Internacional

París, memorable

Lila Ochoa, 21/11/2013

Lo mejor de la moda se ve en esos pocos días en los que París se engalana más que nunca. Tener la oportunidad de asistir a su semana de la moda es un privilegio. FUCSIA comparte con sus lectores sus impresiones sobre esos memorables desfiles.

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Chanel
Como siempre, el desfile fue en el Grand Palais. Esta vez con una pasarela de cerca de 400 metros y una serie de obras de arte colgadas en las paredes, como si fuera una gigantesca exhibición de arte y moda. Lagerfeld se inspiró en varios artistas para crear su propia paleta de color y los materiales que empleó para crear 75 obras, un encuentro entre el arte y la moda. Entre ellas había unas carteras gigantescas y desde luego la C característica de la marca. A la pasarela salieron 37 modelos, entre ellas, Cara Delevingne, Miranda Kerr y Alexa Chung, otorgándole gracia y estilo al espectáculo. Aquí se manifiesta el talento para innovar  las prendas clásicas de la casa, y el tratamiento novedoso del famoso tweed mediante cintas entretejidas, organza, encaje y tiras de plástico. La ligereza del chiffon y del crêpe de Chine, el encaje pintado con silicona, el guipiure con un efecto de resina, los bordados en perlas muestran por qué a Lagerfeld lo llaman “el Káiser”. Jugó con los códigos de Chanel combinándolos a veces en tres, cuatro o cinco piezas. La clásica chaqueta la exploró de múltiples maneras y en cuanto a colores, utilizó los clásicos: blanco y negro y una gama de básicos más brillantes que nunca, como el rojo, el verde y el amarillo con unos toques fluorescentes.
En cuanto al largo de las faldas, había de todo. Largas con aberturas laterales, con vuelo, y minis para sus clientas más jóvenes.

Louis Vuitton
Marc Jabos, uno de los diseñadores más importantes de la historia de la moda, se despidió después de 16 años como director artístico de Louis Vuitton, pero la casa ya ha anunciado que su reemplazo será el celebrado diseñador Nicolas Ghesquière, exdirector creativo de Balenciaga.
Una escenografía creada con elementos de los desfiles anteriores más exitosos: la fuente, el carrusel, los cuartos del hotel. Todo en negro. “Quería crear una colección que la gente deseara ponerse y hacerla lo más chic posible. Si hubiera usado colores habría parecido un circo”, explicó Marc Jacobs en una entrevista tras su desfile. Las modelos salieron a la pasarela vestidas de negro, con uno que otro jean —prenda fácil de usar con piezas decoradas— y en la cabeza unos tocados de plumas, según Jacobs, “dedicados a todas las artistas de cabaré que tenemos dentro”. En teoría fue una celebración, aunque pareciera un funeral, el canto del cisne antes de morir. Ver el último desfile de este creador único para la casa Louis Vuitton dejó más de un corazón roto.

Christian Dior
Gracias al trabajo de Raf Simons, Dior se está volviendo más interesante que nunca. Simplemente se dedicó a investigar los archivos para proponer una nueva visión de la marca. Le hizo una reingeniería a esos impresionantes testamentos. La primera salida, una chaqueta negra sobre unos shorts plisados en estampados de flores marcaron la pauta. El diseñador identificó tres tribus: la viajera, la transmisora y la transformadora. Al final del desfile, en lugar de repetir las salidas, sacó una colección nueva de clásicos de la marca, una clara señal del empoderamiento de Simons frente a la marca.

Haider Ackermann
El maestro de la sastrería. Sus chaquetas y pantalones se han convertido en objetos de culto. Faldas drapeadas y vestidos sobre los pantalones, telas metálicas en dorado, chaquetas sobredimensionadas en jacquard brillante. Una mezcla de lo frágil y lo poderoso, tema favorito de Ackermann que hace de cada desfile un poema. Lo de ponerse faldas y vestidos sobre los pantalones ya se volvió moda en París.

Balenciaga
En el Observatorio de París, Alexander Wang hizo su primer desfile para Balenciaga, el de la estación pasada era apenas una muestra de su trabajo. A los 28 años es el diseñador más exitoso de su generación. Abrió el desfile con un conjunto de shorts y camisa en rafia. Su especialidad, los vestidos en A para mujeres jóvenes de piernas largas y los de escote bandeja. Un gran favorito del público: el estampado en miniflores. Parecería que Wang estuviera jugando a las adivinanzas, pues sacó unas chaquetas que no se  sabe bien si son vestidos o una simple chaqueta que dejó olvidados los pantalones. Una colección llena de ideas, con el corte impecable, deportivo y urbano, que lo caracteriza, y con una confianza en sí mismo que descresta.

Stella McCartney
Vestidos pantalón, casuales pero muy femeninos, aberturas en las faldas, detalles que juegan con la oposición masculino y femenino, determinaron esta colección. Una paleta de color apagada, con apenas unos pocos destellos de rojo. El foco estaba en las telas, un chiffon estampado en piel de culebra, transparencias que contrastan con el brillo del satín y el color sólido. Estampados monocromáticos de miniflores. Una colección sólida y bien estructurada. La mezcla de casual y chic resultó ganadora.

Celine
Ya conquistado el mundo de las telas estructuradas, Phoebe Philo tomó una nueva dirección en esta temporada. La primera salida le dio el tono a la colección con una túnica blanca que tenía estampados unos brochazos que recuerdan a Picasso. Las faldas largas, plisadas, en muselina, en capas mezcladas con tops en colores primarios mostraban una silueta alargada muy impactante.También muchos elementos decorativos como pulseras, flecos que cuelgan de las carteras, aros de metal. Definitivamente la diseñadora estaba pensando en divertirse.

Dries van Noten
Su trabajo oscila en los límites del arte y la moda. Faldas plisadas tipo Fortuny, con volantes a los lados dorado metálico, tendencia de los años treinta. Dries siente fascinación por las referencias a lugares lejanos, como el ikat, que usó en algunas carteras y zapatos o las camisas largas tipo kimono. Un maestro del color con una paleta en la que predominaron el dorado, el rojo sangre de toro, el marfil y el negro. Como siempre, elaboró una serie de estampados con acentos étnicos. El final, un poco gótico, estuvo a cargo de faldas pitillo con más volantes dorados y negros. Muy elegante.