Belleza
Pelo blindado
Los días de descanso son para relajarse y tomar las cosas con calma, pero no para descuidarnos; en especial el pelo, que sufre los embates del sol, el mar, el cloro de la piscina e incluso las bajas temperaturas. Saber cómo cuidarlo es la clave para mantenerlo a punto.
En cuanto se acaban las vacaciones lo usual es sentirse descansado, verse bronceado, sin estrés y feliz de haber salido de la rutina... pero el reposo viene acompañado muchas veces de descuido y el pelo es el que lleva la peor parte: llega hecho un desastre, opaco, sin vida y reseco. ¡No hay que entrar en pánico! La idea es cuidarlo durante las vacaciones para no tener que lamentarlo después.
Plan de acción
Antes de empacar la maleta y pensar en el ajuar de vacaciones, es importante hacer una lista de los artículos y productos que ayudarán a asegurar la salud del pelo sin tener que cargar un arsenal.
1 La radiación ultravioleta envejece el pelo, por lo que siempre se deben incluir pañoletas, sombreros o gorras para protegerlo del sol, así como bloqueadores solares para aplicar sobre el cuero cabelludo antes de salir a la intemperie.
2 Cada vez que salga del mar o la piscina, es indispensable enjuagarse con agua potable y aplicar una crema para peinar que hidrate el cabello profundamente. Esto evitará que tanto el cloro como la sal del mar continúen dañando el pelo, aún fuera del agua.
3 Es vital tener a mano siempre un hidratante en espray y usarlo varias veces al día para blindar el pelo.
4 Es mejor evitar coloraciones muy claras antes de las vacaciones, sobre todo si el destino es cálido; el sol y el agua del mar o de la piscina pueden afectar el color original del tinte.
5 Evitar, en lo posible, el uso de secadores, planchas y pinzas, y aprovechar, más bien, las cálidas temperaturas para que el pelo se seque naturalmente. Los aparatos eléctricos para el secado pueden dañarlo aún más.
6 Por último, todo cuidado intensivo tiene que ir acompañado de un lavado con champú y acondicionador que ofrezca hidratación.
Para el frío
1 Hay que evitar lavar el pelo diariamente. Lo más aconsejable es limpiarlo cada tercer día.
2 No enjuagar por completo el acondicionador o los aceites protectores, porque estos actúan como una barrera contra el daño.
3 Durante las temporadas extremas de frío o sequía, los efectos nocivos del secador y la plancha son mayores. Hay que dejar secar naturalmente el pelo; cuanto menos aire caliente se le ponga al pelo, mejor se absorberá la humectación que da el champú y el acondicionador.