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Hidratación en la actividad deportiva

, 18/10/2010

Mantén una rutina de ejercicios e hidrátate. La sed es el mejor y primer indicador de deshidratación potencial, más no se trata de un signo de alarma temprano.

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Es bien conocido por todos que el ejercicio es imprescindible para mantenerse saludable y en forma, sin embargo, es importante tener en mente algunas prácticas en el momento de realizarlo: estar hidratada es esencial, antes, durante y después de la actividad física deportiva.

Entre 60 y 65% de la composición corporal es agua. Cuando hay una pérdida de ésta por encima de 2% del peso corporal, se producen alteraciones en la capacidad termorreguladora; con la pérdida de 3%, ya se produce una disminución del rendimiento; y si se llega a pérdidas superiores a 6%, se produce una sensación de agotamiento extremo, posible coma y, hasta la muerte; de ahí la importancia para nuestro metabolismo de mantener una buena hidratación. Por eso, se recomienda una ingesta diaria de 2 a 3 litros de agua para mantener una buena hidratación celular.

En la actividad deportiva, el mejor aliado es el agua, el hidratante universal, que puede ser utilizado para hidratarse y rehidratarse durante el ejercicio. La sed es un indicador a destiempo de la deshidratación. Cuando sentimos sed, es porque la deshidratación ha venido presentándose de tiempo atrás, por lo que hay que anticiparse a ella.
El sudor es el mecanismo que ayuda a regular la temperatura del cuerpo, pero si no nos hidratamos y la pérdida de líquidos es muy grande, puede disminuir el rendimiento deportivo hasta en 40%.
 
En el proceso de rehidratación es de vital importancia dosificar los líquidos en cantidad y tiempo, es decir, la ingestión de éstos debe ser antes, durante y después del ejercicio.
Recuerda que para tener una buena condición física, hay que hacer ejercicio por lo menos 3 veces a la semana, durante 30 a 45 minutos por sesión. Es importante que  te mantengas correctamente hidratada durantes tus sesiones de entrenamiento. De igual forma, no debes olvidar recuperar las vitaminas, minerales, energía y otros nutrientes que se consumen durante el ejercicio; tampoco dejes de lado el consumo de proteínas, que son esenciales para que tus músculos se recuperen después de la actividad física.
La correcta hidratación, una dieta balanceada y el ejercicio son las claves para mantener tu cuerpo saludable permanentemente.
 
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