Chanel

La chaqueta negra de Chanel

Lila ochoa, 10/5/2012

Una prenda considerada como una obra de arte de la costura por el preciosismo con que se fabrica, siguiendo los estándares que mademoiselle Coco estableció hace más de cuarenta años.

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La historia de la chaqueta negra se remonta a los años 70 cuando Coco Chanel, a sus 70 años, presentó su segunda colección en Estados Unidos, después de la guerra. El modelo que se mostró en Nueva York hacía parte de un sastre hecho de tweed, su material favorito: una pieza cuadrada y estructurada que se cierra de arriba hacia abajo. Ella se centró en el perfeccionismo de la estructura y de los acabados para que encajara como una segunda piel, haciéndola una prenda única. Como dijo Edmond Charles-Roux en su libro Los tiempos de Chanel: “Ella, más que una moda, aportó una revolución”. Para ese momento, se podría decir que Coco Chanel se había convertido en la persona más influyente del mundo y desde luego en un icono del estilo.

En La Gran Manzana comenzó una nueva etapa de su vida después de más de diez años de inactividad, cuando ya nadie pensaba que su nombre pudiera resurgir de las cenizas. Mientras los franceses la demolían con sus críticas después de esa primera colección, los norteamericanos no se cansaban de alabar su talento. La batalla por reinventarse no fue fácil, pero una vez más Gabrielle Chanel había logrado modificar la vestimenta femenina y vencer a sus detractores. Ya en 1926 la edición norteamericana de Vogue predecía que el negro se convertiría en el uniforme de las elegantes. Quién se iba a imaginar que esa premonición se haría realidad y que un gran número de mujeres aceptarían vestirse con el mismo color. Para muchos era una predicción totalmente irracional, pero a esa simplicidad precisamente se le debe el éxito. Incluso, la publicación se atrevió a hacer una comparación: “¿acaso uno duda al comprar un automóvil con el pretexto de que no se diferencia de otros de la misma marca? ”. Al contrario, esa similitud es la que garantiza la calidad, le dijo a sus lectoras. Ese fue el primer paso para la masificación de la moda, una evolución irreversible.

La chaqueta Chanel de hoy
, fue concebida por Karl Lagerfeld, basado en los diseños iniciales de Coco, cuya versión parte de una chaqueta de hombre que evolucionó a una forma más femenina. Hoy, esta prenda trasformada por el ‘kaiser’, es el símbolo de una elegancia atemporal y discreta.

Año tras año salen variaciones, casi siempre en negro, que se han convertido hoy en un indispensable del armario de muchas mujeres en los cinco continentes.

Precisamente, esa prenda es el motivo de un libro y de una exposición en Tokio, una colaboración entre Karl Lagerfeld y la exdirectora de Vogue Francia, Carine Roitfeld. La imágenes fueron expuestas el pasado mes de marzo en una galería de la capital japonesa y el libro The Little Black Jacket: Chanel’s Classic Revisited estará en las librerías en agosto.

Este proyecto fue realizado en Cannes, en el sur de Francia, en Nueva York y las fotos se finalizaron en el estudio de Lagerfeld en París. Más de cien modelos, actores, actrices, cantantes, estrellas de rock y socialités fueron capturadas por la lente del diseñador. Un completo grupo que refleja todos los aspectos de la cultura contemporánea de hoy. Sarah Jessica Parker considera a su chaqueta Chanel como “mi posesión más preciada”, Alice Dellal la modelo perteneciente al jet-set y mejor conocida por su estilo punk, dice que “es una prenda pensada no para un tipo de mujer en particular, sino que a todas les quede bien”, y Georgia May Jagger, hija de la estrella del rock Mick Jagger, opina que “es una prenda tan versátil, que se puede usar con jeans o con un vestido de noche”. Cada usuaria le aporta distintas personalidades y versiones y de ahí partió el proyecto. Cada una de las fotos, en blanco y negro, refleja a un ser único y particular. Como el automóvil negro en los años 30, la chaqueta negra entró a hacer parte de la vida y del armario de las féminas, y seguirá vigente por muchos años más.