Thea grant y Nicolás Bazzani

Se conocieron por una silla. Ese día no discutieron sobre quién se quedaba con ella, sino sobre el diseño y los materiales de los que estaba hecha. Ella, una artista plástica nacida y criada en Brooklyn, y él, un diseñador industrial bogotano con un máster en Diseño de Producto de The Savannah College of Art, hoy comparten nueve años de historias juntos, una empresa de diseño de accesorios y el amor por Grey, su hijo de un año y medio.

Su marca de joyas se llama como ella, Thea Grant. La creó en el 2003 cuando diseñó algunas piezas para desfiles de moda. Dos años después, ya al lado de Nicolás, juntos se consolidaron en el medio del diseño de joyería cuando el almacén Barney’s en Nueva York los contactó para hacer la Colección Otoño-Invierno. Pasaron de vender piezas únicas en su apartamento a crear Bazz by Thea Grant, su segunda marca y, finalmente, Bazz de Grant Studio, su empresa madre.

Quienes están familiarizados con sus creaciones, saben de inmediato cuando se está al frente de una pieza Bazz de Grant. La esencia de sus diseños está, en palabras de Nicolás, “en la recontextualización de objetos vintage y antiguos”.

Para lograr esto no se inspiran en otras joyas. Es más, encuentran inspiración en las cosas más extrañas. Para ellos, una antigua cerradura o un reloj de bolsillo pueden hacer el mejor objeto base para empezar a crear un accesorio único e inolvidable.

No sólo en Brooklyn, donde viven, todo el mundo conoce su trayectoria y sus diseños. Estrellas de la talla de Sara Jessica Parker, Rhianna y Natalie Portman son algunas de una larga lista de exigentes celebridades que encuentran en sus creaciones los accesorios perfectos para seguir brillando. En Colombia, están en el almacén de la diseñadora Olga Piedrahíta, a quien le pareció que su esencia creativa complementa muy bien la de sus colecciones de moda.