editorial

Padres bajo presión

Lila Ochoa, 15/8/2011

En buena parte del mundo las mamás les dedican a sus hijos menos de dos horas diarias, sin tener en cuenta los devastadores efectos que este descuido puede tener.

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Según un estudio publicado hace unos meses en un periódico inglés, las mamás que trabajan en el Reino Unido le dedican a su familia poco más de una hora al día, exactamente, una hora y 21 minutos. Y las que se quedan en la casa, el doble, dos horas.
 
El reporte indica que en otros países, como Irlanda, el promedio es de 150 minutos y en Australia de 137. El dato es asombroso y desconsolador, pues estas cifras incluyen el fin de semana, lo que indica que en realidad el tiempo que se le entrega a un hijo entre semana es todavía menor que el promedio. La ausencia de la madre puede tener un efecto devastador en el desarrollo emocional de los hijos, y las mujeres, por voluntad o por deber, estamos entregadas a las obligaciones laborales ignorando las consecuencias; como una avestruz que mete la cabeza en la tierra cuando presiente un peligro.

Pocas empresas admiten que una madre falte por cuenta de sus hijos o que labore media jornada. Los ascensos son para las solteras o para las viudas, pues para los empleadores las que tienen hijos pequeños no son de confiar. Ante esta realidad, ellas se esfuerzan por demostrar que sí pueden y el resultado es un ser humano exhausto, con complejo de culpa, y un niño creciendo en manos extrañas.

Por el lado de los papás, en el mercado laboral la cosa no es mejor. Las estadísticas dicen que tan solo les dedican a sus hijos 43 minutos en el día, ¡menos de una hora! O sea que no hay mucha esperanza de contar con ellos cuando la mujer también está siguiendo una carrera.

El dilema de todas las madres trabajadoras siempre es el mismo: ¿cuánto tiempo debo dedicarle a mi hijo para que crezca seguro y estable? Los sicólogos responden que es más importante la calidad que la cantidad. Según el artículo, 81 minutos son suficientes si se les dedican exclusivamente a ellos.

Para mí este no es un tema de cronómetro. Cada niño tiene una medida de tiempo que se adapta a sus necesidades físicas y emocionales, y uno como madre las intuye. Muchas podrán imaginar que de alguna manera es un consuelo pensar que una mamá que no trabaja les dedica cerca de dos horas. La verdad es que los niños de hoy están creciendo sin el concepto de familia, de compartir una comida, de poder contar las historias del día o de disfrutar de un programa de televisión en compañía de sus padres y hermanos. Para muchos, tener niñeras o ir a la guardería es suficiente, pero para los más sensibles no es una opción, y corre peligro su desarrollo emocional. Las madres tienden a ocuparse más de sus hijos de una manera física. Los padres tienen otro papel: los ayudan con las tares, les leen libros y juegan con ellos. Según el estudio, los padres les dedican 40 por ciento del tiempo a esas actividades, mientras las mamás, apenas 27 por ciento. Lo que indica que la pareja debe ser un equipo que se complementa.

A la hora de decidirse a tener hijos es bueno reflexionar sobre este tema. ¿Cuánto tiempo demanda un niño?, ¿estamos dispuestos a dárselo? Estos son interrogantes importantes, pues hoy en día se necesitan dos para criar, y dos para mantener el hogar.
 
Por Lila Ochoa
Directora Revista FUCSIA