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Guía para construir y mantener su relación matrimonial

Juan Alejandro Velásquez, Kaanpu, 5/5/2010

La vida en pareja es el reflejo de nuestra formación, las emociones segregan enzimas que corren por la mente y avivan la relación. La fuerza de esos pensamientos ayuda a construir una vida emocional estable.

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La unión de dos naturalezas distintas pone a prueba la formación, favorece la intimidad y saca a relucir diferentes caracteres. La pareja con la que se decide unirse trae un destino escrito, así como las uniones del pasado traen enseñanzas.

La convivencia genera modificaciones, cambios, ajustes; la relación de amor es una obra de arte, cuanto más se construye, más se disfruta, el vivir en compañía es trascendental para el ser humano. En la actualidad existe un vacío inmenso de valores y una falta de respeto hacia la pareja y hacia el compromiso. Por eso, la decisión del matrimonio es un ritual sagrado y se debe tomar como una responsabilidad de dos personas.

Casarse trae un nuevo día, una etapa de evolución del ser humano, por eso, este paso se debe realizar con gran misticismo. El matrimonio es un ritual que requiere cierto grado de maduración. Entre más curada acerca de su pasado se encuentre una persona, mejores serán los resultados.

El matrimonio contempla chakras, círculos de poder, campos energéticos, estructuras mentales positivas y negativas que afloran. La emotividad, el acomodarse, el tolerar, el enfrentar dificultades, culturas, diferencias, ponen a prueba la relación, y base de ésta son el amor, el respeto, la sinceridad, el diálogo. Cuando se ama de verdad, se superan las pruebas más difíciles.

Saber enfrentar la relación cuando se cruza por una etapa de prueba y analizar las dificultades que se viven evitando el orgullo, tratando de mantener el equilibrio y abriendo el corazón al perdón, resulta una maravillosa ayuda para la pareja.
Cuando ésta se compromete, da pasos que pueden ir en constante ascenso y van guardando en una vasija sus propósitos e intenciones, sus hijos, los viajes, el progreso. Hay que reconocer que la vida es energía, vibración, que entre la pareja existe un lazo poderoso que se funde con los campos energéticos. La sexualidad y la oración generan una caparazón que protege la relación.

Ritual de pareja
Amarre 12 velas rojas, de olor, colóquelas dentro de una cacerola o sartén que haga de incensario, las velas no se sacan de ahí, y se pone el recipiente sobre una manta roja.
El ritual se hace en la habitación, en la cama de la pareja, llevando consigo amuletos, cadena, cuarzo, cristales y el anillo de matrimonio. Apague los teléfonos y ponga música de relajación. Use ropa blanca.

Procedimiento
El hombre prende las velas y la mujer las sostiene con mucha fe y amor.
La mujer se acuesta boca arriba, con los ojos cerrados, no los debe abrir hasta que se termine el ritual. Las manos con las palmas hacia arriba. Relaje músculos y cuerpo, inhale y exhale, contando cada vez hasta 13.
La pareja pide permiso, apoyo y fuerza a la energía superior, conectándose con el poder de la armonía divina y personal. Dicen una oración de inicio, con mucha fe, cogidos de la mano.
Con el apoyo de las velas, pásense por cada articulación la cacerola, iniciando en los tobillos, luego las rodillas, caderas, muñecas, codos, hombros y cuello.
Al paso de la cacerola con las velas por cada articulación se hace una oración, por ejemplo: “Energía divina, te pido que me concedas ser instrumento de sanación, potenciación, multiplicación y luz de canalización en armonía y compañía de este ser de luz y amor que es mi mujer (o mi hombre)”.
Podrán visualizar un aro de luz de colores que rodea la articulación, apreciando cómo el fuego interioriza su energía y protege cada parte de su cuerpo.
Repita 4 veces seguidas la visualización y la oración en cada una de las 13 articulaciones, sintiendo el poder sanador de la luz, la armonía y el perdón.
Con dulzura, pídale a su pareja que levante su espalda, colocándose en posición de escuadra. Pásele el fuego de abajo hacia arriba por toda la espalda, sople y cobíjela, lo mismo que por la cabeza, la cara y el tercer ojo.
Muevan las articulaciones, los brazos, las piernas, agradezcan por todos los órganos, desde los pies hasta la cabeza, por los sistemas digestivo, respiratorio, sanguíneo, por los pulmones, el corazón, el cerebro, los sentidos, los grandes e infinitos dones.
Esperen unos minutos, entonces, el hombre se acuesta y se levanta la mujer y repiten la misma operación.
Terminen dando gracias a las energías que se manifestaron. La mujer se acuesta luego encima del hombre, se abrazan, se besan, se miran a los ojos y expresan sus sentimientos.
Esperen unos minutos a que las velas se apaguen. Los restos que quedan se dejan enfriar durante 24 horas y se guardan.
*Este trabajo puede ser dirigido por Juankaanpu, que garantiza sus resultados, después de una terapia de pareja y un estudio astrológico.