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Conductas que te engordan

, 22/5/2011

Mantener el peso adecuado y el metabolismo en marcha tiene mucho que ver con los mensajes que le envías a tu cerebro por medio de tus acciones; muchas de ellas, las más recurrentes, son las que te hacen subir de peso

Conductas que te engordan, foto: Thinkstock - Foto:

Por RevistaFucsia.com
 
¿Sabías que tu sistema alimentario depende completamente de los requerimientos de energía del cerebro? Aprende a corregir aquellas conductas que se interponen en el camino a tu meta del peso ideal.

Estrés y ansiedad
El estrés es una respuesta fisiológica del organismo frente a una situación amenazante o agobiante. Aunque para muchos estos episodios de alerta inhiben el deseo de comer e incluso ocasiona nauseas, en otras personas los episodios de estrés pueden desencadenar un hambre feroz que no frena con nada. Según el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC), las personas que están en algún tipo de régimen para adelgazar son más propensas a comer más en respuesta al estrés.

De acuerdo con el Doctor Paul Lattimore, experto en conducta alimentaria de la Universidad John Moores de Liverpool, las personas que restringen su alimentación “dedican tanta energía a controlar sus señales biológicas que les quedan pocos recursos para enfrentarse a los problemas cotidianos. Por eso, cuando se estresan, pierden el control y si tienen comida a mano, la consumen. Además, están tan acostumbrados a no hacer caso a su cuerpo que ignoran o malinterpretan las señales relacionadas con la lucha o la huída”, afirma el especialista.

RevistaFucsia.com recomienda:
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Identifica qué tipo de situaciones te incitan a comer en exceso para aprender a controlarlas o para alejarte de ellas, como en el caso de las discusiones.
- Aprende a relajarte en el momento del estrés dando un paseo, que además quema calorías, o practica yoga u otras actividades de relajación.
- Consume frutas, en especial banano, carnes blancas, lácteos, cereales integrales y legumbres; son alimentos que aportan triptófano y magnesio, que reduce los niveles de cortisol (hormona liberada como respuesta al estrés.

Comer rápido
El inadecuado disfrute de la comida impide la sensación de saciedad. Cuando se ingieren los alimentos con excesiva rapidez, el cerebro no cuenta con los 20 minutos necesarios para generar la sensación de llenura una vez ha finalizado la comida.

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Si planeas conservar la línea aprende a disfrutar la comida que tienes frente a ti, comer despacio te llenará más rápidamente y además podrás comer porciones más pequeñas sin tener sensación de hambre 30 minutos después. Las personas que comen demasiado rápido suelen también comer más.

Comer viendo televisión
El televisor es uno de los dispositivos más llamativos del mundo, porque pueden absorber toda nuestra atención instantáneamente, no en vano sigue siendo el medio de comunicación más importante del mundo. Cuando se ingieren los alimentos con el televisor encendido, el cerebro concentra su atención en el programa y no en la actividad de ingesta; por eso las porciones de comida suelen ser más grandes y sin darnos cuenta comemos más de la cuenta sin tener sensación de saciedad.

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¡Apaga el televisor! realizar una única actividad a la vez asegura el éxito de la misma. Bien lo propuso el sabio Buda: “cuando como, como; cuando duermo, duermo”.

Saltarse comidas
Cada 3 o 4 horas el cerebro requiere combustible para su funcionamiento, si no se lo damos, comienza a absorber la energía de los músculos. Por otra parte, cuando aguantamos hambre por mucho tiempo luego viene la comilona, para saciar el ansia y el apetito. Ese tipo de conducta, lejos de adelgazar, solo le transmite al cerebro el mensaje de que debe guardar reservas porque la ingesta de alimentos no es tan frecuente como él requiere; además puede producir gastritis y úlcera.

RevistaFucsia.com recomienda:
- Para mantener un funcionamiento metabólico adecuado y de paso bajar un par de kilitos, asegúrate de comer al menos 5 veces al día, dependiendo de lo largo que sea tu vida, planificando tu comida cuando sepas que vas a estar muchas horas fuera de casa o cuando sepas que por alguna reunión o conferencia vas a atrasar algún tiempo de comida.
- Hazte amiga de las frutas, verduras, yogures, gelatinas y otros alimentos que puedas llevar en tu cartera para no aguantar hambre.
- Hazle caso a la boca de tu estómago cuando te llame a comer, esos ‘rugidos’ en el estómago son el mecanismo que tiene el cuerpo para hacerte saber que es hora de comer algo.