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Claudia Bahamón estrena Embajada

Laura Samper Blanco , 19/10/2011

Por su conciencia ambiental, la presentadora fue nombrada como Embajadora Latinoamericana de Earth Hour, fundación australiana que promueve el ahorro de energía en el mundo.

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En el más reciente cumpleaños de Samuel Brand, el hijo mayor de Claudia Bahamón, no hubo bombas de plástico ni regalos. Para celebrarle los 2 años, la presentadora decidió hacer una fiesta ecológica con el fin de crear conciencia en los niños sobre la Tierra y el medio ambiente. Así, le pidió a las mamás de los invitados que en vez de comprarle regalos a Samuel, le envolvieran algún juguete que sus hijos hubieran dejado de lado. Eso sí, que con esmero hicieran un bonito empaque, también orgánico o reciclado. Las bombas de colores estaban pintadas sobre los vidrios del jardín, y dentro de la piñata, hecha de papel kraft y tiras de fique, había colores de madera, chocolates orgánicos y esponjas naturales para pintar.

Cada uno de los pequeños invitados recibió un delantal de yute con su nombre y un kit de jardinería para sembrar una planta, que se llevaron a sus casas. Contrario a lo que muchos pensarían, para Claudia este no es un tema de moda o una tendencia. Después de siete años de vivir en Los Ángeles, una ciudad en la que se respira una fuerte conciencia acerca de la preservación del medio ambiente, sus hábitos de vida han cambiado notablemente. “Se agringó”, le dice su mamá cuando la oye hablar de comida orgánica y saludable. Claudia se ríe y le responde que es todo lo contrario, que vivir en Estados Unidos la hizo añorar su infancia en una finca cerca de Neiva donde las mandarinas y las naranjas eran diferentes las unas a las otras, y no un molde creado por el hombre para aumentar los niveles de consumo. “Son clones. Los procesos y los químicos a los que son sometidas estas frutas no solo son malos para el hombre, sino para la Tierra”, dice.

Habla con propiedad de un tema que no es nuevo para ella, debido a que cuando empezó a interesarse en el asunto conoció a una periodista colombiana, a una chilena y a un español con los que empezó a intercambiar correos electrónicos sobre temas ambientales. “Esos correos se volvieron como un virus. De repente empezaron a llegarle a mucha gente”, anota. Asegura que la culpa de que se use pesticida en los alimentos no es del agrónomo ni del agricultor, sino que se debe a la tecnología, pues es normal que el primero quiera usar el químico que le ofrece el segundo para que su producto crezca sin imperfecciones y sea más fácil venderlo. “Para eso los gringos son unos genios”, anota, y agrega que en Estados Unidos muchas empresas han empezado a utilizar pesticidas orgánicos.

La ‘diplomacia’
Tal vez por su constante militancia en las filas ambientalistas, fue que Earth Hour dio con ella. Esta fundación australiana, cuyo nombre traduce en español “La hora del planeta”, lleva cuatro años creando conciencia sobre el ahorro de energía eléctrica con la campaña de apagar la luz durante una hora. El pasado 26 de marzo, 5.251 ciudades, 135 países y un estimado de un 1 billón ochocientas mil personas apagaron sus bombillos de 8:30 a 9:30 p.m. Esta fundación es una rama de la reconocida World Wide Foundation (WWF) que este año celebra 50 años de existencia.

Hace nueve meses Claudia recibió un correo en el que Andy Ridley, cofundador y director de Earth Hour, le pedía que fuera la embajadora de la fundación para Latinoamérica. A ella este título le causa gracia y, de hecho, no lo lleva por darse publicidad, pero aclara que tampoco la contactaron por ser una persona reconocida en Colombia. Es más, hasta hace poco no sabía que existía una fundación como tal. Piensa que tal vez dieron con ella por los correos electrónicos y escritos que compartía en el mundo virtual. Se dieron cuenta de que se toma este tema en serio y no como una moda pasajera: “Me parece importante lo que ellos hacen y es consecuente con mi estilo de vida”. Por eso aceptó con gusto el ofrecimiento.

Hace dos meses Ridley fue a Los Ángeles a conocerla, y cuando le preguntó a dónde quería ir a comer, ella le dijo que lo quería llevar a uno de los mejores restaurantes orgánicos argentinos. Es otro punto en el que ella hace énfasis: “La gente tiene la mentalidad de que lo ecológico es pura lechuga y ensalada. La comida saludable se basa en los procesos a los que es sometido un alimento antes de llegar a la mesa”. Cuando dice que come saludable, aclara que no vive a dieta, sino que procura consumir alimentos libres de químicos. “Como todo lo que me gusta, pero orgánico y fresco”.

Por lo pronto, como vocera de la fundación, da charlas a mamás sobre la importancia de seguir pautas medioambientalistas en cuanto a los productos que usan para sus bebés. Igualmente, todos los días, de 4 de la tarde a 8 de la noche, se conecta con sus compañeros del programa radial Los originales, de la emisora La X, para hablar de música y actualidad. El resto del día se lo dedica a su esposo y a sus dos hijos. Dice que la suya es una familia normal en la que Simón lleva a Samuel todos los días al colegio y ella se queda con Lucas, de 6 meses, preparándose para el programa. Por ahora, los Brand-Bahamón no tienen planes de regresar. Simón está en proceso de posproducción de su tercera película, Default, y Claudia, aunque extraña a su familia y a su país, dice que en este momento tiene todo lo que ha soñado, y que cuando llegue el momento de volver lo hará, pensando en que esta decisión sea beneficiosa para todos.

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