Los dietas de los famosos que sólo nos enferman

Revista FUCSIA, 24/8/2015

Gwyneth Paltrow recomienda la limpieza de colon, el príncipe Carlos, una infusión para eliminar toxinas ¿cuándo las celebridades se convirtieron en gurús de la salud? Los expertos explican por qué, aunque luzcan bien, es mejor no seguir sus consejos.

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Hoy en día el término "detox" es tan común como hablar de dietas. Su búsqueda en Google genera cerca de 70 millones de resultados, que en su mayoría no se refieren a la definición clásica de ayudar a un paciente con dependencia a las drogas.

Es más bien una especie de religión, cuyos seguidores consideran a las toxinas espíritus malignos: los cuerpos de los mortales, agotados y adoloridos, son sus poseídos. En esa onda, muchas celebridades se han convertido en los exorcistas que ofrecen limpiezas milagrosas a base de jugos verdes, recetas libres de gluten y suplementos alimenticios, que según afirman, son los responsables de liberar sus intestinos, quitarse peso de encima y de que su piel vuelva a brillar. Por eso, al mejor estilo de los debates de fe versus ciencia, miembros de la comunidad científica tildan a esos famosos de curanderos, y el principal argumento en su contra es que tales tratamientos carecen de evidencia clínica.

"Ni un solo estudio respalda las teorías que sostienen a esta gigantesca industria". Así lo expresa un reciente libro titulado Is Gwyneth Paltrow Wrong About Everything? (¿Está Gwyneth Paltrow equivocada en todo?), de Timothy Caulfield, director de investigaciones del Health Law Institute de la Universidad de Alberta, Canadá; dedicado a explicar la manera en que las estrellas venden al público "elixires de salud, belleza y felicidad".

La actriz señalada por el experto fue centro de atención mediática cuando publicó sus recetas para "verse bien y sentirse fenomenal", eso sí, mientras el lector estuviera dispuesto a gastar 300 dólares en el menú diario. 

Foto: www.popsugar.com

Además de elitista, Paltrow fue criticada por vender el temor hacia la comida, y por exageraciones como que estuvo al borde de la muerte por culpa de las papas fritas. Viniendo de la mujer que alguna vez insinuó que el agua tiene sentimientos, no deberían extrañar las prácticas que promueve en su página web Goop, como someterse a lavados con vapor para limpiar el útero y así equilibrar los niveles femeninos de hormonas.

A pesar de que el autor se declara fan de sus películas, escogió su nombre para representar a los famosos pseudocientíficos que hacen parte de la moda de emitir consejos en materia de bienestar: "Ella es el mejor ejemplo del lugar que ocupa la cultura de las celebridades en nuestra sociedad. Hacer recomendaciones específicas de este tipo es parte de su marca, de su actual carrera. Pero lo justo sería que en la base estuviera la ciencia", comentó el catedrático a Fucsia.

Leonardo DiCaprio se hace limpiezas de colon. Miley Cyrus le declaró la guerra al gluten y Jim Carrey a las vacunas porque opina que causan autismo. A Shailene Woodley, protagonista de Bajo la misma estrella, le apetece la arcilla al desayuno porque evacúa los metales pesados de su sistema, y Kim Kardashian es adicta a la acupuntura cosmética. Katy Perry hizo pública su adoración por los suplementos para desintoxicar, cuando los tomó con el fin de lucir perfecta en una portada de Vogue. Beyoncé suele cambiar los sólidos por una especie de limonada con miel de maple y pimienta roja. Hollywood también popularizó un brazalete de silicona que incrementa los niveles de energía. Y el embajador real de la tendencia es el príncipe Carlos, pues Duchy Originals, firma que él fundó, produjo una infusión de alcachofa y diente de león para purificar el cuerpo.


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"¿De qué toxinas hablan? ¿Dónde residen? ¿Cómo es que estos productos las expulsan mágicamente?", cuestiona Caulfield. "Hay una avalancha de malos consejos circulando". Y da igual si los famosos los promueven o simplemente los medios se los adjudican: que Victoria Beckham usa cremas faciales cuyo ingrediente estelar es el excremento de ruiseñor. Que Kate Middleton prefiere el veneno de abeja para que su piel se mantenga joven. Que Katie Holmes pone caracoles a pasear por su cara, mientras que Demi Moore usa la terapia de la sanguijuela para mejorar la circulación.

"No pretendo ir en contra de las celebridades. Por el contrario, reconozco el impacto que tienen sobre nosotros. Ellas no tienen la culpa; es la naturaleza de la cultura pop". Solo así se explica que las cirugías para el lifting de brazos hayan aumentado un 4.300 por ciento desde 2001, siendo los de Michelle Obama los modelos favoritos.

Tampoco es casualidad que el periodista Paul Salopek haya inventado el índice "Jolie" para medir la influencia de Angelina. Cuando la actriz expuso en un editorial su decisión de hacerse una doble mastectomía preventiva, generó, según algunos analistas, efectos positivos, aunque también incrementó la ansiedad en las mujeres en torno al cáncer de mama.  

"Que las personas ganadoras de la lotería genética establezcan los estándares universales de belleza, es como usar a los pívots de la NBA para motivar a la gente a ser más alta", señala Caulfield. Esa ilusión del público de querer parecerse a sus ídolos o sentirse cerca de ellos es la que documenta la escritora Rebecca Harrington en su libro I'll Have What She's Having (Pediré lo que ella pida), en el que narra sus aventuras una vez obedece las directrices de algunas personalidades. Y pasó tanta hambre, que terminó sintiendo lástima por ellas.

Caulfield, por ejemplo, aceptó haberse convertido en una "bestia salvaje" al intentar las técnicas de la Paltrow. Para colmo de males, su familia le advirtió que su aliento "apestaba". "Esta tendencia crea expectativas irreales sobre cómo alcanzar la felicidad, y lleva a las personas a desperdiciar su dinero en productos inútiles".

En el fondo entiende que no haya estudios serios al respecto, pues es difícil imaginar a las entidades gubernamentales dando fondos para analizar "la eficacia de una crema de popó de pájaro que usan los Beckham".


Foto: cocinaconreceta.com


El nutricionista español Juan Revenga, autor del libro Adelgázame, miénteme, señala que "La industria para bajar de peso es el único negocio rentable del mundo que tiene una tasa de fracaso del 98 por ciento". Peor que los famosos, le parecen los médicos que quieren convertirse en celebridades a punta de promocionar dietas con sus nombres (la Atkins, la Dukan…).

"Lo más irresponsable es asegurar que su método es eficaz y fácil. Quien lo diga es un charlatán. Si así fuera, no habría 2.100 millones de personas con sobrepeso en el mundo", manifestó a esta revista. Lo que sí suena simple es el consejo, que a diferencia de tanto sistema "novedoso" para "verse bien y sentirse fenomenal", no pasa de moda, como concluye Caulfield: "No fume, haga ejercicio, coma alimentos naturales, incluya muchas verduras, duerma bien y ame a alguien".


-Algunas de las tendencias controvertidas por los expertos-


Detox: Según sus seguidores, el cuerpo es como una casa: si no se saca la basura, se vuelve inhabitable. "En un organismo sano, los riñones, hígado y pulmones cumplen esta función sin que se les pida el favor", asegura Juan Revenga, autor del blog El nutricionista de la general. De no ser así, lo más probable es que se falleciera. Cuenta que hace un tiempo salió en las noticias la paradoja de que una mujer de 52 años murió tras iniciar un régimen desintoxicante, pues se intoxicó con agua. "No estaba contaminada, solo ingirió una gran cantidad en un breve lapso".         


Juicing: los jugos depuradores son un mercado de 5.000 millones de dólares. Lo recomendable es comer las frutas y vegetales enteros con su fibra para sentir mayor saciedad. La tendencia ahora es agregarles carbón activado, "una sustancia de uso sanitario ante situaciones reales de intoxicación. Resulta gracioso que en base a su poder absorbente, también es capaz de robar algunos nutrientes", apunta Revenga.


Libre de gluten:
la alergia a este ingrediente o enfermedad celíaca parece una moda más. El investigador Timothy Caulfield cuenta que "La mayoría en la comunidad científica está de acuerdo en que el porcentaje de personas con esta condición (si de hecho existe), sería mucho menor que el gigantesco mercado 'gluten-free'".


Miley Cyrus también se ha unido a los alimentos libres de gluten. Foto: Pinterest