Manuel Santiago Mejía

El poder es una constante en la vida de este empresario antioqueño que desde niño ha vivido de cerca los intríngulis de los gobiernos locales y nacionales. Su padre, Santiago Mejía Olarte, fue un paisa emprendedor que trabajó a brazo partido hasta convertir su tierra en lo que siempre soñó. Y Manuel Santiago le metió desde muy joven el hombro a la causa. Hacer empresa le viene muy fácil. Ha estado en la gestación o es asesor de varias de las más importantes empresas en Colombia como los son Alkosto, Éxito, Corbeta y otras tantas del grupo empresarial antioqueño. Su trasegar por lo privado y un poco por lo público –desde sus convicciones profundamente conservadoras– lo ha convertido en referencia y fuente de consulta del más alto nivel. La educación es una prioridad en la agenda de Mejía Correa, quien siempre la tiene como tema básico para el desarrollo del país. Es tal la importancia que para él y su familia tiene el tema de la educación, que hoy continúan al frente de la Fundación Fraternidad Medellín, que sigue funcionando como una organización sin ánimo de lucro, que dedica los rendimientos financieros a apoyar obras y proyectos sociales en capacitación, educación, salud, nutrición, desarrollo social, protección a la infancia, investigación científica, tecnológica y ambiental, tercera edad, vivienda cultura y arte, entre otras.
Sus grandes pasiones son su familia, los caballos y los toros. Acaba de ser abuelo y con su nieta descubrió sensaciones que nunca había experimentado.