“Si tú tienes claro que el éxito es colectivo, por default, tú vas a ser exitoso”: Ángela Zuluaga

“Me sentí vulnerable, pero poderosa a la vez”, dijo Ángela Zuluaga al confesar la anécdota en la que puso sobre la mesa su cargo en la compañía al explicarle una riesgosa estrategia al CEO de Coca-Cola a nivel mundial: “Si pierdo, renuncio al otro día”, fue la respuesta de la profesional en ese momento.

Con más de 10 años en la empresa, Ángela es una mujer de 43 años que ha balanceado su vida entre ser mamá de dos niñas, pareja y una de las 50 mujeres más influyentes de Colombia, según la Revista Forbes desde su aclamada labor en Coca-Cola.

Estudió Negocios Internacionales con énfasis en Finanzas, tiene una especialización en Comunicación Estratégica, cursó un Programa de negocios en Harvard y siempre revela con orgullo su origen: “Nací en Quimbaya, Quindío (...) Mis primeros estudios fueron en una escuela pública en Quimbaya y los amé, todavía hablo con todos mis compañeros”, asegura Ángela.

Desde su ingreso a la icónica compañía, la colombiana mostró su tenacidad, pues justo antes de la entrevista presencial para ser admitida en Coca-Cola, hace más de una década, le dio apendicitis y aún así asistió sin excusas:

“Estuve en la industria farmacéutica siete años y me llama alguien del equipo de talento para ofrecerme un cargo de nivel: Director en Coca-Cola Company. Tenía todas las ganas de ser elegida (...) Es un reto muy grande, si están pensando en mí, algo debo saber, hago algo bien y lo voy a aplicar”.

Ángela ha llegado a ser elegida en varios cargos nuevos dentro de la empresa, arrancó con comunicaciones corporativas, comunicaciones de marcas, respondiéndole a una vicepresidencia y a los dos años fue nombrada vicepresidente de esa misma área: Comunicaciones, Asuntos Públicos y Sostenibilidad.

En medio de la amplia transformación política, social y ambiental que vive el mundo, pero especialmente en Latinoamérica, Zuluaga ha tenido que enfrentar los retos de los ambientes empresariales volátiles y como líder ha tenido que enseñar más de una herramienta a sus equipos de trabajo, iniciativas respaldadas por Coca-Cola: “El desarrollo de su talento es algo que trabajamos todos los días, se revisa, se hacen planes de desarrollo”.

Fue allí cuando esta mujer pasó de ser encargada de comunicaciones a trabajar directamente en el negocio de la compañía liderando más de 30 países en el continente: “Manejarás el negocio de bebidas no carbonatadas (bebidas no gaseosas) para los mismos 31 países”.

Me reté muchísimo, tuve que aprender bastante, cuando uno hace mucho tiempo más de lo mismo y uno llega a una arrogancia intelectual en términos de que uno más o menos se las sabe todas, uno sigue aprendiendo, pero se las sabe casi todas, pero yo entré con la cabeza abajo y dije: ‘Ustedes saben más que yo, quiero aprender’”.

Liderazgo femenino

Las habilidades de liderazgo de Ángela fueron claves para el cambio abismal de cargo que vivió dentro de la empresa. Fue un reto que una persona que venía de comunicaciones, de relaciones públicas, viniera a manejar directamente el negocio.

“Lo hice porque quiero, ustedes saben más que yo de la parte técnica, pero yo vengo como líder para que nos reorganicemos como equipo y que saquemos esto adelante. Yo les propongo dos cosas: Ustedes siguen, me aseguran que los números se están dando mientras yo me pongo al día con el negocio, pero ustedes se comprometen a que vamos a armar el mejor equipo de todos”.

Eso fue lo que dijo Ángela al grupo con el que trabajó en ese entonces. Cuando empezó, su equipo tenía las peores métricas, un año después ya eran los mejores:

“Para mí fue ese toque de humildad intelectual de entender qué sabía y qué no sabía, y como mujer pues entré a un negocio mega masculino, había muchos hombres, yo me sentaba con los embotelladores y en las negociaciones todo el entorno era súper masculino (...) Me sirvió para crecer, para que ellos creyeran en mí”.

Ahora es vicepresidenta senior de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sostenibilidad de Coca-Cola para Latinoamérica en todos los países del continente, 41 mercados: “No somos un proceso, nos enfocamos en un propósito”.

¿Cómo lo logró?

Zuluaga reconoce tener habilidades para manejar equipos y liderar importantes proyectos, pero también asegura que su empresa permite que como profesional, madre y mujer pueda seguir creciendo y desarrollándose.

“Hay paridad y respeto hacia la mujer. Coca-Cola promueve que las mujeres logren lo que quieren de manera profesional y personal. Uno se siente orgulloso, hombres y mujeres compartimos en la compañía esta filosofía de la felicidad que hay detrás de pertenecer acá porque no es solo decir el nombre, sino lo que vives al trabajar en una organización como esta”.

Allí se presenta el tema de la flexibilidad, tema que, según Ángela, debe ser clave en todas las empresas. Con dos hijas y con su deseo de que sigan teniendo contacto con su padre, la compañía ha permitido que Zuluaga crezca en 10 años liderando más de 40 países sin necesidad de cambiar su domicilio:

“No hay salario monetario que se compare con ese salario emocional que da la organización. La vida privada y profesional es un matrimonio que tienes que hacer convivir con tantos países a los que toca ir por trabajo, hijas y novio, todo es de balance. Hay días en que soy más la mujer trabajadora, menos mamá, menos pareja, pero hay épocas en las que puedo ser más mamá, más pareja, y me dejan hacerlo así”.

Ángela María Zuluaga asegura que, como ejemplo para otras empresas, la compañía donde está se preocupa mucho por el desarrollo del talento de la mujer. Coca-Cola tiene una dirección en América Latina para asegurar la inclusión interna: mujeres, comunidad LGBT y comunidad afroamericana.

“En tema de mujeres hay muchos programas de liderazgo, de conocimientos, desarrollo acelerado de talento, te preparan mentalmente, laboralmente, hasta en los procesos de selección buscamos que haya el mismo número de hombres que de mujeres, uno no tiene solo que parecer, sino también ser”.

El éxito siempre debe ser colectivo

Para haber logrado el éxito, Ángela da cinco consejos que sigue aplicando en su vida y la han llevado a donde está. “Coca-Cola nos ha dado razones para creer, creer en que hacemos cosas maravillosas por la gente. Cómo impactamos en las comunidades es un tema muy sensible a la organización”.

• “Uno no puede perder la esencia de donde viene. Mi hija decía: ‘Es que tú a todo el mundo le cuentas que vienes de Quimbaya, Quindío’. Es que yo estoy superorgullosa de donde nací porque a mí lo primero que la gente me dice es a qué universidad fuiste y de dónde eres. O sea, se imaginan un estereotipo de lo que es una mujer profesional. Entre más creces, tienes que buscar un gancho que te mantenga sobre la tierra, si no empiezas a perder perspectiva de la vida, de quién eres”
• “Si uno no sabe para dónde va, ya llegó. Uno tiene que tener claro para dónde va, no necesariamente tener claro el cómo”.

• “Uno tiene que tener la humildad intelectual para saber decir qué sabe y qué no sabe. Las mujeres nos ponemos mucha presión sobre nosotras y para generarnos confianza entre nosotras creemos que necesitamos saberlo todo, pero está bien decir no sé, necesito aprender y aprender a pedir ayuda, no pretender ser la superpoderosa, la que todo lo sé”.
• “Hay que aprender a pedir con empatía y vulnerabilidad, y entender que si uno falla también está bien. He perdido, me he caído, me he frustrado... Pero al final es la tenacidad, la perseverancia, uno levantarse todos los días y decir vamos para adelante”.
• “El éxito nunca es personal, nunca. Tú estás donde estás gracias a toda la gente que te hizo brillar. Si tú tienes claro que el éxito es colectivo, por default tú vas a ser exitoso. Cuando buscas ese éxito de todos, de quipo, tú brillas y brilla todo el mundo, y a todo el mundo le va bien.