pies

El tratamiento de los callos

, 14/7/2009

El podólogo Alberto Laverde da las pautas para erradicarlos.

Sobre los dedos, aunque también en las puntas de éstos o en la planta del pie. - Foto:

¿En qué consisten los callos?
Son una capa de piel endurecida, gruesa, que se forma a causa de la excesiva presión o fricción en un área del pie o en otra parte del cuerpo. Raramente aparecen en otras zonas, pero por lo general se forman en áreas protuberantes.

¿Por qué se producen?
Por un exceso de crecimiento de la capa córnea de la piel, a raíz de la fricción o sobrecarga continua del pie, que trae como consecuencia la aparición de una hiperqueratosis (fragmento de piel dura y engrosada) que puede ser muy dolorosa y dificultar, en casos extremos, la movilidad de la persona.

¿Hay otras causas?
Se produce por problemas de postura en personas que permanecen mucho tiempo de pie, o debido a que el cuerpo no se sostiene en forma balanceada por el uso de zapatos que no son los adecuados o que son excesivamente apretados. Igualmente, cuando se practica un modo de caminar inapropiado o cuando se camina en forma incorrecta, cuando no se usan medias para hacer ejercicio o por problemas de deformación en los huesos del pie.

¿Dónde aparecen?
Sobre los dedos, aunque también en las puntas de éstos o en la planta del pie.

¿Cómo detectar la formación de un callo?
El primer indicio de que se está formando se da por un enrojecimiento de la piel acompañado de una sensación de dolor, debida al roce del calzado. Si la fricción continúa o se ejerce una presión constante sobre esta área se forma una superficie de color amarillento, muy endurecida.

¿Cómo prevenir su aparición?
Eliminando la causa de la presión o el roce. Es indispensable usar zapatos cómodos, además de que hay que mantener los pies bien hidratados mediante el uso de cremas especialmente formuladas para su cuidado.

¿Cómo tratarlos?
Hay varias formas de eliminarlos o de disminuirlos. Es importante aclarar que si se padece de diabetes, los callos no deben tratarse en casa porque existe un riesgo de infección. Es importante consultar al podiatra o podólogo, que es el profesional especialista en pies.

¿Cuáles son los tratamientos indicados?
En primer lugar hay que eliminar la fricción que los produce, esto es, empezar a usar zapatos más cómodos o aminorar la presión mediante el uso de parches o esponjas especialmente hechos para poner dentro de los zapatos. Pero si se trata de juanetes o de callos dolorosos, hay que consultar al podiatra o podólogo.

¿Hay productos tópicos que quiten los callos?
Hay cremas y aceites para eliminarlos, que por lo general funcionan bien. No obstante, hay que seguir cuidadosamente las instrucciones del empaque para no quemar la piel. El pedicure es otra opción de profilaxis adecuada, pero hay que someterse a este tratamiento en lugares que garanticen asepsia. Aunque el pedicure frecuente evita los callos gruesos, para prolongar los resultados se pueden usar exfoliantes, bálsamos relajantes e instrumentos especiales para los pies como las limas o la piedra pómez.