Depilación

Sin pelos en la lengua ni en la piel: trucos efectivos para la depilación

RevistaFucsia.com, 29/1/2012

A la hora de tratar con los “pelos” que recubren nuestra piel, una sesión de belleza se convierte en una tortura para quienes no saben qué hacer con tanto vello alrededor. Están ahí pero depende de tus cuidados pre y pos depilación de que su aparición tarde más, sea menos dolorosa y que tu piel luzca como porcelana todos los días de la semana.

Antes del proceso, lava el área de depilación con agua tibia-caliente para abrir los poros. Luego del tratamiento, hazlo con agua bien fría para cerrarlos. (Foto: Thinkstock) - Foto:

¿Por qué tomarnos la molestia de someternos a tal sacrificio? Es un mal necesario que puedes sobrellevar si tienes una rutina juiciosa antes y después de la depilación. Cejas, axilas, piernas, bikini, cada zona más compleja que la anterior pero con el mismo problema: ese pelo nunca para de crecer.

A menos que tu solución definitiva sea el uso del láser (procedimientos que duran por lo menos 6 meses con una sesión semanal hasta que el vello quede debilitado y desaparezca por completo) y cuentas con el dinero para hacerlo (que no es poco), lo más adecuado es realizarlo de manera juiciosa y sin afanes. De lo contrario, ese punto negro y esa textura rasposa que tanto odias, hará aparición cuando menos te lo esperes. En resumen, todo tu trabajo se habrá perdido. Ventajas, desventajas y consejos a ras de piel.

Vamos por partes: zona por zona
•    Las áreas de mayor cuidado (las zonas más delicadas y con los vellos más gruesos) son el bigote, las axilas y el bikini. Lo ideal es hacer la depilación cada mes sin falta (periodo estimado para la depilación hecha –bien hecha- con cera) o, en últimas y si eres muy afortunada, cada mes y medio: depende de la velocidad con la que crezca tu vello.

•    ¿No solo te sientes como un hombre sino que te ves como el chico adolescente de la esquina gracias a esos molestos pelos de la barbilla y la zona del bigote? ¡Atrás Satanás! Debes quitarlos por más que te sentencien a que “entre más los arranques, más crecen” Lo ideal son las cremas o la cera. Debes tener cuidado con las primeras, ya que como es una franja tan delicada, puede reaccionar a los fuertes componentes químicos de estos productos. Realiza un test en una pequeña parte y compruébalo.

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 Otro factor de su aparición (que bien puede incluir mejillas, entrecejas y frente) es un asunto hormonal, factor que puedes comprobar si tienes exceso de vello en otras partes de tu cuerpo.

Antes, durante y después
1.    Evita depilarte días anteriores a tu periodo menstrual: en estos días el vello crece más rápido. Tampoco lo hagas “durante” ya que la piel está muy sensible y los efectos pueden ser más intensos.
2.    No uses cremas humectantes ni de ningún tipo antes de depilarte. Lo único que lograrás es que la piel quede grasosa y que la crema o la cera no puedan cumplir su función correctamente.
3.    Si el tema se vuelve casero, debes ser una maestra en el “arte depilatorio”. La cera debe extenderse en la misma dirección del vello y para retirarla, siempre contra la dirección de su crecimiento. Así lo eliminas desde la profundidad; de lo contrario, se rompería por la mitad y tendrías que repetir el proceso.
4.    La depilación con cualquier tipo de cera (fría, caliente o tibia) deja la piel muy sensible, incluso, hasta resentida. Para aliviarla de forma inmediata, apoya la palma de tu mano por unos segundos sobre la zona que acabas de depilar: esto hace que la circulación de la sangre sea menor y, por lo tanto, el dolor.
5.    Relájate y disfruta. Tranquilízate a la hora de la depilación. Y no, no es exclusivamente para que sufras menos: cuando los músculos están distendidos,  el trabajo es más sencillo y rápido. Distráete leyendo un libro, una revista, escuchando música o revisando Internet.
6.    Cálido y frío. Antes del proceso, lava el área de depilación con agua tibia-caliente para abrir los poros. Luego del tratamiento, hazlo con agua bien fría para cerrarlos. En lugares como las axilas, pásate unos cubitos e hielo más para aliviar la molestia.
7.    Lo importante es “alimentar” a nuestra piel con componentes que la alivien y la nutran, pues acaba de pasar por un proceso contrario a su naturaleza. Luego de la sesión, hidrata todo el tiempo con tu crema habitual o con agua de rosas, otro ingrediente perfecto para calmar el dolor e hidratar.

Vellos y verdades
¿Grueso o delgado? Aquello de que entre más lo cortes más grueso sale, es mentira. El problema es mayúsculo cuando recurres a  la cuchilla, que le dará una sensación más “rasposa” al vello ya que el corte es transversal y desde la superficie, contrario a lo que sucede con la cera, cuyo corte es más profundo y no interviene en la estructura del pelo. De ahí a que cuando vuelven aparecer, no hay una sensación áspera.
 
Cuando la cosa no es normal y crees que el vello es excesivo, la ciencia tiene una hipótesis. Según una investigación del los médicos del Royal College Of Obstetricians and Gynaecologists, un porcentaje entre 5 y 15% de las mujeres tienen vello excesivo a causa de desórdenes hormonales. Uno de ellos, el Síndrome de Ovario Poliquístico (PCOS), un trastorno durante el periodo menstrual. Otras causas, aunque en una pequeñísima cantidad, es la presencia de tumores, mal funcionamiento de la tiroides y el uso de ciertas drogas y medicamentos. Lo correcto es que acudas a un especialista.