El imperio contraataca: ¿serán las Jenner las sucesoras de las Kardashian?

Revista FUCSIA, 21/9/2015

Malas noticias para quienes ya están hartos de las Kardashian: las herederas del reino de Kim son sus hermanas menores, Kendall y Kylie. Las estrellas adolescentes del clan son la sensación de las redes sociales, donde día a día conquistan más súbditos.

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Parecen ser las nuevas fichas de un ambicioso plan de dominación mundial de la familia más célebre del entretenimiento.

Porque Kendall y Kylie Jenner no se han conformado con ser parte del reality show de su dinastía. La popularidad de las jovencitas de 19 y 18 años va en meteórico ascenso: atrás quedaron los tiempos en que vivían a la sombra de su hermana Kim Kardashian, quien hasta ahora ha ostentado la corona del clan y el título honorífico de la famosa más famosa por ser famosa.

Tampoco les bastó con ser las hijas de Bruce Jenner, quien en los Olímpicos de 1976 fue considerado el mejor atleta del mundo, y que a sus 65 años es más conocido por haberse transformado en mujer. (Lee también La transformación de Bruce en Caitlyn Jenner)

Las hermanas no tienen nada que envidiarle a la Nobel de paz Malala Yousafzai, a quien acompañan en la lista de la revista Time de los adolescentes más influyentes. A su corta edad, cuentan con su propia línea de ropa Kendall + Kylie, que llegó a las vitrinas de la marca Topshop. Hasta se le midieron a una aventura literaria al lanzar una novela de ciencia ficción.

El territorio que mejor han colonizado es el de las redes sociales. En Instagram, ambas suman cerca de 70 millones de seguidores, y cada uno de sus comentarios genera titulares. "Feliz día del padre, mi pequeño rayo de sol", escribió la menor de las Jenner, y paso seguido, posteó la respuesta paterna: "Todavía puedes decirme papá, Kylie. No importa lo que pase, eso nunca va a cambiar". Ese mensaje superó el millón y medio de likes. En junio también, Kendall le arrebató a Kim (tan adicta a las selfies, que hasta publicó un libro con las suyas) el título de lograr la foto con más admiradores: a la fecha, más de tres millones.


La selfie de Kendall es la imagen con más 'me gusta' en Instagram. Foto: Instagram


Si la aspiración de Kris Jenner, la matriarca y agente del imperio, era que gente en todas las latitudes se obsesionara con sus hijas, lo está logrando. El columnista Nils Parker escribió que son la personificación del sueño americano y a la vez su pesadilla: "Sólo en Estados Unidos, podrían estas personas, de todas las personas, encontrar la fama y la fortuna".

La vieja generación, integrada por las treintonas Kim, Kourtney y Khloé, puede a ratos temblar porque sus ratings no siempre han sido los que esperarían a lo largo de las 10 temporadas de Keeping Up with the Kardashians.

En alguna oportunidad las socialités reconocieron que "se habían vuelto aburridas", porque ya habían mostrado de todo. ¿Cómo se puede superar, por ejemplo, el bombo generado por un cambio de género en la familia? Pero al parecer la zaga no se ve amenazada: la nueva "Jenner-ación" está pisando fuerte. No importa que en la pasada ceremonia de los premios Billboard las dos hermanitas hayan sido abucheadas al presentar a su cuñado Kanye West: el refrán reza: "Qué hablen bien o mal, pero que hablen".

Alguna vez Kendall manifestó que le gustaría ser una heroína para las niñas y todo indica que lo está logrando: es la modelo consentida de Facebook, Twitter e Instagram. De ésta última se apoderó por completo, pues ronda los 35 millones y medio de seguidores, muchos más que otras reconocidas Insta-girls como Cara Delevingne, que tiene 17 millones menos, pese a haber sido llamada la nueva Kate Moss.

Equivocados estaban los que pensaron que su carrera sería simplemente un episodio más del reality show familiar:
las grandes marcas consideran esos números un gran atractivo a la hora de escoger personajes que las representen.

Si hay dos cuerpos con medidas perfectas, el desempate estará dado por esta "medida altrernativa". Quizá por eso Kendall es actualmente imagen de la reciente campaña de jeans de Calvin Klein.

Cuando Estée Lauder la eligió como su embajadora, sus portavoces no ocultaron que tuvieron muy en cuenta su poder en las redes sociales para acercarse "a millones de mujeres jóvenes alrededor del mundo".

Hubo quienes anticiparon que tal movida le restaría prestigio a la compañía de cosméticos, pues tradicionalmente esta no se dirigía a adolescentes. "Gústeles o no, la gente está fascinada con su estilo de vida", manifestó el director creativo Richard Ferreti. Sus palabras probaron ser acertadas, cuando a pocas horas del anuncio del contrato, la página de la firma en Instagram ganó 50.000 adeptos más.

Algunas agencias de modelos han revelado que sus clientes no se fijan en las que estén por debajo de 10.000 fans en las diferentes plataformas virtuales, en tanto esto les garantiza a las marcas un contacto directo con los consumidores. (Lee también La forma para saber si una modelo llegará a ser una top)

Las nuevas audiencias pueden no sentirse tan atraídas por una publicidad típica impresa, como por la personalidad cool que las chicas más populares desbordan en sus perfiles online. Para el profesor Larry Rosen, experto en sicología de la tecnología, estos medios digitales tienen incluso el poder "de convertir personas del común, en celebridades".

Se sabe que muchos caza talentos de la moda hacen casting en el ciberespacio y encuentran lo que buscan de una manera más fácil y rápida. Pero si bien es cierto que en esta era cualquiera tiene acceso a Internet, no cualquiera consigue la fama.

Kendall está lejos de ser una desconocida, su pasado la precede. Al igual que sus colegas y amigas Cara Delevingne y Gigi Hadid, primero fue 'una niña bien’'. "Ella ha recogido esa visibilidad familiar previa, y utiliza Instagram como su trampolín para consolidarse. No hay que olvidar que la moda de hoy es entretenimiento", opina Vanessa Rosales, teórica y crítica de estilo.


Foto: AFP


Las actrices y cantantes desbancaron a las modelos anónimas en las portadas de revistas por su capacidad de "vender más2, directamente proporcional al número de sus seguidores. Las redes sociales le han permitido a este grupo de privilegiadas, no solo conformarse con ser maniquíes, sino tener el status de celebridades, construirse como marcas y triunfar tanto en el universo de la alta costura, como en el comercial.

Sin embargo, una supermodelo como Naomi Campbell no les da muy buenos augurios a las hijas de Instagram; su fama podría ser, precisamente, cuestión de un instante: "Lo que fácil llega, fácil se va". Por ahora, con su figura de 1 metro con 79, Kendall se ha apoderado de las semanas de la moda y ha desfilado para Marc Jacobs, Emilio Pucci, y Dolce&Gabbana. Karl Lagerfeld la llamó "la chica del momento", y se inspiró en ella para crear un sombrero homónimo de 630 dólares.

Llegó a rumorarse que la joven era objeto de bullying por parte de sus compañeras de pasarelas: que le decían que tenía celulitis y echaban cigarrillos en sus bebidas. Además, circuló una carta de la modelo Arisce Wanzer, en la que explicaba lo pedregoso que era el trayecto para convertirse en alguien en esa profesión, a diferencia del sencillo éxito de "la señorita Jenner".

Ante esas críticas, Kendall suele decir que su apellido más bien ha sido un estorbo, y por eso decidió retirarlo de su nombre artístico. De hecho, acostumbra a pedirles a sus familiares que no se aparezcan en sus presentaciones. "Por cuenta del programa me ha tocado trabajar más duro para que me tomen en serio".

Estar expuesta frente a las cámaras es la única vida que Kendall conoce, como si protagonizara una versión real de la película The Truman Show. Aunque para los mortales su mundo parezca extraordinario, para ella es normal, pues cuando las Kardashian llegaron a la pantalla solo tenía 10 años. Por eso advierte que lo que los televidentes ven es auténtico: "Soy yo", reiteró en entrevista con la revista GQ. "No sé cómo interpretar un personaje".

Por su parte, Kylie Jenner confiesa que tener ojos encima todo el tiempo ha sido difícil, "especialmente a mi edad, cuando uno busca encontrar quién es". La presión de lucir perfecta y emular a sus hermanas recayó sobre la menor de la familia que era tildada de ser su patito feo.

Su apariencia ha cambiado drásticamente gracias a unos cuantos retoques, y en la comunidad de cirujanos plásticos hay especialistas que saltan de horror al saber que una de las preguntas que con mayor frecuencia hacen las niñas en Google es "¿Cómo puedo tener los labios de Kylie Jenner?"

No faltaron las mujeres que intentaron engrosarlos a punta de succión con botellas, siguiendo la invitación de un concurso que llevaba el nombre de la estrella. Según las malas lenguas, la industria del porno le habría ofrecido grabar un video íntimo casero con su novio del momento, el rapero Tyga, de 26 años, similar al que tiempo atrás lanzó a la fama a su hermana Kim y al que se le debe toda esta locura.

"Ellas refuerzan la creencia de que la preocupación por la apariencia es el camino para ser especial. 'Tú también puedes ser el centro de atención, si haces lo que nosotras hacemos'. es la idea que ilustran", comentó a Revista FUCSIA la sicóloga clínica Vivian Diller, quien fue modelo.

A Kylie, al igual que a Kendall, la idea de ir a una universidad no la trasnocha. Si lo que quiere es ser empresaria y diseñadora, ya exploró ambos caminos antes de ser mayor de edad, como lo hizo al crear su propia línea de extensiones de pelo.

Y no ha tenido problemas para comprar una casa de casi tres millones de dólares. "Las Kardashian son el nuevo modelo de éxito. En el siglo XXI, todo lo que se necesita es la habilidad de involucrar al público de una manera que sea agradable", afirma Ellis Cashmore, autor del libro Celebrity Culture. En defensa del clan familiar, Kim sostiene que sus métodos no son menos meritorios, que no cualquiera puede convertir su vida en un show, como lo señaló al diario The Guardian: “Un oso puede hacer malabares, es talentoso. ¿Pero eso lo vuelve famoso?”.