Desde esmaltes detectores de drogas, hasta prendas que emiten descargas eléctricas, el mercado está lleno de artilugios para evitar una violación. ¿Será más sencillo decirles a las mujeres que se cuiden que enseñar a los hombres a que no violen?
2. Ropa antiviolación
AR Wear es una línea de ropa interior "para protegerse cuando las cosas van mal", como se indica en el Facebook oficial de la firma. Las creadoras de la misma, dos mujeres de Nueva York, prometen a sus potenciales clientas que con sus prendas "tendrán más control de la situación".
La ropa está confeccionada a partir de dos idearios básicos: que sea cómoda para sus portadoras, por un lado, y que sea difícil de quitar para el atacante en caso de intento de violación.
3. Condón con dientes
La idea del Rape-Axe, como se llama este preservativo con dientes, surgió de Ehlers, una doctora sudafricana que diseñó este artilugio de látex que la mujer inserta en su vagina de la misma manera que un tampón. En caso de penetración, dos ranuras interiores dentadas se agarran fuertemente al miembro del agresor, disuadiéndole de seguir perpetrando el abuso sexual por el dolor que genera en este.
El violador sólo podrá desprenderse de este objeto con una cirugía, causando a su vez su estigmatización ante los médicos competentes de extraérselo.
4. Prendas que descargan impactos eléctricos
En Nueva Delhi, estudiantes del Instituto Nacional de Moda y Tecnología diseñaron una chaqueta denim que paraliza a los agresores ante posibles asaltos sexuales. La prenda emite descargas eléctricas de hasta 110 voltios al asaltante a través de unos detalles metálicos endosados en ella cuando la potencial víctima acciona un botón ubicado en los bolsillos.
Pero esta no es la única iniciativa de estas características. Tres estudiantes de la India presentaron el sostén SHE, que descarga impulsos eléctricos de hasta 3.800 kV al ser activado por la victima. Paralelamente, y gracias a un dispositivo GPS que incluye, envía un mensaje de texto con la localización de la persona asaltada a las autoridades policiales.
5. Camuflaje urbano
En 2007, la diseñadora japonesa Aya Tsukioka ideó faldas camuflaje que a través de un sencillo mecanismo convierte a sus portadoras capaces en una máquina de refrescos andante, a modo de disfraz.
7. Esmaltes antiviolación
Cuatro estudiantes de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Estados Unidos, han desarrolla un prototipo de esmalte de uñas que cambia de color al detectar en las bebidas la presencia de drogas como Rohypol y GHB. Estas se suelen usar para adormecer a las víctimas para agredir de ellas sexualmente.
El objetivo de estas mujeres es "inventar tecnologías que le den poder a las mujeres para protegerse", según indican en la página de Facebook de su empresa, Undercover Coulors.
Laurel, directora de relaciones públicas de la marca con uno de sus productos. Foto: Facebook