John Bejarano

, 23/8/2009

El Director Ejecutivo del Fondo de Biocomercio Colombia gestiona servicios a empresas que usan de manera sostenible y competitiva los recursos de la biodiversidad.

ocas personas en Colombia tienen claro el concepto de biocomercio, que es una actividad económica que apoya a empresas que trabajan con sostenibilidad y competitividad los recursos de la biodiversidad y que se ha venido desarrollando mundialmente desde 1996. Hoy existen programas de biocomercio en Centro y Suramérica, África y Asia.
Colombia fue uno de los primeros países en desarrollar estos mercados, cuando en 1998 se creó una línea de investigación en biocomercio en el Instituto Humboldt y el Fondo como tal hace tres años.
Este profesional en Finanzas y Relaciones Internacionales se comprometió con el cuidado del medio ambiente desde sus épocas de estudiante en el colegio Champagnat, donde conoció al fotógrafo y ambientalista Andrés Hurtado, “un colombiano integral y fiel a su causa de amor por Colombia, que me enseñó desde niño el respeto por la identidad nacional y la inquebrantable convicción de sobreponer la conservación de la naturaleza para beneficio de todos sobre el interés de unos pocos”. Al lado de Hurtado ha recorrido por más de veinte años a pie los más recónditos, inexplorados y maravillosos refugios de la vida silvestre en Colombia, “asombrándonos de su belleza y sintiendo un dolor profundo cuando nos encontramos frente a frente con una irracional destrucción, producto de la avaricia, la corrupción y la ignorancia”.
Bejarano asegura que la pobreza en Colombia tiene unos niveles que no coresponden a la abundancia de recursos naturales, y recomienda a los que trabajan por el medio ambiente que conozcan a Colombia y su realidad y, con seguridad, amarán mucho más al país y actuarán de manera seria y responsable. Y que “si lo hacen por moda, que ésta no cambie con las estaciones, sino que la conviertan en un clásico que siempre esté vigente”.