Amor poder y fama
¿Qué tienen en común Madonna, Carla Bruni, Michelle Obama, Carme Chacón y Elizabeth Edwards? Además de ser mujeres que han dado noticia en este 2008, son apasionadas y poderosas. Sus corazones son un espejo de lo que anima sus vidas. Aquí vamos tras ellas y sus historias.
Michelle Obama
Gana dos veces lo que su marido y congrega multitudes casi como él, aun así su gran amor es su familia.
Algunos la describen como una mujer “sencilla, audaz y atractiva”. Los detractores de su marido la acusan de “resentida, liberal y elitista”. Los conservadores, dicen que es demasiado liberal, aunque en cuestiones familiares para Michelle Robinson la prioridad son sus hijas Malia, de 10 años y Sasha, de 7. Los diarios de Estados Unidos aseguran que sólo aceptó que su Barack compitiera por la candidatura Demócrata después de analizar juntos los efectos que esto tendría en sus hijas y en la seguridad de la familia. El público se enamoró de ella cuando dijo en una entrevista a la revista Ebony: “mi principal función, en caso de llegar a ser Primera Dama, seguirá siendo la de madre y asegurarme de que en esta transición, que será más intensa para las niñas, tengan una vida estable, ordenada y que sepan que van a seguir siendo el centro de nuestro universo”. Hoy, cuando la campaña presidencial está en su punto más álgido y los compromisos de la pareja son incontables, procura no pasar más de dos noches fuera de casa y, sin excepción, siempre deja a las niñas al cuidado de su abuela. Además, se encarga de que estén en comunicación con su padre a través de un computador con cámara de video.
Creció en una familia de clase media-alta en el sureste de Chicago. Su padre trabajó en la compañía municipal de aguas y fue un demócrata convencido. Mientras que su madre es la típica ama de casa. Ambos soñaban con que sus hijos llegaran lejos por lo que Craig, su hermano mayor, y Michelle fueron a Princeton, donde obtuvo el título de socióloga. Luego se graduó como abogada en Harvard. Trabajó durante tres años en la firma de abogados Sidley & Austin. Fue asistente del alcalde de Chicago, Richard Daley, y ocupó un alto cargo en el departamento de planeación y desarrollo. Fue vicepresidenta de relaciones externas de la red de hospitales de la ciudad. Sus simpatizantes rescatan el hecho de que haya renunciado a su jugoso salario para acompañar a Obama en la carrera por la Presidencia, mientras que los republicanos aseguran que Michelle no demuestra gran interés en sus supuestos deseos de ayudar a la comunidad. Lo cierto es que ella es centro de atención, sobre todo por aquellos que buscan la oportunidad de atacar a Obama y todo lo que lo rodea.
Para blindarse, cuenta con un equipo de asesores que controlan lo que dice y hace. Crearon ese estilo que muchos comparan con el de Jackie Kennedy, que la llevó a figurar en la lista de las mujeres mejor vestidas de Vanity Fair. =
La niña terrible de Francia
Malgré mes quarante ans (“A pesar de mis 40 años”)
Malgré mes trente amants (“A pesar de mis 30 amantes”)
Je suis une enfante (“Yo soy una niña”)
Así le canta Carla Bruni a los amores de su vida en el CD que lanzó el pasado 21 de julio. La canción, que más parece una confesión, dejó a más de uno con la boca abierta, sobre todo porque la que canta es nada más ni nada menos que la Primera Dama de los franceses. Pero ni para ella ni para su marido, el presidente Nicholas Sarcozy, ese pasado es un problema. Declara que es feliz con “su hombre” , pero que todo puede cambiar y que “la monogamia es complicada para mí”.
La sinceridad parece ser lo que más cautiva a su esposo y a sus millones de seguidores. Nació en una familia rica de Turín, Italia, y siempre ha sentido una especial debilidad por los hombres mayores. Su belleza la llevó a las pasarelas y a las portadas de las revistas de moda más importantes del mundo, pero realmente alcanzó la fama por su romance con el cantante Mick Jagger, que le costó al líder de los Rolling Stones su matrimonio con la también modelo Jerry Hall. Ella siguió su vida y en el camino se encontró con todos esos hombres a los que hoy les canta. Algunos famosos y otros no tanto, pero eso sí, todos mayores y millonarios. La lista la encabeza Louis Bertignac, guitarrista del grupo de culto en los 80 Téléphone. Le siguen Arno Klarsfeld un abogado de 43 años a quien conoció tras su rompimiento con el actor Vincent Perez. También pasaron por su lecho Jean Paul Enthoven un editor y periodista casi 20 años mayor con quien vivió hasta que Bruni se enamoró de su hijo Raphael con quien tuvo a Aurélien, su niño de 5 años. El millonario Donald Trump, Eric Clapton, Kevin Costner, Jean Jacques Goldman, Dimitri de Yugoslavia, fueron sólo algunos de los que precedieron al Presidente francés que la tiene instalada en el Palacio del Eliseo. Su amor le alcanza para trabajar en cambiarle el estilo a su amado, pues en Francia, un país donde el buen gusto es sagrado, Nicholas Sarcozy se distingue por su falta de él. Lo apodan ‘el presidente bling bling’. Carla le cambió su reloj Rolex de oro con diamantes por un discreto y costoso Patek Philippe. Cuando lo mira con todo y su mal gusto, sus grandes orejas y su corta estatura dice, “me enamoré nada más con verlo”. Por ahora está feliz. Aunque todos, incluso Sarcozy, sepan que Carla Bruni tiene muy claro que el amor es eterno mientras dura.=
La provocadora
Con 50 años, la vida de Madonna continúa marcada por escándalos y su corazón por relaciones peligrosas.
Ha sido atrevida, ha llegado hasta donde ha querido rompiendo con todas las convenciones, es un símbolo sexual y es una de las cantantes de pop más inolvidables. Es Madonna, la ‘chica material’ que enloqueció al mundo, la que escandalizó con el corsé de senos cónicos diseñado por Jean Paul Gaultier y dio mucho de qué hablar con el beso a Britney Spears. Sí, así es Madonna, la mujer que hoy, al cumplir medio siglo, es seguidora de la cábala judía y lucha por sostener su matrimonio con Guy Ritchie, el cineasta británico con quien se casó en diciembre del 2000, mientras contradice su amorío con el beisbolista Alex Rodríguez .
De sus romances mucho se ha hablado, sin embargo, ella no ha confirmado estos amoríos, tan sólo reconoce a su ex esposo Sean Penn, con quien se casó en 1985 luego de conocerse en la grabación del video Like a Virgin y de quien se separó por la violencia y las infidelidades de él; así como la relación con el padre de su hija, el cubano Carlos León, quien fue su entrenador personal y a quien le pagó para ella tener la plena postestad respecto a la pequeña.
A través de sus aventuras Madonna se ha jugado su arte, su fama, su carrera, su música, su sexualidad, sus convicciones y su corazón.=
Ama las instituciones
Ha sido la mejor aliada en la carrera política de su esposo, el ex senador demócrata John Edwards, pero también la más solidaria con su reciente escándalo de infidelidad.
De la esposa de John Edwards podría decirse que es una mujer fuerte y luchadora. Su batalla personal en contra del cáncer de seno que le fue diagnosticado hace unos años y que luego de un complejo tratamiento volvió a aparecer, habla de su entereza y esperanza. Pero también, las declaraciones que ha dado frente al nuevo escándalo sexual que su marido ha suscitado en Estados Unidos, al revelarse la historia de sus amores con Rielle Hunter, dicen mucho de ella.
Lo primero que se puede deducir es que Elizabeth Edwards es una mujer que quiere conservar las cosas en su sitio, que busca que los temas privados no se hagan públicos y que con la misma claridad con la que le apuesta a la vida en medio de un diagnóstico médico poco esperanzador, se la juega también por la unidad familiar, o mejor, por la institucionalidad de este núcleo.
“Esto era un asunto privado y, a pesar de ser doloroso, no quería que fuese parte de la escena pública… Estaba enojada y furiosa, pero en un momento tuve que tomar una decisión: lo echo de la casa o tenemos un matrimonio de 30 años que puede ser reparado”, ha declarado a los medios la señora Edwards.
Así, esta abogada, de mente aguda y analítica, cálida y optimista, que tiene 59 años (cuatro más que su esposo) y quien en sus propias palabras se puede ver como una ‘anti Barbie’, ha sido una mujer exitosa en su trabajo y una madre dedicada. Sin embargo, como toda vida ha tenido sus pruebas, pero frente a estas mareas ella sale, al parecer, fortalecida. Paradójicamente, la fragilidad es su mejor arma.=
En defensa de la
La Ministra de Defensa española hace un alto en su fulgurante carrera
política para dedicarse a su hijo de meses.
Mientras pasaba revista a las tropas españolas durante la toma de posesión como Ministra de Defensa del Gobierno de Rodríguez Zapatero, el pasado 14 de abril, Carme Chacón, vestida de blanco y negro, en estado de gravidez avanzado, sentaba precedentes: el de ser la primera ministra embarazada de la democracia –tras dar a luz, el 19 de mayo, a su primogénito Miguel, anunció que compartiría ‘a medias’ la baja (licencia) de maternidad con su marido, Miguel Barroso– y la primera mujer al mando del Ministerio de Defensa.
No son pocas las críticas que ha suscitado esta catalana de 37 años, de padre almeriense y madre catalana, sobre todo entre la cerril oposición del Partido Popular, por ser ‘la niña bonita’ del Partido Socialista Obrero Español, PSOE. Pero para serlo, le sobran merecimientos: militante desde los 18 años de las Juventudes Socialistas, inició su carrera política en 1999 como Concejala del Ayuntamiento de Esplugas de Llobregat, su ciudad natal. Fue Vicepresidenta Primera del Congreso de los Diputados (2004-2007), Ministra de Vivienda de 2007 a este año, cuando fue nombrada Ministra de Defensa.
Pero aunque su nuevo cargo la haya catapultado a la palestra pública como una mujer ‘de armas tomar’, el lado sensible de Carme se hace evidente en su amor por la lectura y la poesía: “El lenguaje es muy escaso para hablar de sentimientos, y la poesía nos salva. Escribo poesía y prosa poética del desamor. Soy devota de Pedro Salinas”, dijo en una entrevista reciente para el diario El Mundo, en la que también expresó su convicción de que “hay que formar a las familias para que los chicos puedan volver a tener unos padres que lean con ellos, que discutan lo que les preocupa. Es decir, que cuiden al niño en lugar de que lo haga el televisor”.=