Home /

Familia

/

Artículo

5 consejos de crianza indispensables para mamás ejecutivas

fucsia.co, 28/1/2015

El cuidado y la educación de un hijo es una tarea repleta de dificultades. La sicóloga Annie de Acevedo recoge en su libro '¿Qué hago con mis hijos?' algunas de estas problemáticas propias de padres jóvenes.

foto: Inginage - Foto:

1. La hora del baño. Cuando los niños son pequeños, la hora del baño puede convertirse en un campo de batalla. Lo más probable es que si llora cada vez que se le baña es porque hay algo de esa acción que le incomoda: el agua está muy fría o caliente, que los movimientos de lavado son muy bruscos o que el jabón le escuece. Para ello, hay que encontrar el modo de bañarle para que esté cómodo, encontrar la manera en la que quieren que se le bañe. Incluir juguetes o música relajante puede ser una opción.

2. El almuerzo. La hora de la comida es otro de los momentos del día que más quebraderos de cabeza acarrean a los papás, especialmente a los primerizos. Lo principal es no convertirlo en un drama, es decir, no concederle tanta importancia porque los niños empezarán a asociar la tensión de sus madres con la comida. Es importante crear hábitos saludables y rutinas alrededor de la mesa: que coman siempre sentados y fijar una duración máxima para cada comida, entre otros. Es lógico que un niño quiera experimentar con la comida, tocarla y jugar con ella, y por lo tanto, hay que estar preparados para que se manche o monte reguero. Poco a poco habrá que enseñarle al pequeño que la hora de comer no es para jugar y crearle una disciplina. Pero sin presionar ni que él pueda, en ningún caso, asociarlo con algo negativo.

Lee el artículo 'Técnicas para criar a los hijos'

3. El momento en el que los padres se alejan de sus hijos. Hay niños que montan un verdadero drama cuando sus papás se separan de su lado. Para paliar esta asociación negativa al desapego, natural por otro lado pues significa que el niño se da cuenta de que lo protege y cuida se va de su lado, lo primero es despedirse del pequeño antes de marcharse. De otro modo, el niño empezará a desconfiar y pensar que sus padres pueden abandonarlo en cualquier momento. Lo más natural es que el niño vuelva a llorar cuando se dé esta situación, hasta que asocie que su mamá siempre vuelve cuando le dije que se tiene que marchar.

4. Las temidas pataletas. Entre los dos y los tres años el niño empieza a desarrollar su independencia y a tratar de hacer las cosas por sí mismo. Las pataletas son la manifestación de esa necesidad de ser autónomos y de medirse a la autoridad. Es importante apoyarles en determinados actos de independencia pero también tener la firmeza necesaria para decirles que no en tantas otras ocasiones. No hay que caer nunca en la intimidación, ni en tentación de atender la pataleta. Ceder ante estos reclamos será entendido por el niño como la mejor forma para conseguir lo que quiere, y seguirá poniendo en práctica este mecanismo para lograr sus objetivos.

Lee el artículo ¿Criar a niñas es más difícil?

5. El niño se toca o toca a otros niños. La exploración sexual es parte natural del desarrollo y los padres deben normalizar esos comportamientos en vez de penalizarlos. La curiosidad de los pequeños les impulsa a experimentar con su cuerpo y conocer lo que le diferencia con el resto de niños. Cuando llegue ese momento, es clave explicarle que, aunque es natural, no es algo que se pueda hacer todo el rato. Los padres tienen que ser los que hablen de estas cuestiones con los hijos, los que marquen las pautas de comportamiento y los que respondan a sus preguntas sexuales.