Moda y revolución: El legado de Mayo del 68 a la moda contemporánea

Fucsia.co, 28/5/2018

Este año se cumple 50 años desde la célebre primavera que lo cambio todo. La moda no fue la excepción y esto es lo que tenemos para agradecerle.

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Ardía París.

Y no nos estamos refiriendo a la ocupación de la alemania nazi de la capital francesa en plena Segunda Guerra Mundial. Si la Ciudad Luz hervía era por cuenta de la ebullición del espíritu jóven, por el ánimo de cambio y de descontento de miles de estudiantes franceses que se tomaron las calles para protestar en contra de un sistema que encontraban autoritario, opresivo, obsoleto.

Poco se imaginaron que cambiarían el mundo de tantas maneras, que al unírseles los sindicatos y los partidos político de izquierda, generarían la huelga más grande que haya visto el país galo ni que hoy, 50 años después, celebramos aquella primavera como un momento histórico y determinante para nuestra era.

Jóvenes marchando en París, 30 de mayo 1968. Foto:Getty Images

Sería también para la moda un momento determinante, pues los estudiantes que se tomaron las calles tenían el deseo latente de romper con la generación de sus padres, con sus valores y mucho de ello pasaba por el vestir.

Las jóvenes de clase alta estaban hartas de la visita al modisto exclusivo de mamá, de la parafernalia y el lujo burgués alrededor de la moda. El cierre del taller del gran couturier Cristóbal Balenciaga fue un a prueba de ello. Al diablo con la elegancia de sus madres, las jóvenes querían seducir, querían retar. Uno de los diseñadores que más rápido entendió esto fue Yves St Laurent quien cansado de vestir exclusivamente a las mujeres ricas y por demanda, lanzó su primera línea de “Prêt-à-porter” lo que traduce literalmente listo para usar/llevar  cambiando por siempre la relación del público con la moda y su mensaje social.

Por otro lado, fue gracias a este movimiento generado en mayo del 68 que se abrieron las puertas para darle fuerza a piezas y tendencias que cambiaron el orden social establecido, los roles de género y la función de la moda en sí misma. Aquí algunos ejemplos:

Chaquetas de corte “masculino”

Yves St Laurent , quien ya en 1966 había lanzado “Le Smoking” o tuxedo femenino con gran escepticismo entre la crítica general, encontró luego del 68 un espíritu más abierto entre las mujeres más influyentes de dicha generación para empoderarse a través de piezas que hasta el momento habían sido percibidas como exclusivamente masculinas. Fue precisamente en el 68 que Vogue le pidió que elaborara una pieza para su portada de la cual salió la icónica e inmortal “sahariana” modelo vigente hasta hoy.

Yves Saint Laurent con las modelos Betty Catroux y Loulou de la?Falaise en 1969. Foto: Getty

La modelo y actriz Marisa Berenson en una chaqueta de alpaca firmada Yves St Laurent para Vogue en 1968

La boina

Aunque muchos asocian la boina a la máxima expresión de un parisino de pura cepa, la verdad es que este famoso accesorio que en realidad es más vasco que francés, inundó las calles de París y se posó sobre la cabeza de intelectuales y revolucionarios en gran medida gracias a una película americana.

Con la salida a los cines de Bonnie and Clyde y del genial estilismo de la actriz Faye Dunaway para un personaje revolucionario, al margen de la imagen tradicional de la “niña buena”, la boina volvió a las cabezas de hombres y mujeres que querían transmitir un aire de oposición al sistema tradicional. Fue un icono de los años 60´s y 70´s y aún hoy lo vemos incluido en las pasarelas de las más importantes casas de moda, como quedó de manifiesto en la última colección de Chanel.

Faye Dunaway como Bonnie en 1967

Jeans

Por absurdo que nos parezca hoy en día, para el año 68 los pantalones para las mujeres eran aún considerados “inmorales” por algunos establecimientos educativos. Durante esta primavera, las mujeres salieron a la calle vestidas de pantalones y más específicamente en denim, cuyo origen remite a una clase obrera, trabajadora, para la cual este material era el idoneo para el trabajo duro. A partir de este momento y en especial para las mujeres, esta importación americana se convierte en un símbolo de la paridad entre los sexos y en una pieza que evoca la lucha de género.

Estudiantes en denim recorriendo las calles de Paris 1968. Foto:Getty

La mini falda

Ya lanzada en 1965 por las inglesas Mary Quant y Joan Huir, como una pieza aún de nicho fueron los años subsiguientes y la adopción de esta pieza por diseñadores franceses como Pierre Cardin que la popularizaron a nivel masivo. Así, lo que se consideraba vulgaridad pasó a ser rebeldía y la opresión que representaba el vestuario femenino hasta el momento pasó a ser un mar de piernas en plena libertad.

Modelo en minifalda, de la colección de Pierre Cardin 1969. Foto: Getty

Transparencias

Revolución absoluta y transgresión sin medida la salida a las calles de las transparencias. La liberación del cuerpo de la mujer

Experimentación con materiales y siluetas

Aunque la dupla de diseñadores André Courreges y Paco Rabanne ya habían empezado a crear moda inspirada en la ciencia ficción desde un par de años atrás, la experimentación con materiales como el PVC, el metal y el cuero dieron rienda suelta a la creatividad que marcaría la historia subsiguiente de la moda.

Las famosas experimentaciones de André Courreges con latex, plastico y PVC. Foto: Getty

La canta francesa Françoise Hardy en Paco Rabanne, mayo de 1968. Foto: Getty