Sex slow o el arte de amar con lentitud

Luisa Torres Tobar - sexóloga, 12/12/2013

¿Cuánto tiempo le dedicas a tu vida sexual a la semana?¿Cuánto tiempo le das a cada encuentro? Una tendencia nace para estimular que dejemos la 'fast life' para concentrarnos con calma y dedicación a nuestra pareja.

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Al hablar con las parejas es sorprendente el poco tiempo que las personas dedican a relacionarse íntimamente con su pareja, durante la semana  o el mes. Está claro que existen responsabilidades laborales y de otro tipo. Sin embargo, esta tendencia de no tener tiempo para las relaciones sexuales hace que la calidad de los  encuentros disminuya. Cuando hablamos de “calidad en las relaciones sexuales” se hace referencia a no centrarse solo en los genitales, más bien a crear un momento donde se construya el ambiente, donde haya tiempo extra para los besos, las caricias, los juegos eróticos que hacen que la energía sexual y el amor se eleven al máximo.

Hoy día, las parejas  no cuentan con un tiempo determinado para regalarse estos momentos y terminan teniendo relaciones sexuales rápidas, monótonas y mecánicas, que muchas veces terminan siendo encuentros “por cumplir”.  Estas citas rápidos y de poca conexión crean  una brecha entre la pareja, ya que por medio de las relaciones sexuales conscientes se fortalece el vínculo de amor entre las dos personas y se genera un incremento indiscutible de conexión emocional, mental y espiritual entre los dos.

La  encuesta “Is Social Media a New Addiction?” (¿Son las redes sociales una nueva adicción?) llevada a cabo tres años atrás por Retrevo, una marca de aparatos electrónicos, reveló que el 7 por ciento de los usuarios de teléfonos móviles en EEUU consultaban sus mensajes en pleno acto sexual. Otro estudio, el Informe Durex sobre Bienestar Sexual 2012, reflejó el poco tiempo invertido al momento de tener relaciones sexuales, la media mundial fue de 19,2 minutos.  Los ratos cortos dedicados a disfrutar de la  sexualidad han alertado a parejas creando así una nueva tendencia llamada “Slow Sex”.

El nombre “Slow Sex” nació  del movimiento Slow, primero relacionado con la comida para luego extenderse a otros ámbitos. Esta ideología propone reducir el ritmo, disfrutar más el camino y no solo la meta y se relaciona con la  calidad y no la cantidad. Al hablar de Slow Sex las personas lo relacionan con el Tantra o el Tao, pero no hace falta conocer los secretos  de la sexualidad oriental para aprender a bajar un poco el ritmo y enfocarnos en la calidad. 

El slow food no se trata en  masticar lento, sino que envuelve todas las etapas de la  elaboración de la comida inclinándose  por los alimentos frescos, locales, creando comida sana y creativa, con el tiempo necesario, buena compañía y sobremesa.  El Slow Sex copia este modelo y propone que ralenticemos y disfrutemos más todas las etapas de la relación sexual, desde el coqueteo más sutil hasta la sensación de unidad más profunda, sin metas ni objetivos definidos, sin tiempo, gozándonos el momento, desconectándonos de los pensamientos para que toda la energía sexual fluya a través del cuerpo, haciendo el amor consciente.

Me llama la atención  que se creen tendencias como el Slow Food o el Slow Sex entre  muchas otras, con el fin de combatir  la “fast life” para que la gente  haga consciencia y se tome el tiempo de gozar de las simplicidades de la vida y de los momentos especiales, a fin de cuentas son formas de reconectarnos con lo que verdaderamente es,  dejando el tiempo a un lado, viviendo el ahora y dedicándonos un momento para  compartir, celebrar  la vida,  la compañía y agradecer.

El ritmo de vida de los seres humanos es tan agitado que muchas veces  terminamos haciendo las cosas deprisa (sobre todo los temas relacionados con pasar tiempo en pareja) y perdemos la capacidad para disfrutar  y gozar de estos momentos únicos. Así que en estas fechas especiales de unión y gozo  los invito a practicar “Slow Sex” o  hacerle el amor  con consciencia a su pareja.