Adriana Soto

, 23/8/2009

Concienciar a los colombianos acerca de los problemas que genera el cambio climático en el país es su prioridad.

uiere contribuir a que la gente actúe para impedir el impacto ambiental que causa en la naturaleza y en los colombianos el cambio climático, su campo de trabajo durante los últimos ocho años: “Es una señal que nos está dando el planeta acerca de lo que nos rodea, de nuestra propia salud; un termómetro de lo que ocurre en el medio ambiente y está muy alto, tanto, que el problema es de supervivencia”, dice Adriana, que trata el tema desde tres ‘vertientes’: el agua, la salud humana y el ascenso del nivel del mar: “Colombia emite 0,35% de gases de efecto invernadero del mundo, y sin embargo, por su situación geográfica, recibe el impacto de 99% de las emisiones generadas en otros lugares del planeta. El cambio climático está calentando nuestros sistemas de alta montaña como el Páramo de Chingaza, responsable de abastecer 80% del agua que consume Bogotá y sus municipios aledaños. En sus cercanías, una comprometida comunidad local ha cambiado sus formas de producción agropecuaria para mejorar las condiciones de este ecosistema y lograr que el calentamiento global no afecte la oferta hídrica. Los bogotanos podemos contribuir a esta causa informándonos y comprando sus productos ”.
Adicionalmente, el aumento de la temperatura incide en enfermedades como el dengue y la malaria. El Instituto Nacional de Salud adelanta un sistema de alerta temprana para disminuir el impacto de este fenómeno en la población. El ascenso del nivel del mar es otro efecto aparentemente silencioso, con impactos preocupantes en el mediano plazo en las costas e islas colombianas. Adriana afirma que “la estrategia no debe centrarse sólo en cómo reducir las emisiones de gases efecto invernadero, sino en cómo hacer para que el impacto del cambio climático no afecte la viabilidad económica y social del país”. =