El famoso reguetonero confesó detalles que pocos conocían de su vida.
No cabe duda de que Don Omar es uno de los artistas más representativos del género de música urbana en el mundo. Incluso en más de una ocasión ha dicho que él, junto a Daddy Yankee, son uno de los cantantes pioneros que le habrían dado vida a una industria que hoy en día se sigue moviendo con fuerza entre la juventud.
Muchos recuerdan temas como ‘Pobre Diabla’, ‘Salió el sol’, ‘Danza Kuduro’ y ‘Ella y yo’, sencillos musicales que han impactando a más de una generación y no pierden su popularidad con el paso de los años.
Sin embargo, en medio de la fama ya son pocas las veces que se ha visto al puertorriqueño en tarima y, aún más importante, poco se sabía de su vida privada hasta ahora.
Don Omar, mejor conocido en el medio con el apodo de El Rey del reguetón, cuenta en la actualidad con un reconocimiento único en su género. Aunque hay artistas urbanos que hoy en día arrasan con su talento y riqueza, como Bad Bunny, lo cierto es que Don Omar es uno de los cantantes más tradicionales que nos ha dejado clásicos del reguetón a su paso.
Pero no toda la vida de William Omar Landrón, su nombre de pila, ha estado llena de lujos y fama. En una reciente entrevista con el presentador Don Francisco para el programa “Sábado Gigante” de CNN en Español, Don Omar aseguró que en su juventud andaba por malos pasos y que la música fue un escape de la venta de drogas.
“Aquí les dejo un pequeño adelanto de lo que serán nuestras reflexiones. Una conversación sincera y transparente donde Don Omar nos cuenta cómo fue su vida antes de llegar a ser el gran ícono de la música que es hoy. Sus vivencias y aprendizajes”, comentó el presentador antes de darle paso a las impactantes confesiones del artista:
“Yo vivía de vender drogas, ese era mi trabajo durante 14 o 15 años. Yo trabajaba dentro de un punto de droga, vendía drogas y hacía un turno todos los días de ocho horas”. Además, el artista confiesa que no fue solo la música la que le permitió salir de ese mundo sino que un hecho macabro también marcaría su vida.
El puertorriqueño de 44 años reveló que vio morir a dos de sus amigos, quienes no solo también vendían drogas sino que fueron asesinados por ello.