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“Que mi música ayude y acompañe a las personas vale más que cualquier premio”: Juliana Velásquez

Fucsia.co, 8/6/2022

Fucsia habló con la talentosa cantante y actriz a propósito del lanzamiento de su nuevo álbum, titulado «Dos Dos Dos».

Juliana Velásquez
Juliana Velásquez posa en la sala de prensa durante la 22ª Entrega Anual del Latin GRAMMY en el MGM Grand Garden Arena el 18 de noviembre de 2021 en Las Vegas, Nevada. - Foto: 2021 WireImage

Cuando Juliana Velásquez recibió la noticia de que estaba nominada a mejor nuevo artista en los Latin Grammy no podía creer lo que estaba pasando, pues un sueño que tenía desde pequeña se acababa de hacer realidad. Tan grande era su alegría y felicidad que con la sola nominación se sentía completamente satisfecha. Pero su talento y la vida le tenían una sorpresa mayor: sería la ganadora del gramófono dorado. Su reacción dejó en evidencia lo sorprendida que estaba y cuando recibió su premio dijo unas palabras al borde del llanto que conmovieron a todos aquellos que presenciaron el evento.

La artista colombiana aseguró que el galardón estaba dedicado a todas las historias que ha podido contar a través de su música, porque ese es precisamente el factor diferencial de ella: sus letras buscan dejar un mensaje, una reflexión, un consejo… Así lo hizo en su primer álbum, llamado Juliana.

Siguiendo su pensamiento y forma de ver la música estrenó un nuevo álbum hace un par de semanas, lo tituló Dos Dos Dos porque, de acuerdo con ella, es el número que la ha acompañado en los momentos más importantes de su vida, así como en los momentos de transición.

“De eso se trata este álbum, de transicionar, de darse el permiso de poder pasar de un lado a otro, de cumplir sueños, de saltar, de arriesgarse… y por eso me siento muy feliz de que todo esto esté pasando justo en este año y que el álbum se llame Dos Dos Dos es una coincidencia muy especial”, aseguró Juliana.

Fucsia habló con la talentosa compositora sobre su nuevo disco, sus letras, su historia, sus obstáculos, entre otras cosas.

Fucsia: En Juliana las canciones cuentan historias que merecen ser escuchadas, algunas experiencias que viviste tú y otra de personas cercanas a ti. ¿En este álbum tendremos lo mismo? Es decir, ¿sigues buscando dejar un mensaje a través de tus letras?

Juliana Velásquez: Por supuesto. En este álbum hay un poco de lo mismo y un poco de lo que yo siempre había querido hacer, es como una balanza especial muy bonita entre las dos cosas. Siento que este es un álbum muy generoso porque es, de verdad, para todo el mundo. Hay 16 canciones y estoy segura que alguna de esas les puede gustar o puede acompañarlos en algún momento de su vida. Para mí, y yo siempre lo he dejado claro, contar historias a través de la música es una cosa importante y necesaria. Hay una canción muy especial en este álbum, se llama “Corazón en crisis”, la compuse luego de escuchar muchas historias, además fui testigo de muchas de ellas, de personas que son afectadas por sus propios papás, de muchas mujeres que son afectadas en su entornos familiares, un motón de cosas muy fuertes, y esta canción es una protesta hacia eso. Está “A tiempo”, que se la compuse a mi hermanita Karen, que habla de los niños, y de lo importante que es encontrarlos justo a tiempo, protegerlos, abrazarlos, cuando lo necesitan. Así que historias muy bonitas también hay en este álbum.

F: “Toda la vida” la describes como la canción más linda que has escrito. ¿Por qué lo consideras así?

J.V.: Yo siento que esta canción es la más linda que he escrito en lo personal porque en ella cumplo muchos sueños, pero además fui muy honesta en el momento de escribirla. Esta canción no es una que yo le escribí a alguien más, eran las palabras que yo quería que alguien me dijera en ese momento y escribir canciones dedicadas a uno es muy lindo porque uno logra salirse de sus zapatos y meterse en los de otra persona. Pero también como artista nacida en Colombia, el vallenato es un género que me ha acompañado y me ha influenciado toda la vida, desde chiquita. Ahora, yo no soy una artista vallenata, eso está más que claro, canto indie pop, pero ¿por qué no hacer una canción que fuera una composición vallenata que tuviera toda esa ternura, esa poesía que tiene el vallenato antiguo y esa sabrosura, con lo que yo como Juliana podía aportarle? Entonces cumplí un sueño muy especial y puntual con esta canción y es un regalito que le hago a mis raíces, a mi origen, a las influencias y a todo lo que ser colombiana me ha dejado como artista y persona.

F: Esta canción resulta muy interesante por los sonidos, al inicio es como una balada suave, en el medio se escucha más movida y al final suena al ritmo de un vallenato. ¿Cómo fue el proceso de creación de esta?

J.V.: El proceso de creación fue muy especial, estábamos en el estudio con Nicolás de la Espriella, Nico Legreti y yo, íbamos a hacer otra canción, una balada, de repente yo vi unos cuadros de Nico y vi la cara de varios cantantes de vallenato de nuestro país y dije ‘¿por qué no hacemos un vallenato?’, y ellos como ‘¡¿qué!?’, yo les dije ‘un vallenato que no sea un vallenato, una composición vallenata, un coro que tenga absolutamente toda la estructura y la ternura, pero no necesitamos acordeón, y guacharaca… hagámoslo como una balada indie pop, con beat’. Yo empiezo a escribir y construir el coro, lo terminamos y nos dimos cuenta de que tenía algo muy especial porque a los tres se nos aguaron los ojos. Creo que hoy en día no pasa mucho eso, cuando uno hace canciones en la inmediatez y en lo que está de moda… volver atrás e imaginarse una historia, y yo estaba en un punto de sensibilidad muy fuerte con el tema, entonces convergieron muchos puntos importantes que hicieron que fuera la canción más bonita que he escrito hasta ahora.

F: Hace poco confesaste que en tu adolescencia padeciste un trastorno alimenticio, como consecuencia de los comentarios que recibías. Aunque fue una etapa difícil, ahora te apoderas de eso. ¿Cómo te sientes viendo que a través de tu historia y canciones ayudas a muchas mujeres que están pasando por algo similar? y ¿cómo te tomas esa responsabilidad?

J.V.: Me la tomo con mucha calma, pero, además, siendo muy honesta y sensata, me parece muy importante compartirlo y haberlo hecho en el primer álbum, porque siento que es una cosa que nos persigue toda la vida, sobre todo a las mujeres, con estos estereotipos y en este constante tener que ser como la gente espera que seamos. Siento responsabilidad, pero también siento mucha alegría de que la gente vea que uno sí puede salir de eso, pero que además uno no necesita ser de ninguna forma para cumplir sus sueños, hacer lo que ama, llegar a lugares lejanos. Entonces me da mucha alegría también saber que las personas entienden ese mensaje que yo quise mandar, y que eso las ayude y las acompañe en su casa, para mí vale más que cualquier premio o cualquier reconocimiento, saber que está llegando a las personas que tiene que llegar, de la manera que yo esperaba que llegara, eso vale oro.

F: ¿Crees que la industria ha tenido un cambio respecto a estos prejuicios?

J.V.: Completamente, ha tenido un cambio. Yo siento que vamos en un constante ascenso hacia la liberación, hacia la libertad de expresión, de género, física… creo que la gente está entendiendo de qué se trata la verdadera belleza, de la variedad, de la cantidad, de las diferentes opciones por las cuales uno puede optar. Y creo que últimamente la misma industria ha tenido que cambiar y mutar, porque se ha dado cuenta de que finalmente a la gente lo que más le importa es lo que se siente cuando uno escucha una canción, no cómo se ve la persona que la está cantando, eso también es agradable y hace parte. Yo, por ejemplo, siempre tengo mis looks y me preocupo por eso, pero no porque la gente lo admire, porque a mí me gusta y hace parte de mi mensaje, y me ayuda a decirlo de manera más contundente, más no porque eso sea lo que realmente prima en el arte mismo.

F: En el álbum también tuviste la posibilidad de colaborar con una mujer empoderada: Mabiland. ¿Qué aprendiste de ella?

J.V.: Muchísimas cosas. Mabiland es una representante gigante de nuestra música, de las mujeres independientes, del poder que cada una puede tener, de la libertad misma también. Yo la admiro y la sigo hace mucho tiempo, sigo su pasos, y que haya decidido hacer parte de “Pendejada”, que es otra de las canciones del álbum y que lo haya hecho además como lo hizo, con toda, con ganas, realmente es un regalo y aprendí también que uno tiene que saltar y que ser terco. Mabiland es una artista muy terca, en el buen sentido de la palabra, y eso se lo reconozco, se lo admiro, se lo acopio y aprendo como pueda.

F: La transición entre “Dos” y “Muchachitos” está muy bien pensada: podemos escuchar a Juliana cuando era niña y luego suena un mensaje para esa misma Juliana ahora grande para que no se rinda. ¿Qué significó esto para ti?

J.V.: Significó muchas cosas. “Muchachito” es una canción que a mí me toca el alma, porque además siento que en este momento de mi vida, la vida me está sonriendo mucho, siempre lo ha hecho, pero en este momento en específico me está sonriendo demasiado. Pero tampoco puedo olvidar esos momentos en lo que sentía que lo que hacía era en vano, que nadie lo iba a escuchar, que no valía la pena, y eso es una cosa que le pasa a todos los artistas, ingenieros, estilistas, o sea todos tenemos esos momentos en los que nos preguntamos si nuestro rol o nuestro objetivo en la vida sí se está cumpliendo, si sí lo estamos logrando o no. Y claro que se logra, o sea levantarse todos los días para querer seguir haciendo algo ya es estar lográndolo, y esta canción un poco habla de eso, de que hay que seguir ahí, de que no hay que tenerle miedo a caerse, y que la vida está para eso, para darse contra el piso y aprender que no se pisa la tabla que está rota. Y cuando nos encontramos con uno de los Premios Latin Grammys y nos damos cuenta de que estamos viviendo el mismo sueño y que estamos igual de felices, también caemos en cuenta de que hay muchas personas que están buscando lo mismo y a las que no les está pasando en este momento porque no es el momento, porque tiene que ser más adelante, porque la vida sabe más y de eso se trata esta canción. Y haber cogido este segmento de esta grabación que para mí vale oro, que es mía, de dos años, en la isla donde viví, donde crecí, junto con mi mamá, mi tita, mi hermana que son las mujeres de mi vida, también es un homenaje a ellas, y a todas y cada una de las personas que me han enseñado a mí que soñar sí es importante, sí vale la pena, así crean que es una idea romántica… no, la cabeza y el corazón cuando se juntan son invencibles, y creo que es un mensaje que yo tenía la responsabilidad de compartir.

F: ¿Dirías que esos obstáculos te ayudaron para llegar donde estás actualmente?

J.V.: Por supuesto. Yo creo que uno aprende más de las cosas que no le pasan, que de las que sí le pasan. O sea, de los ‘no’, de las puertas cerradas en la cara, uno aprende más. Si a ti todo el tiempo te están aplaudiendo todo lo que tú haces, pues tú no vas a querer buscar algo diferente, a ti te toca reinventarte y decir ‘ok, esto no es, entonces ¿qué es?’ Que es lo que yo quiero comunicar y siento que… es una frase muy cliché pero las cicatrices hacen parte de la piel, de la vida misma y son como esos pedacitos de vida que te quedan por todos lados, y creo que eso es muy importante. Sin duda alguna siento que si la primera canción que yo hice en la vida, que llevo haciendo canciones hace mucho tiempo, hubiera sido un hit, seguramente yo ni entendería la música como la entiendo, ni habría llegado a los mensajes que llegué después de estar buscando mucho, ni tampoco seguramente valoraría tanto lo que me está pasando ahora. Entonces creo que más que importante es necesario que a uno le pasen esas cosas en la vida para vivir y poder después tener la potestad de saber qué quiero contar, uno necesita vivir para poder contar y crear.