Constelaciones familiares: la verdad sobre la vida
Fucsia.co, 2/7/2014
Todos estamos unidos. Existe un sistema que regula nuestras familias e, incluso, nuestras empresas. Transgredir o respetar ese orden es lo que nos lleva a los éxitos o fracasos en nuestra vida. Si quieres saber de qué se trata, sigue leyendo.

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Existen personas muy trabajadoras, pero, a pesar de que son entregados y diligentes con sus labores, nunca tienen éxito económico. También hay quienes, a pesar de que hacen lo posible por encontrar el amor, siempre fracasan, no importa lo que hagan.
Lo que descubrió el alemán Bert Hellinger fue que todos los aspectos de nuestra vida son consecuencia del orden familiar, del sistema al cual pertenecemos desde nuestra gestación, hasta más allá de la muerte. “Esto es así porque en un sistema familiar cada uno de sus integrantes está conectado a los demás: vivos, a los muertos, a los que conocieron y a los que nunca conocieron; en particular a los excluidos, a los olvidados o a los injustamente tratados”, explica Ingala Robl en su libro ‘Constelaciones familiares, para la prosperidad y la abundancia’.
Y como todo sistema, tiene normas. Transgredirlas es el éxito o fracaso de nuestra vida y, aún más importante, el de las generaciones venideras. Y esas normas son pocas, pero claras y contundentes, que nos ayuda a explicar la sicóloga y consteladora Rocío Hernández:
1. Ocupar un lugar: todos nacemos en una posición: hijos, mayores, menores, medios, y cada uno tiene una responsabilidad que va sumando más obligaciones con los años, pues luego podremos ser esposos, padres, nietos. Lo importante es asumirlo.
2. Conservar ese lugar: pareciera obvia una frase como “el papá es el papá y el hijo es el hijo”, pero a veces se ve que ante la incapacidad de reacción de los padres o una actitud de víctima, los hijos asumen el rol de protector, de cuidador, para facilitarle la vida a su padres y, a cambio de ayudar, ese hijo está alterando todo el sistema.
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3. Olvidar y excluir: un hijo gay que no es aceptado por los padres, un aborto espontáneo o inducido que se olvida, un padre rechazado por los hijos. Cada uno tiene su lugar y su papel valioso que no cambiará ni con la muerte, por eso hay que respetarlo.
4. Saber dar y recibir: a veces nos sentimos generosos dando y dando, pero a la hora de recibir pecamos de humildes y nos negamos. ¡Error! Si quieres tener éxito en tu vida, acepta el amor que se te da, los halagos, los reconocimientos. Te mereces lo que te pasa. Si no le abres los brazos a la vida, no te volverá a traer nada.
Y, ¿cuáles son las consecuencias de transgredir esas leyes?
Rocío Hernández lo explica: “Los hijos no están ubicados en su generación. Me pasa que los padres consultan porque su hijo pareciera no adaptarse a su entorno, como si estuviera buscando su sitio. A la pregunta, ¿alguno de los dos padres tuvo una pérdida? La respuesta casi segura es ‘sí’. Los hijos siempre tienen un orden, el primero es el primero y el segundo es el segundo. Los padres desde su corazón deben darle un lugar a ese hijo no nacido”.
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Las consecuencias de estos movimientos equivocados en el sistema son problemas amorosos, económicos, de salud, etc. Pero, a veces, en nuestros antepasados se sucedieron esas situaciones y las consecuencias se viven generaciones posteriores. Y a nuestros ojos eso no es visible, no sabemos por qué hay un patrón en nuestras vidas que se repite aunque intentemos cambiarlo.
Las causas “tienen origen en la historia de nuestros antepasados. Solo accediendo a estas dinámicas ocultas, inconscientes, a través de la toma de consciencia podemos reconocer el origen y darle solución. Esto es posible gracias a las constelaciones familiares.
¿Qué son las constelaciones?
Una técnica accesible, breve y tan poderosa que parece mágica, sin que tenga que ver con ello.
Para esto, un constelador que se ha capacitado en el tema realiza una experiencia con un grupo de personas que representan a personas de la familia de quien constela. La energía del sistema de la persona pasa a quienes los representan y allí, se puede observar lo que el sistema va contando inconscientemente a través de gestos corporales, sensaciones y emociones que se van suscitando.
“Lo que Hellinger desarrolló es un procedimiento eficaz para la solución de una gran gama de problemas recurrentes en las familias y en los grupos humanos, como son comportamientos, enfermedades y eventos que se repiten generación tras generación”.
Constelar es conocer el origen del problema que trasciende nuestro entendimiento, es colocar a los miembros del sistema de nuevo en su lugar y ver, cómo cambia la vida.
Lo que descubrió el alemán Bert Hellinger fue que todos los aspectos de nuestra vida son consecuencia del orden familiar, del sistema al cual pertenecemos desde nuestra gestación, hasta más allá de la muerte. “Esto es así porque en un sistema familiar cada uno de sus integrantes está conectado a los demás: vivos, a los muertos, a los que conocieron y a los que nunca conocieron; en particular a los excluidos, a los olvidados o a los injustamente tratados”, explica Ingala Robl en su libro ‘Constelaciones familiares, para la prosperidad y la abundancia’.
Y como todo sistema, tiene normas. Transgredirlas es el éxito o fracaso de nuestra vida y, aún más importante, el de las generaciones venideras. Y esas normas son pocas, pero claras y contundentes, que nos ayuda a explicar la sicóloga y consteladora Rocío Hernández:
1. Ocupar un lugar: todos nacemos en una posición: hijos, mayores, menores, medios, y cada uno tiene una responsabilidad que va sumando más obligaciones con los años, pues luego podremos ser esposos, padres, nietos. Lo importante es asumirlo.
2. Conservar ese lugar: pareciera obvia una frase como “el papá es el papá y el hijo es el hijo”, pero a veces se ve que ante la incapacidad de reacción de los padres o una actitud de víctima, los hijos asumen el rol de protector, de cuidador, para facilitarle la vida a su padres y, a cambio de ayudar, ese hijo está alterando todo el sistema.
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3. Olvidar y excluir: un hijo gay que no es aceptado por los padres, un aborto espontáneo o inducido que se olvida, un padre rechazado por los hijos. Cada uno tiene su lugar y su papel valioso que no cambiará ni con la muerte, por eso hay que respetarlo.
4. Saber dar y recibir: a veces nos sentimos generosos dando y dando, pero a la hora de recibir pecamos de humildes y nos negamos. ¡Error! Si quieres tener éxito en tu vida, acepta el amor que se te da, los halagos, los reconocimientos. Te mereces lo que te pasa. Si no le abres los brazos a la vida, no te volverá a traer nada.
Y, ¿cuáles son las consecuencias de transgredir esas leyes?
Rocío Hernández lo explica: “Los hijos no están ubicados en su generación. Me pasa que los padres consultan porque su hijo pareciera no adaptarse a su entorno, como si estuviera buscando su sitio. A la pregunta, ¿alguno de los dos padres tuvo una pérdida? La respuesta casi segura es ‘sí’. Los hijos siempre tienen un orden, el primero es el primero y el segundo es el segundo. Los padres desde su corazón deben darle un lugar a ese hijo no nacido”.
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Las consecuencias de estos movimientos equivocados en el sistema son problemas amorosos, económicos, de salud, etc. Pero, a veces, en nuestros antepasados se sucedieron esas situaciones y las consecuencias se viven generaciones posteriores. Y a nuestros ojos eso no es visible, no sabemos por qué hay un patrón en nuestras vidas que se repite aunque intentemos cambiarlo.
Las causas “tienen origen en la historia de nuestros antepasados. Solo accediendo a estas dinámicas ocultas, inconscientes, a través de la toma de consciencia podemos reconocer el origen y darle solución. Esto es posible gracias a las constelaciones familiares.
¿Qué son las constelaciones?
Una técnica accesible, breve y tan poderosa que parece mágica, sin que tenga que ver con ello.
Para esto, un constelador que se ha capacitado en el tema realiza una experiencia con un grupo de personas que representan a personas de la familia de quien constela. La energía del sistema de la persona pasa a quienes los representan y allí, se puede observar lo que el sistema va contando inconscientemente a través de gestos corporales, sensaciones y emociones que se van suscitando.
“Lo que Hellinger desarrolló es un procedimiento eficaz para la solución de una gran gama de problemas recurrentes en las familias y en los grupos humanos, como son comportamientos, enfermedades y eventos que se repiten generación tras generación”.
Constelar es conocer el origen del problema que trasciende nuestro entendimiento, es colocar a los miembros del sistema de nuevo en su lugar y ver, cómo cambia la vida.