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El dilema de mudarse juntos

, 21/7/2011

Para todas aquellas personas que estén pensando en irse a vivir con su pareja antes de casarse, aquí les ofrecemos algunos consejos para tener en cuenta antes de dar el primer paso.

El dilema de mudarse juntos, foto: Thinkstock - Foto:

 
Para todas aquellas personas que estén pensando en ir a vivir con su pareja antes de casarse, aquí te ofrecemos algunos consejos para tener en cuenta antes de dar el primer paso dentro del hogar compartido.

A todos nos llega un momento en la vida en que queremos independizarnos de la familia, generalmente es en la adolescencia pero somos conscientes de que es imposible a esa edad. Luego llega la etapa de los 20 años, el corazón vagabundo y el primer empleo medianamente bien remunerado, así vemos más cerca la posibilidad de salir de la casa.

El inconveniente que se presenta en Colombia, y en Latinoamérica en general, es que irse a vivir solo, manteniendo un cierto nivel de vida, requiere un capital mensual medianamente superior al que obtiene el recién graduado, y si a eso se suma el deseo de viajar a otro país o de seguir estudiando, la posibilidad de independizarse es más remota.
La solución más viable resulta ser compartir gastos con otra persona, ¿quién? una amiga o un familiar –piensas–, pero teniendo a la mano a un novio al que quieres tanto, ¿por qué no aprovechar para iniciar una vida juntos?, al fin y al cabo él está en el mismo dilema y además es la oportunidad perfecta para pasar más tiempo juntos, ya que el cruce de horarios no les permite tanto romance como quisieran.

Otro escenario con el mismo cuestionamiento se presenta cuando, una vez independientes de la familia, llega la hora del deseo matrimonial. Cada vez es más común que las parejas decidan irse a vivir juntos antes del matrimonio para ver cómo evoluciona la relación y para evaluar qué tan bien se llevan; en teoría, una vez conquistado el acople de la convivencia, sería más fácil pensar en un matrimonio más exitoso, que verdaderamente dure para siempre.

Ahora bien, contrario a lo que suele pensarse, mudarse juntos no es un requisito indispensable para el matrimonio. En ocasiones ocurre que el compromiso con la relación y con la otra persona se dilata y el matrimonio comienza a ser una posibilidad lejana e irrelevante; por eso, si estás pensando en casarte, lo más conveniente es hablarlo con tu pareja y dejar claros tus intereses; es preferible una charla incómoda que pasar toda la vida sin cumplir los objetivos por falta de claridad.

Otro tema que debes tomar en cuenta antes de irte a vivir con tu novio es que el hecho de que se lleven bien no es garantía de una buena convivencia, incluso si ya han pasado unas vacaciones de maravilla juntos. Detalles tan mínimos como la manera de lavar la loza o de tender la cama pueden causar inconformidades y peleas absurdas. La clave aquí es tratar de no apegarse a los pormenores para evitar el estrés y, cuando estés a punto de volverte loca, piensa en al menos tres cosas lindas que él haya hecho por ti, eso te ayudará a minimizar lo irritante de la situación.

Compartir las finanzas es otro punto fundamental en la agenda de quienes deciden vivir juntos. Si ya vives sola sabrás de qué se trata el tema mensual de las cuentas, pero debes tener en cuenta que el dinero puede ser origen de muchas discordias, si no se establecen reglas claras desde un principio.

Ten en cuenta que no es lo mismo encontrarse cuando ambos tienen deseos de verse, que estar juntos incluso cuando desearían estar solos o realizar otras actividades fuera de casa. Hay situaciones incómodas, silencios, conflictos y diferencias que ambos deben sortear. Conocer a la pareja a fondo, con sus manías y extrañas costumbres puede ser abrumador. El amor nos hace comprensivos, aprovecha esa etapa para volverte una persona más tolerante.

No existe un momento ideal para iniciar una convivencia en pareja, lo cierto es que tener experiencia de compartir la vivienda con personas ajenas al núcleo familiar sí genera mayor madurez y prepara a las personas para la convivencia compartida.

Cuestionamientos importantes…
1.
¿Realmente quieres irte a vivir con tu novio? O solamente estás tratando de escapar de la situación que tienes en tu vivienda actual, como una mala relación con tu familia o si estás aburrida de la soledad.
2. ¿Tienes suficiente dinero? Recuerda que ahora deberás compartir de manera igualitaria gastos importantes, como el arriendo y los servicios. En esta nueva etapa no solo pondrás en juego tu relación sino también tus finanzas, por eso no debes tener miedo de conversar acerca de estos temas con tu pareja.
3. ¿Qué tan bien se llevan actualmente? Si tienen peleas frecuentes ahora que cada uno está mostrando su mejor lado, es muy probable que cuando vivan juntos todo empeore. Si se entienden bien en las cosas esenciales y han construido una relación fuerte basada en el respeto y la comprensión, es al menos un buen inicio.
4. ¿Qué tanto se conocen? Antes de mudarse juntos es importante tener claras características de la personalidad de la pareja, saber si es ordenada, generosa, malgeniada, fiestera, madrugadora, aseada, apegada a la familia, etc. Todos estos rasgos tienen mucho peso durante la convivencia.