Ellos

Hombres y patologías sexuales: lo que no sabías

RevistaFucsia.com, 26/2/2012

¿Y cuándo ellos no pueden? Siempre buscamos trucos y herramientas eficaces para seducirlos, pero a veces la falla viene de “su mejor amigo”. La falta de información sobre las principales patologías sexuales masculinas es obvia. El doctor José Pablo Saffón, de Boston Medical Group, nos resuelve los mitos y dudas de un problema que es de dos.

Existen tratamientos médicos certificados donde se le ofrece a los pacientes protocolos seguros con pocas contraindicaciones y reserva de identidad (Foto: Thinkstock) - Foto:

El momento clímax de la noche a llegado. La velada promete, pero hay algo que no funciona del todo bien. Las estadísticas no mienten y nos dan una luz más clara sobre el tema: la disfunción eréctil se presenta en un 20.5% de los hombres y por lo general está ligada a enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, la eyaculación precoz se desarrolla en un mayor número, afectando a un 20 ó 30% de la población masculina pudiéndose clasificar como de toda la vida (primaria) o adquirida (secundaria).

¿Cómo identificarlo? El diagnóstico se basa en la historia clínica, evaluación de la eyaculación intravaginal sexual, tiempo de latencia, control percibido, angustia y dificultades interpersonales. De hecho, son estas dos patologías las culpables de las consultas más frecuentes en la medicina sexual masculina. Entérate y dales una “manito”, literalmente.

¿Enfermedad crónica o problema pasajero?

La disfunción eréctil, es la incapacidad persistente de lograr y mantener una erección suficiente para permitir un desempeño sexual satisfactorio, afectando la salud física y psicosocial del individuo, impactando de manera directa su calidad de vida, pareja y familia.

Factores como las enfermedades cardiovasculares, incluyendo la falta de ejercicio, obesidad, tabaquismo, hipercolesterolemia y síndrome metabólico tienen una gran incidencia para este problema. El riesgo de padecer de disfunción eréctil, puede ser atenuado mediante la modificación de estos factores de riesgo, sobre todo el ejercicio y la pérdida de peso. Otro factor que incide de manera significativa en la aparición de la disfunción eréctil, es la prostatectomía radical, que es las lesión del nervio cavernoso, la mala oxigenación de los cuerpos cavernosos, y la insuficiencia vascular.
 
La eyaculación precoz  siempre o casi siempre ocurre antes o al minuto siguiente a la penetración vaginal, a la incapacidad para retrasar la eyaculación en todas o casi todas las penetraciones vaginales, además de consecuencias personales negativas, como angustia, molestia, frustración y/o al rechazo de la intimidad sexual. Aunque en su etapa temprana no constituye un problema serio ni se podría catalogar como una enfermedad, sin la atención especializada es muy poco probable que se supere, corriendo el riesgo de transformarse en una situación crónica.

Cuándo, cómo y dónde
Existen dos tipos de eyaculación precoz: la eyaculación primaria y la eyaculación secundaria. La primera ocurre cuando la eyaculación precoz ha estado presente a lo largo de toda la vida sexual del hombre, por lo que éste nunca ha podido controlarla en sus relaciones. Es bastante común: cada tres hombres activos sexualmente la padece.

La secundaria aparece en un momento posterior de la vida del hombre, quien antes siempre había controlado su erección. En la mayoría de casos, suele estar relacionada con una disfunción eréctil, por lo que tratando esta última se soluciona el problema.

¿Tratarla o impedirla? Las dos

Como pareja y de manera individual, hay varios caminos con los que se puede manejar el problema, que al fin de cuentas es un asunto de dos.

•    Alexandra Rampolla, sexóloga clínica certificada, nos recomienda una técnica que puede resultarles muy efectiva: aprieta justo debajo del glande del pene por unos 4 segundos aproximadamente, con los dedos sobre el frenillo y el pulgar sobre la parte superior. También pueden apretar firmemente sobre la base del pene cada vez que se interrumpe la estimulación de éste.
•     Practiquen ejercicios en los que se regule la estimulación directa que recibe el pene, deteniendo y recomenzando la estimulación varias veces para prolongar el previo a la eyaculación.
•    Control de la respiración: Entre más acelerada sea, más rápido será el clímax eyaculatorio. Realicen ejercicios de relajación para que aprenda a controlar los tiempos sin tanta dificultad en pleno acto. Esto también ayuda a manejar la ansiedad.
•    Existen tratamientos médicos certificados donde se le ofrece a los pacientes protocolos seguros con pocas contraindicaciones y reserva de identidad (usado incluso por personas que sufren del corazón y toleran la actividad física de una relación íntima). No tienen límite de edad.