El éxito de una pareja: mantener el misterio

REVISTA FUCSIA, 19/6/2014

¿Es el exceso de intimidad en la pareja el detonante de que las relaciones sexuales intensas y apasionadas entre ellos dejen de ser satisfactorias? Esta es la teoría que plantea la sicóloga Esther Perel en su nuevo libro.

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Las relaciones de pareja siempre despiertan curiosidad entre las personas, no importa su edad o género. Finalmente, el poder y el sexo son las dos fuerzas más poderosas en el ser humano.

Y, para corroborarlo, cada cierto tiempo aparece un libro que plantea una nueva teoría. El título de este, me atrapó: Mating in Captivity (que en español fue traducido como Inteligencia erótica). Uno se imagina que una pareja que se entiende bien debería hacerlo en todos los sentidos, pero parece que eso no es cierto. La autora del libro, Esther Perel, una israelí que vive en Estados Unidos hace cerca de treinta años, publicó esta obra hace siete, pero solo hasta ahora alcanzó el éxito gracias a sus TED Talks, un programa en el que muchas personas brindan conferencias sobre diversos tópicos, que pueden ser vistas en Internet o en televisión y cuyos planteamientos de fondo se vuelven virales en segundos. El asunto sobre el que habló Perel recibió en la primera semana un millón de visitantes.

La psicóloga vive y trabaja en Nueva York, donde tiene su consultorio y atiende a parejas que enfrentan problemas en su relación. Ha llegado a ser tan famosa que ya no recibe más pacientes, pues no se limita a tratar los problemas cotidianos sino que va más allá, a los asuntos de alcoba. Y cobra la bobadita de 350 dólares por hora, cerca de 700.000 pesos, suma nada excesiva en una ciudad donde es usual asistir a toda clase de terapias, pues los neoyorquinos tienen la obsesión de una vida perfecta para ellos y para sus hijos.

En resumen, la teoría de Esther Perel es que el exceso de intimidad acaba con el sexo. Es decir, que aquellos que se consideran una pareja perfecta y se entienden divinamente están condenados a prescindir de las relaciones sexuales. La sabiduría popular sostiene que la transparencia y la intimidad son la mejor fórmula para tener una vida sexual intensa y apasionada. Nada más lejos de la realidad, reflexiona la doctora. Cuando se sabe y se conoce absolutamente todo sobre la otra persona se acaban el misterio, la aventura y la curiosidad, elementos indispensables para propiciar el erotismo.

Según lo comentó la doctora en una entrevista para un periódico inglés, durante años observó en su consulta cómo las parejas mejor avenidas tenían una libido baja y, por lo tanto, poco interés en el sexo. Eso la impulsó a indagar sobre la naturaleza del erotismo y el resultado de esa investigación está consignada en el libro. En este, Perel ejemplifica el caso de un paciente suyo que le confesó a su esposa que le había sido infiel. Cuando la doctora Perel le preguntó por qué lo había hecho, le contestó que quería ser honesto y transparente con su mujer, que no podía vivir en el engaño. Esta respuesta encendió el bombillo en la mente de la psicóloga. ¿El hombre se estaba confesando para sentirse bien, sin pensar en el daño que esa confesión le hacía a su mujer, o realmente trataba de ser honesto? Para ella, es una reacción completamente equivocada, pues el resultado es un matrimonio en ruinas. Según ella, hubiera sido mejor que este hombre pusiera fin a su aventura amorosa sin decirle nada a su mujer.

Y es que el concepto de “intimidad” ha cambiado sustancialmente. Hoy en día las parejas dependen totalmente el uno del otro, se cuentan todo, comparten todo y terminan conociéndose hasta el fondo del alma. “Uno espera de un matrimonio: seguridad, una familia, estatus social y apoyo económico”, dice la autora. Y la conclusión a la que llega, que ha causado furor, es que simplemente, para sobrevivir en el largo plazo, una pareja no puede desvestirse emocionalmente, no tiene que confesarse permanentemente. Es preciso mantener a toda costa un mundo propio y uno que otro secreto. El misterio y la aventura son tan necesarios como la intimidad y la seguridad.

También explica la doctora Perel cómo el sexo dejó de ser una función para procrear y se convirtió en placer. Y una pareja necesita placer para sobrevivir a la rutina y al paso de los años. En su libro revela cómo las culturas anglosajonas, atadas a un código de transparencia, igualitarismo, pragmatismo e intolerancia frente a la ambigüedad, triunfan en la sala de juntas pero no en el dormitorio. Para mi sorpresa, ella considera que los latinos, gracias a su capacidad de seducción, carácter ambiguo, sentido del juego y el coqueteo, son maestros en asuntos de erotismo.

Lo único que no me quedó sonando fue el tema de la infidelidad. Siempre he pensado que eso de mentir y engañar no es bueno para nadie. Y la teoría de que los hombres sí pueden hacerlo y a las mujeres no les queda bien, me parece no solo discriminatoria sino equivocada. No es moralismo, es un sentido de la ética, que no tiene género. Tampoco hay que exagerar y ser literal. Simplemente no hay que preguntar demasiado ni contar en exceso. Lo del misterio me parece muy interesante. Ojo con el celular de su pareja. Por ninguna razón lo conteste ni lea sus mensajes.