarse en una sola actividad.

Quinto paso, lean juntos y en voz alta: Saca a relucir el intérprete que hay en ti, conviértete en el protagonista de las historias que le lees a tu hijo. Leer en voz alta hace que la atención se centre en ti y en lo que estás leyendo, pero si al acto de leer lo acompañas con gesticulación, movimiento de las manos e incluso actuación, será de más interés para el pequeño. Si a esto le sumas un momento del día para leer juntos (sin obligarlo) o en familia, el  hábito comienza a hacerse material y a fortalecerse. Relee sus favoritos cuantas veces quiera.

Sexto paso, cuentería para niños: Muchas librerías y bibliotecas ambientan ciertos lugares con literatura infantil, no solo diseñando un espacio acorde a su edad, sino que además tienen actividades especiales con promotores culturales que realizan lecturas de cuentos. En estas áreas hay disfraces, actividades didácticas e intervención de los niños, para que se sientan más cercanos a su nueva relación con un libro y las historias escritas.

Séptimo paso, un libro hecho por él: Toma unas hojas en blanco, empástalas con una carátula llamativa (como con su caricatura preferida) y dáselo para que haga con su nuevo libro lo que le plazca. Tu hijo ya sabe que es un libro, así que esa presentación no será desconocida para él: reconoce lo que tiene en sus manos y qué puede hacer. Esto lo motiva a escribir, a tener un libro inventado por él y a plasmar su creatividad en un nuevo juguete lúdico de su autoría.

Octavo paso, herramientas tecnológicas:
En inevitable tener de nuestra parte un instrumento tan crucial como la Internet. Déjalo interactuar en la red (controlando tu misma en dónde navega instalando guardianes de contenidos) , que escriba y que  encuentre nuevos universos plasmados en cuentos animados, multimedias y juegos que ponen a prueba su conocimiento.