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Tácticas para criar hijos más fuertes

, 6/3/2011

'Mucho más que instrucción, los hijos necesitan guía y comprensión' Anne Sullivan.

Tácticas para crias hijos más fuertes, foto: Thinkstock - Foto:

Las siguientes son las preguntas más comunes que se hacen los padres acerca de la crianza de los hijos. ¿Cuáles de estas preguntas te haces tú?

1. ¿Debo quedarme en casa para cuidar a los niños?
En un estudio nacional representativo de más de mil niños en Estados Unidos, se les preguntó a niños entre el tercer grado y el duodécimo grado: ‘Si se te concediera un deseo que cambiara la forma que el trabajo de tu madre o tu padre afecta tu vida, ¿cuál sería ese deseo?’ En un estudio paralelo, se les pidió a más de seiscientas madres y padres empleados que trataran de adivinar cuál era el deseo de sus hijos. He aquí lo que encontraron los investigadores: ‘La mayor parte de los padres y madres (56%) dijeron que sus hijos querían pasar más tiempo con ellos. Pero ¡‘más tiempo’ no estaba a la cabeza de la lista de deseos de los hijos’! Sólo un 10% de los hijos escogió ese deseo sobre sus madres, y un 15.5% lo escogió sobre los padres. La mayoría de los hijos quisieran que sus madres (34%) y sus padres (27.5%) estuvieran menos estresados y cansados.
Tus hijos no quieren más de tu tiempo, quieren más de tu felicidad. Así que la mejor pregunta que te puedes formular no es: ¿Debería trabajar o quedarme en casa?, sino más bien: ¿Cómo puedo criar hijos fuertes y sentirme feliz y realizada?

2. ¿Qué hago si la maternidad me deja extenuada?
Marcus Buckingham, en su libro ‘La mujer que lo tiene todo’ afirma que todavía no ha conocido a ninguna madre que le encante ser mamá todo el tiempo. Varios estudios bien realizados encuestando a padres y madres y a personas que no tienen hijos revelan que los hijos no te hacen más feliz. Sé que suena como una locura porque tenemos creencias culturales de que los hijos son la clave para la felicidad y una vida sana, y bueno, no lo son. Los padres y las madres no sólo reportan niveles más altos de estrés que los que no tienen hijos, como te puedes imaginar, considerando que la crianza de los hijos se siente como caminar con el corazón fuera del cuerpo, sino también niveles más altos de aburrimiento: otro viaje al centro comercial, ¿quién se anota?, ¿quince minutos más de empujar el mismo juguete de plástico tirado en el piso? ‘No me malinterpretes. Sé que amas a tus hijos más que a nada (al igual que yo), y que no te puedes imaginar la vida sin ellos. Pero el regalo que te otorgan no es la felicidad. Es intensidad, significado y propósito. Y los estudios apoyan esto: los padres y las madres reportan niveles más altos de propósito en sus vidas que los adultos que no tienen hijos’, afirma Buckingham
Si te está dando trabajo lograr amar a tus hijos y ayudarlos para que hagan la contribución más grande que les sea posible hacer al mundo, busca fuentes de fortaleza: trabajar a medio tiempo, trabajo en instituciones benéficas, tiempo con tus amigas, hacer ejercicio, etc. Recuerda que cuando dices no tener tiempo para estas actividades: ‘No estás ayudando a nadie, y mucho menos a tus hijos, si no te cuidas a ti misma. Tu vida tiene que fortalecerte para que puedas a poyar a las personas que amas’.

3. ¿A qué edad voy a comenzar a ver las fortalezas de mis hijos?
Existen en la vida muy pocos ‘debería’ totalmente definidos, este bien puede ser uno de ellos. Debes estar muy pendiente de las fortalezas de tus hijos pues ya para su segundo cumpleaños te habrán mostrado un caudal de claves sobre cuáles son esos puntos fuertes. Muy pronto después de su nacimiento, la conducta de los niños adquiere patrones que se repiten, y con cada mes que pasa, a medida que interactúan con el mundo, y a medida que empiezan a hablar, esos patrones se fortalecen y se hacen más predecibles. Busca esos patrones desde los primeros momentos, mantén un diario de lo que disciernes y descubres de cada hijo, y le harás a cada uno el regalo más preciado: tu comprensión.

4. Como madre, ¿qué tanto de la personalidad de mis hijos puedo afectar?
Tú, la madre, no afectas significativamente la personalidad de tus hijos en absoluto. Puedes afectar sus valores, puedes afectar su educación, puedes afectar las nuevas destrezas a las que son expuestos, y hasta puedes afectar lo cómoda que puedes sentirte con respecto a los altibajos de su personalidad. Pero tú no creas su personalidad.
¿Hice competitivo a mi hijo porque lo hice participar en muchos deportes cuando era pequeño, o simplemente nació competitivo? Y nos gusta pensar que ese debate es una de esas cosas desconocidas, una pregunta metafísica que podemos discutir toda la noche y nunca obtener respuesta. ‘La verdad es que este debate se solucionó por medio de un cuidadoso estudio de personalidades de gemelos idénticos que fueron adoptados por familias diferentes y criados separados, en hogares diferentes, por padres diferentes. Para responder a la pregunta de naturaleza-crianza, las personalidades de los gemelos se parecen significativamente más a la personalidad de los padres que los concibieron, y no se parece en absoluto a la de los padres que los criaron. Esto no quiere decir que no tengas ninguna influencia en la forma en que se comportan tus hijos. Simplemente quiere decir que cada niño es bendecido con un patrón singular y único de tendencias y talentos, y que tú, la madre (o padre) tiene que tratar de formar y moldear esos patrones para que lleguen a ser útiles. ‘No trates de añadir lo que Dios omitió. Trata de resaltar lo que Dios incluyó’ afirma Buckingham.

Consejos a las madres y padres:
-
Deja de culparte por su comportamiento
- Pídele que te describa sus fortalezas
- Explícale a tus hijos que sus fortalezas son aquellas actividades que los hacen sentir fuerte
- Si tu hijo no lo menciona, dile que tú crees que una de sus fortalezas es debatir (si tu hijo discute contigo por todo y no lo soportas)
- Explícale que las fortalezas son poderosas y que uno de los desafíos es aprender la forma de usar ese poder.

5. ¿Qué hago si los maestros insisten en enfocarse en las debilidades de mis hijos?
-
Manifiesta tu creencia en forma clara a los maestros de tus hijos.
- Descubre junto con los maestros cuáles son las fortalezas de tus hijos.
- Aprovechen esas fortalezas. ¿Cómo podríamos aplicar lo que mi hijo aprende bien en las áreas en las que tiene dificultades?

6. ¿Qué puedo hacer para ayudar a mis hijos a desarrollar sus fortalezas?
Cada niño es bendecido con un alma singular y única, cuya voz es hermosa, perfecta y quiere ser escuchada. Como madre, tú no creas a tus hijos, sino que creas las condiciones que les permiten expresar esta voz hermosa y perfecta. ¿Cómo puedes crear esas condiciones?:
- Obsérvalos. Pasa una hora por semana haciendo exactamente lo que él o ella quiere hacer. No los juzgues. Podría ser algo que apruebes, como dibujar, o algo que desapruebas, como jugar un video juego. Observa mientras lo hace. ¿Qué patrones estás viendo?
- Ayúdales para que dominen lo que hacen. Dale todas las posibilidades para que tu hijo pruebe nuevas destrezas, preséntale muchas oportunidades, pero dirígelo sólo a unas pocas.
Enséñales a identificar sus propias fortalezas. Cuando tu hijo tenga nueve o diez años, podrás enseñarle la diferencia entre sus fortalezas, las actividades que le hacen sentir fuerte, y su desempeño.
- Guíales a hacer una contribución. Tus hijos han sido bendecidos con fortalezas maravillosas. Pero esta belleza implica responsabilidad: expresar esas fortalezas para servir a algo más grande que ellos mismos. Enséñales a compartir.
- Enséñales a usar sus fortalezas para compensar por sus debilidades y contratiempos. El mundo continuará tratando de llevar a tus hijos hacia lo que ellos no son. Les enseñará que la mejor manera de resolver los problemas es enfocándose en ellos. Les enseñará cuántas cosas hay en el mundo que producen temor. Tú puedes proveer la influencia neutralizadora en su vida. Les puedes enseñar a usar sus fortalezas para vencer o lograr que sus debilidades sean irrelevantes.
- Sé el modelo de tus hijos. No tienes que ser perfecta… ellos no lo creerían aunque pretendieras serlo. En cambio, sé alguien que busca. Muéstrales que tú también tienes una voz única y hermosa que pide ser escuchada, y, que al igual que ellos, estás buscando la forma de usar esa voz para beneficio de otros. Diles cuál es tu papel principal. Comparte tu declaración de fortalezas con ellos. Muéstrales la forma en que tus fortalezas te ayudaron cuando las circunstancias te resultaron adversas. Deja que ellos se unan a ti en tu jornada.