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‘The Social Network’ Más allá de la controversia

Luis Carlos Chacón J., 18/11/2010

La película, basada en la historia real del creador de Facebook, es una de las más taquilleras del momento en el mundo. El drama, la intriga y la traición son... los componentes de esta cinta del siglo XXI.

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Comencemos por el principio: estoy casi seguro de que todos los que están leyendo este artículo tienen cuenta en Facebook y pasan por lo menos dos horas del día viendo quién puso una foto, quién comentó y quién es amigo de quién (o por lo menos saben qué es, o han visto que sus hijos no se despegan del computador. Créanme, la mitad del tiempo están en esta página). El que no lo haga, desde ya déjeme felicitarlo, tiene un poco más de vida real –y privada– que el resto de nosotros, aunque en mi caso migré a Twitter hace un año.

Lo que llamamos redes sociales es el nuevo vicio del siglo XXI: muy útil, demasiado entretenido, llega a una de las fibras más fuertes del cerebro (la curiosidad y la socialización), aunque varios expertos creen que las personas, por estar viviendo en las redes, están olvidándose de que hay una vida real, y en el fondo, The Social Network se trata de esto.

Alrededor de esta cinta ha habido mucha controversia, que ha hecho que luego de 20 días en las salas de Estados Unidos facture más de 79 millones de dólares. En primer lugar, muestra una cara del creador de Facebook, Mark Zuckerberg, que claramente no le gusta. Según declaraciones que dio en la Universidad de Stanford: “A los autores de la película no les cabe en la cabeza que alguien puede construir algo porque le gusta construir cosas”.

¿Y por qué no le gusta? En la película vemos cómo el multimillonario de 26 años, supuestamente, le robó la idea a un grupo de estudiantes y traicionó a su mejor amigo, en parte manipulado por el fundador de Napster. Además, el guión y la actuación de Jesse Eisenberg lo muestran como alguien muy inteligente, pero a la vez con la madurez de un niño; ingenuo y sin sentido de la ética, y que desarrolló Facebook buscando ser popular y entrar a una hermandad de Harvard.

Por otro lado, el silencio de Sean Parker (fundador de Napster y socio de Facebook), Eduardo Saverin (cofundador de Facebook), y los gemelos Winklevoss (que en teoría tuvieron la idea de la red social que copió Zuckerberg) ante The Social Network, deja un manto de duda sobre la veracidad de los hechos de la película basada en libro The Accidental Billionaires: A Tale of Sex, Money, Genius and Betrayal, de Ben Mezrich.
La controversia vende, pero, desde el punto de vista cinematográfico, lo primero que debo hacer es recomendarla. En mi concepto (que voy a cine más o menos cuatro veces a la semana), ésta y El origen son, hasta el momento, las dos películas comerciales más interesantes del año.

La película tiene un guión complejo, desarrollado por Aaron Sorkin (Charlie Wilson’s War) que combina la complejidad de la computación con el drama clásico de la relación entre el genio inocente y el amigo sincero. Para los que saben inglés, un consejo: hay que leer los subtítulos, hablan muy rápido (una cualidad de los superdotados) de muchas cosas que sólo se entienden en Silicon Valley.

Sobre las actuaciones: Justin Timberlake encarna perfectamente a ese personaje que logra seducir a Mark Zuckerberg. Un nerd que con una idea se convierte de la noche a la mañana en un playboy que viste a la última moda, va a los mejores sitios y tiene a todas las mujeres (todo con lo que el protagonista sueña). También es interesante ver a Andrew Garfield (el próximo Hombre araña) en el papel del mejor amigo, que de manera desinteresada hace todo por alguien que lo traiciona y le rompe el corazón. Y claro, Jesse Eisenberg convierte al genio en un personaje intrincado, a veces extraído de la realidad, atrapado por su propia inteligencia en una cápsula que no lo deja diferenciar el mundo de la red del real.

También es interesante resaltar la música, que fue creada por Trent Reznor, considerado por muchos como uno de los genios musicales de la actualidad. Si no lo ubica, busque un grupo llamado Nine Inch Nails, que hace parte de un género llamado música industrial.

Es importante analizar que el director de esta cinta, David Fincher (The Curious Case of Benjamin Button, Seven), aprovechó la creación de Facebook para contar una historia clásica en el cine, en la cual una relación es traicionada por la sed de poder y la ingenuidad, esta vez con un componente especial: unos personajes que creando un mundo digital logran desprenderse tanto de la vida real, que, cuando vuelven a ella terminan, viéndose solos. La enseñanza, definitivamente, es que una amistad vale más que un negocio, sobre todo, cuando éste se trata de conectar amigos.

Un mensaje de cierre: no creo que sea como muchos dicen El ciudadano Kane de nuestro tiempo, pero, por primera vez, desde que escribo para FUCSIA, como crítico y amante del cine les digo que esta es una buena cinta. La invitación siempre es la misma: hay que ir a las salas a verla (ojalá que estén de acuerdo conmigo) para descubrir que, aparte de la controversia, The Social Network es una buena película.